Religión y elecciones 2018: “El punto de inflexión” de Morena y Encuentro Social

Las elecciones federales de México serán el  próximo 1 de julio.

23 DE FEBRERO DE 2018 · 17:20

Lopez Obrador y los dirigentes de los partidos que lo postulan.,
Lopez Obrador y los dirigentes de los partidos que lo postulan.

Ésa es la canción que le queremos poner don Andrés Manuel López Obrador, surge de que pensamos que usted es Caleb y que está a punto de conquistar el monte Hebrón, donde gobernó David.1 Hugo Éric Flores, presidente del Partido Encuentro Social (PES)

Las palabras con que abre este artículo, dirigidas este martes 20 de febrero al candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, marcan, junto con el resto de lo acontecido en la unción como representante del partido de inspiración evangélica que preside Hugo Éric Flores, para la contienda electoral del próximo 1 de julio, un auténtico punto de inflexión que ha ido más allá de lo imaginado por los observadores y los analistas, pues nunca antes el elemento religioso heterodoxo fue incorporado de esta manera a un proceso electoral.

Pocos entre éstos, máxime si no son conocedores del medio cristiano-evangélico (antes denominado más bien como protestante), podrían recordar los estudios dedicados al tema de los partidos confesionales cristianos por estudiosos como el ya fallecido José Míguez Bonino o el profesor suizo Jean-Pierre Bastian, y mucho menos referirse a los diversos acercamientos de la llamada “teología política” a la incidencia de lo religioso en este campo tan polémico.2

El primero, teólogo metodista de amplia trayectoria y gran reconocimiento, desde la vertiente del protestantismo histórico, en un volumen que lleva por título Poder del Evangelio y poder político: la participación de los evangélicos en la vida política en América Latina (1994), en donde cuestiona radicalmente la existencia de este tipo de agrupaciones.3

El segundo, sociólogo e historiador de la Universidad de Estrasburgo, y con una larga estancia en América Latina, en ensayos sueltos pero muy puntuales al respecto. En uno de ellos, escribe: “Con la multiplicación de actores religiosos en competencia surge la posibilidad de un neo-corporativismo societal donde el intermediario religioso podría transformarse en mandatario. A la vez, la crisis de legitimidad que experimentan los partidos políticos tradicionales les obliga a entrar en competencia con nuevas organizaciones políticas; por ejemplo, con las partidistas confesionales evangélicas y pentecostales.”.4

Recientemente, ante el triunfo del evangélico Fabricio Alvarado en la primera vuelta de las elecciones en Costa Rica del pasado 4 de febrero,5 Bastian afirmó, en una comunicación personal: “No me sorprende, ¡ya en mi estudio […] publicado en alemán en 2000, lo había previsto! Confirma el carácter reaccionario de los movimientos religiosos evangélico-pentecostales, en total oposición a lo que fue el protestantismo histórico latinoamericano”.6

En sus textos, el sociólogo suizo se ha referido a los acontecimientos políticos de Guatemala, Brasil, Chile y otros países, y encuentra en ellos varias constantes, desde el surgimiento de las llamadas “bancadas evangélicas” en los congresos hasta el planteamiento de plataformas y proyectos ultraconservadores surgidos de esos sectores.

Con estos antecedentes es que calificamos como “punto de inflexión” este nuevo acontecimiento en el que los la confluencia entre el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y el PES, dominada por un estratégico oportunismo por parte del segundo, ha producido una fuerte , la que ha sido señalada por diversos politólogos como una auténtica alianza entre Morena, que se presenta como izquierdista y el ultraderechista PES, todo ello en un contexto de gran expectativa por la posibilidad de que López Obrador triunfe en su tercera elección consecutiva, luego de los intentos fallidos de 2006 y 2012.

 

López obrador candidato del PES.

Ha llamado poderosamente la atención el reiterado uso del lenguaje religioso por parte de este candidato, señalado desde 2006 como creyente no católico y, al mismo tiempo, muy cuestionado por sus iniciativas señaladas peyorativamente de “mesiánicas” por sus detractores.

Flores, en su discurso, no dejó la oportunidad de referirse a la historia bíblica de Caleb y la tierra prometida, mientras que el candidato también usó las alusiones del texto sagrado en su turno. Así lo hace constar Héctor de Mauleón: “Y López Obrador no pudo contenerse.

Llamó a detener ‘la mancha negra del individualismo, la codicia y el odio que nos ha llevado a la degradación’. Sostuvo que desde el Antiguo Testamento hasta nuestros días ‘la justicia y la fraternidad han tenido un lugar preponderante en el ejercicio de la ética’”.

Y agrega: “Refirió que la Biblia ‘señala que Jesús manifestó con sus palabras y sus obras su preferencia por los pobres y los niños’, y añadió que ‘para muchos, Cristo es amor’”.7

En esa misma alocución, López Obrador propuso la redacción de una “constitución moral”, que en la forma sería “un diálogo interreligioso, entre religiosos y no creyentes, para moralizar México... Hacemos el compromiso de convocar […] a muchos ciudadanos, hombres y mujeres de buena voluntad, para la elaboración de una Constitución moral, de un Código moral: así como existe una Constitución política vamos entre todos a elaborar una Constitución moral”.

Esta propuesta ha sido muy mal recibida, de manera general, y en todos los tonos. Uno de sus críticos, Mauro González Luna, de extracción católica y cuya familia fue una de las fundadoras del derechista y filocatólico Partido Acción Nacional, dio a conocer un texto muy mesurado al respecto en la revista Proceso.

