Respeta a tu compañera como a tu líder

Sé que en tu iglesia se habla mucho de temas espirituales, se repiten muchos textos todos los domingos, pero no se habla ni se enseña sobre el significado de la igualdad.

13 DE ABRIL DE 2018 · 09:24

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Querido hermano que te desvives por agradar a los feligreses de tu iglesia, que deseas seguir el evangelio hasta el final de tus días, que de corazón compartes las enseñanzas bíblicas con los que te rodean y pretendes ser fiel al Señor, sé justo y no te olvides de tu compañera.

Ella va contigo siempre. No hagas que se sienta como una criatura de segunda categoría entre los que os congregáis. No la humilles cerrándole la boca, atándole las manos, impidiendo que ejerza los dones que el Señor, no tú, le ha concedido. Respeta a la mujer que vive contigo. Es posible que fuera ella la que te llevó a conocer a Jesús y ahora, sin ser consciente del todo, la desfavoreces y te explico que desfavorecerla es otra forma de hacer violencia.

Querido hermano, no busques justificación donde no la hay. Reflexiona. El Señor trata a todos por igual, haz lo mismo, verás que no cuesta tanto obedecerle. No pienses que es tu rival, ni tu sirvienta, ni la sirvienta de tu líder, sino tu compañera en la fe, dotada de la misma gracia que se te ha concedido. Es ella la se ha hecho una sola carne contigo. Es la persona que va a cuidarte cuando lo necesites. Dale la mano, sin miedo. Mírate en ella como en un espejo. Quiérela como a ti mismo, sin celos. No anules lo que el Señor, por su gracia, ha querido otorgarle. No la entristezcas más y anímala. Sé ejemplo entre los que te rodean.

Querido hermano, sé que en tu iglesia se habla mucho de temas espirituales, se repiten muchos textos todos los domingos, pero no se habla ni se enseña sobre el significado de la igualdad, temiendo, quizá, a verse obligados a aceptar la libertad que esta aporta. Recuerda que todos somos sacerdotes.

Querido hermano, estoy convencida de que si tus líderes emplearan más tiempo en enseñarte, en enseñaros a todos, que hay que respetar los dones de las mujeres, en vez de pedir tanto respeto y autoridad para ellos, otro gallo cantaría tanto en tu hogar como en tu templo.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Tus ojos abiertos - Respeta a tu compañera como a tu líder