Los jóvenes marchan ¿Qué harán las iglesias?

Si lo único que le ofrecemos a nuestros niños es “consuelo y oraciones” que no nos sorprenda cuando nos digan que no les importa eso.

18 DE MARZO DE 2018 · 21:00

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El miércoles pasado miles de niños y jóvenes salieron de sus clases a través de los Estados Unidos por 17 minutos para recordar a los 17 estudiantes que murieron el mes pasado en Florida y para demandar reformas a las leyes actuales de portar armas en EEUU. El contraste de reacciones a esta protesta se hizo notar con dos cuadros. Por un lado un grupo de estudiantes puso 7000 pares de zapatos enfrente de la Casa Blanca en representación del número aproximado de niños que han muerto por armas desde el destraste en la escuela de Sandy Hook en 2012. Por otro lado estuvo una reacción en Twitter del NRA (la Asociación Nacional de Armas, por sus siglas en inglés) en la que pusieron una foto de un arma similar a la que se utilizó en Florida con la siguiente cita: “yo controlaré mis propias armas, muchas gracias”.

Múltiples estudios han demostrado que un gran número nuestros niños viven en temor al ir a escuela. Sienten la inseguridad de que, a pesar de varios masacres escolares, no se está haciendo nada serio para cambiar el ambiente y el acceso de armas a personas con claros problemas mentales y emocionales. La violencia y la muerte en las escuelas ya se han hecho algo lamentado, pero tolerado.

Esta vez se han visto algunas acciones. En el estado de Florida se aprobaron una serie de nuevas leyes que buscan controlar el acceso a armas a menores de 21 años. Pero el NRA puso una demanda contra la nueva ley. Por otro lado, el presidente dio a entender que no le tenía miedo al NRA, al hablar a favor de una legislación similar. Pero luego cambió su perspectiva después de reunirse con líderes de esa organización.

¿Dónde están las iglesias y los líderes cristianos? La primera reacción fue la de siempre, condolencias y la promesa de estar orando. Pero, tal como dijeron muchos jóvenes, ya están cansados de que se les den condolencias y se les digan que estamos orando. Si los pastores y líderes eclesiales no trabajan para una solución, pierden el derecho de que sus condolencias se tomen en serio.

¿Tendremos el valor de trabajar a favor de leyes que busquen controlar el acceso a armas cuyo único fin es la matazón masiva? ¿Será que seguirá siendo más fácil comprar un arma de guerra que un vehículo en EEUU? Actualmente se mantiene un registro más estricto de vehículos que de armas en este país. La gran mayoría de personas en el país reconocen que sufrimos este tipo de desastre porque tenemos leyes que permiten el acceso privado, casi ilimitado, a armas de guerra. Si no cambia esto, no nos debiera sorprender cuando tengamos el siguiente masacre.

Si lo único que le ofrecemos a nuestros niños es “consuelo y oraciones” que no nos sorprenda cuando nos digan que no les importa eso. Como pastores e iglesias debemos orar y consolar. Pero también tenemos que actuar. Si no vamos a buscar cambio, nuestros consuelos y nuestras oraciones sonarán huecas. No nos sorprenda si nuestros jóvenes nos lo dicen directamente.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Caminando con el pueblo - Los jóvenes marchan ¿Qué harán las iglesias?