¡La que he liado!

(Dedicado al tío Daniel)

Daniel no se quería equivocar en el voto del referéndum catalán del 1-O para la autodeterminación. A uno y otro hermano preguntaba con inquietud qué era lo más conveniente hacer.

¿Votar o no votar? ¿Votar sí o votar no? Su intención en las elecciones generales, autonómicas y municipales ha sido siempre votar al que vaya a ganar. Él no quiere perder.

Pero en este referéndum al final parecía que decidiría el hecho de con qué hermano le iba a tocar pasar el fin de semana de la votación, que es cuando tiene permiso para salir del piso tutelado. Porque los hermanos tenían opiniones diferentes.

Pero esta vez no, ese día decidió él contra todo pronóstico a pesar del vértigo que suponía. Su hermana lo dejó frente las papeletas del colegio electoral, ante el sí y el no: tú decides.

Optó por el sí. Su discapacidad intelectual no le impidió tomar esa determinación.

Los días sucesivos en Catalunya hasta el día de hoy han sido de una incertidumbre preocupante. Y esa zozobra se respiraba en las conversaciones vecinales.

Tampoco Daniel se sitúa fuera de ese escenario a pesar de sus limitaciones. Con un suspiro de preocupación, un día irrumpe en la sobremesa familiar con la exclamación: ¡Ay madre, la que he liado!