Algo nuevo

“No recuerden ni piensen más en las cosas del pasado.

Yo voy a hacer algo nuevo, y ya he empezado a hacerlo.

Estoy abriendo un camino en el desierto y haré brotar ríos en la tierra seca.”

Esta frase lleva resonando en mi mente durante los últimos años. En varias ocasiones y a través de varias circunstancias. Estos últimos días le volvía a dar vueltas porque cada vez habla más alto a mi corazón.

Estos días en particular, al saborearla y meditarla, pienso especialmente en aquellas personas alrededor de mi vida: las que están pasando por momentos que podrían asustar, las que están pasando por situaciones que parece que te sobrepasan, por aguas profundas, las que están pasando por pruebas de fuego, las que vagan en el desierto, las que dudan de su valor, aquellas que les puede parecer que están solas.

Leía ayer que una cosa era creer en Dios y otra muy distinta, creerle a Dios.

El que ya ha hecho cosas nuevas e imposibles en su momento, las está volviendo a hacer. Hoy (literalmente) está haciendo ALGO NUEVO.

Cuando decidimos vivir diariamente en el Camino, da igual que estemos en medio del desierto o del océano, pues constantemente se abre a nuestro paso, aunque los muros sean altos.

Está en nosotros abrir los ojos a esa realidad. El ver el comienzo de cada día, cada semana, mes, año o etapa con una actitud de expectativa, de fe, de creer esas promesas que son para ti diariamente, esperando que lo mejor siempre viene de la mano de Aquél que no nos la suelta. Que si en algo no vemos progreso, seguimos en el proceso. Los caminos se siguen abriendo más allá de lo que percibe nuestra vista.

Sigue en el camino. Mira alrededor. Mira al frente. No mires mucho hacia atrás. Hoy todo es nuevo otra vez.