González Luna argumenta, como muchos otros, que no es necesaria una nueva constitución, pero su análisis va más allá del mero discurso político, pues asevera con claridad que no se le pueden asignar a la política tareas que no le corresponden:

La política no es redentora, no resuelve los problemas más urgentes del alma humana como apuntaba sabiamente Agustín de Hipona al hablar de la Ciudad del mundo y de la Ciudad de Dios. La redención del espíritu humano es materia ajena a la política, pertenece a otro orden, al de la trascendencia, al de la religión. Lo que legitima el poder político es el derecho justo. El derecho auténtico, el orden jurídico como causa formal de lo social, organiza, legitima y le da sentido al poder, haciéndolo apto para defender la dignidad humana, mediante la gestión del Bien Común.8

Este autor puntualiza, con justa razón, líneas después: “Sacralizar la política en horas de desazón por la realidad, es romanticismo político, imaginería que suple a la prudencia deliberativa que gira en torno a la resolución de los apremiantes problemas particulares de la comunidad ampliada, no a utopías mesiánicas, sentimentales…”.

 

Hugo Éric Flores presidente del Partido Encuentro Social.

Porque es justamente lo que se está apreciando en estos riesgosos pasos que dan Morena y Encuentro Social: la confusión de campos de acción y solución de problemas puntuales, los cuales en efecto han producido en la sociedad mexicana una búsqueda casi frenética por renovar el rostro moral de las instituciones.

Parecería que la confusión en la que están incurriendo estos políticos no les permite ver que, con todo y la urgencia con que se desea modificar la situación del país, está propiciando una lectura religiosa que no le hace justicia a la realidad al considerar que solamente con buena voluntad y decretos verticales se podrá salir de la situación actual.

Lo que González Luna denomina “política romántica” es una receta demasiado ambiciosa para afrontar lo que otros ven como la auténtica búsqueda de un cambio de régimen que consolide, de una vez por todas, la tan anhelada “transición democrática”.

En ese sentido, las cuestionadas negociaciones que tanto el PES como Morena están llevando a cabo para este proceso electoral, no se diferencian gran cosa de lo que ambos organismos políticos critican, puesto que ante estos comicios ya tan cercanos, dejan la impresión de solamente querer colocar a las personas más dispuestas a unírseles, sin importar mucho su ideología o sus antecedentes.

Los próximos meses serán una prueba de fuego para estos partidos políticos en su arriesgado manejo del factor religioso.

1 José Antonio Belmont, “AMLO, a punto de conquistar la tierra prometida: Hugo Éric Flores”, en Milenio, 21 de febrero de 2018, www.milenio.com/elecciones-mexico-2018/tierraprometida-hugoericflores-amlo-lopezobradorpes-encuentrosocial-milenio01126087394.html

2 CF. dos ejemplos de este tipo de análisis: Nicolás Panotto, “Religión, ciudadanía y espacio público: un acercamiento socio–antropológico y teológico”, en Perspectivas Internacionales, Pontificia Universidad Javeriana, Colombia, vol. 11, núm. 1, 2015, pp, , http://revistas.javerianacali.edu.co/mwg-internal/de5fs23hu73ds/progress?id=LRUJwXrJUiukJWdWWogY9lw4PcMc1aNTdP8gbNtFtvk,&dl; y Carlos Martínez García, “AL: ascenso electoral del conservadurismo evangélico”, en La Jornada, 14 de febrero de 2018, www.jornada.unam.mx/2018/02/14/opinion/018a2pol: “Lo cierto es que el discurso teológico-político del consevadurismo neoevangélico, muy rudimentario y simplificador en su lectura de la Biblia, convence a importantes sectores de la población hartos del establishment partidista, de una y otra corriente política, que ha fracasado en construir sociedades más justas y esperanzadoras”.

3 L. Cervantes-O., “Una ética política cristiana: J. Míguez Bonino (I)”, en Protestante Digital, 13 de marzo de 2015, http://protestantedigital.com/cultural/35567/Una_etica_politica_cristiana_J_Miguez_Bonino_I.

4 J.-P. Bastian, “Los nuevos partidos políticos confesionales evangélicos y su relación con el Estado en América Latina”, en Estudios Sociológicos, El Colegio de México, vol. XVII, núm. 49, 1999, p. 171.

5 “Fabricio Alvarado vs. Carlos Alvarado: quiénes son el cantante evangélico y el escritor que se enfrentan en segunda vuelta por la presidencia de Costa Rica”; en BBC Mundo, 5 de febrero de 2018, www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-42944669.

6 Bastian se refiere a “Religiöser Umbruch in Costa Rica. Die Herausforderung durch den Protestantismus” (Agitación religiosa en Costa Rica. El desafío del protestantismo), en J.-P. Bastian et al., Religiöser Wandel in Costa Rica. Eine sozialwissenschaftliche Interpretation. (Cambio religioso en Costa Rica. Una interpretación desde las ciencias sociales) Mayence, Matthias Grünewald Verlag, 2000, pp. 200-299.

7 H. de Mauleón, “El día en que AMLO se convirtió en Caleb”, en El Universal, 21 de febrero de 2016, www.eluniversal.com.mx/columna/hector-de-mauleon/nacion/el-dia-en-que-amlo-se-convirtio-en-caleb

8 M. González Luna, “Constitución moral: romanticismo político-religioso dañino”, en Proceso, 22 de febrero de 2018, www.proceso.com.mx/523573/constitucion-moral-romanticismo-politico-religioso-danino.

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