“La encarnación de Jesús es la más espectacular de todas las implicaciones culturales de la historia"

Interculturalidad, brecha generacional y convivencia son algunos de los temas que tratamos con Óscar Pérez, responsable de Alianza Joven, uno de los ponentes en Idea 2018 (Palma de Mallorca, 16 al 18 de febrero).

Jonatán Soriano

PALMA DE MALLORCA · 12 DE FEBRERO DE 2018 · 17:50

Óscar Pérez.,
Óscar Pérez.

Que la convivencia es una realidad en la que todo el mundo tiene responsabilidades tanto de participación como de gestión es una evidencia patente. Un análisis particular requiere la manera en la que se está actuando ante este escenario del que, quizás ahora, comienza a tomarse una mayor conciencia.

Óscar Pérez, responsable de Alianza Joven, el área de jóvenes de la Alianza Evangélica Española, es uno de los participantes en la ponencia principal del encuentro Idea 2018, que se celebra entre el 16 y el 18 de febrero en Palma de Mallorca. También coordinará el taller “No es país para viejos”, de convivencia intergeneracional.

Según explica Pérez, las Islas Baleares son uno de los principales focos de convivencia a nivel del Estado, con muchas personas que visitan la isla de paso y otras que acaban quedándose a vivir. Desde hace un mes reside en Palma de Mallorca donde trabaja como co-pastor en la Iglesia Cristiana Evangélica que lleva el mismo nombre de la ciudad.

 

Pregunta. ¿Por qué la ponencia principal de Idea 2018 se enfoca en la convivencia?

Respuesta. La costumbre del equipo que prepara Idea cada año es trabajar juntamente con todas las iglesias locales para definir las necesidades más destacadas en el momento de vida que tenemos. En este sentido, nosotros hemos estado trabajando con el Consell Evangèlic de les Illes Balears (CEDIB) y han sido los pastores y representantes de las iglesias del archipiélago que nos han enviado las principales necesidades que ellos perciben ahora mismo tanto en la iglesia como en la sociedad aquí, en las islas. Después de un diálogo hemos visto que el de la convivencia es el tema que ellos destacaban como principal. La razón es bastante obvia porque las islas son un lugar muy turístico en el que se han quedado a vivir muchas personas, sobre todo del centro y del norte de Europa. También hay muchas personas de origen árabe y que provienen de países africanos. Aparte de la población latinoamericana. Por todo ello, la convivencia aquí es una necesidad absoluta. Especialmente a nivel cultural. Esta es la razón principal por la que se ha escogido este tema, y el hecho de pensar qué puede aportar el evangelio a la sociedad en cuanto a la convivencia.

Es muy interesante ver que las iglesias evangélicas en España, en algunos temas muy específicos, se han incorporado a la sociedad. Es raro, a día de hoy, que una iglesia evangélica no tengo una obra social. Es decir, están intentando paliar necesidades concretas del barrio en el que están, de los vecinos. Creo que el evangelio y la Iglesia tienen mucho más que ofrecer aparte de eso, en cuanto a temas de salud, educación, valores, familia o convivencia. Ahí hay muchos aspectos que todavía podemos trabajar.

 

P. ¿Cuáles son esos aspectos en concreto?

R. En la sociedad siguen habiendo muchos conflictos generacionales, sexistas y relacionados con la violencia de género, raciales y culturales, y la Iglesia tiene una experiencia de convivencia intercultural y entre generaciones mucho más desarrollada que la sociedad, en general. Estamos más acostumbrados a esa convivencia con otras culturas, con otras edades. Muy pocas organizaciones y entidades tienen ese nivel de convivencia que tiene la Iglesia. Por lo tanto, podemos ser un ejemplo para la sociedad y mostrar que sí es posible y que el evangelio es la razón. Esta realidad es patente, que la convivencia es mucho mejor dentro que fuera de la Iglesia, y podemos mostrar el evangelio a través de ese nivel de convivencia que tenemos.

 

P. Óscar, estás a cargo de una de las tres partes de la ponencia principal de Idea. Concretamente la que trata sobre el evangelio. ¿Cómo la estás enfocando?

R. Te adelanto un par de líneas para no desvelar todos los detalles antes de tiempo. La primera tiene que ver con el trasfondo del evangelio. El evangelio es una buena noticia pero en un contexto. El contexto del evangelio es la antropología bíblica. Somos creación de Dios y estamos creados a imagen de Dios. Lo que quiere decir que los seres humanos, todos, están puestos en el mismo lugar, con la misma dignidad, con el mismo valor. La creación sienta unas bases para la convivencia y va mucho más allá de las diferencias raciales, sociales, de género o económicas. Es verdad que llegamos al tercer capítulo de Génesis y hay una ruptura con Dios, una ruptura también entre nosotros, y ahí se levantan todas las barreras. Pero el evangelio es el anuncio de que esas barreras no tienen más poder que el mismo evangelio. Esas barreras entre personas, que nos impiden convivir entre otras cosas, no se sostienen en base al evangelio. El evangelio sitúa a todos los seres humanos en el mismo lugar, a imagen de Dios, y como seres humanos rotos por el pecado también todos estamos en el mismo lugar. Un lugar para la convivencia. He ahí el lugar desde el que partir para la convivencia.

Una segunda línea de reflexión que quiero compartir en Idea es que el evangelio es el anuncio de un reino. Uno de los contenidos esenciales del evangelio es que el reino de Dios ha llegado. En un sentido, el formato de gobierno que el evangelio está anunciando es una convivencia dentro de un reino. Y, teniendo en cuenta, muchísimas consecuencias teológicas y sociales, anunciar el evangelio es anunciar el reino de Dios y es invitar a muchas otras personas a la convivencia dentro de ese reino. Nuestra misión, como Iglesia, es establecer ese reino con nuestra acción, nuestras palabras y nuestra forma de vida. Se invita a la gente a formar parte de una convivencia muy concreta, diseñada por Dios.

 

P. ¿Qué y quién es objeto de esa convivencia?

R. Yo creo que hay convivir con todas las personas, entidades y todos aquellos que, tanto a nivel individual como colectivo, nos rodean. No creo que la convivencia implique aceptación de todos los estilos de vida. Yo quiero convivir con todas las personas que me rodean pero eso no quiere decir que acepte todos sus estilos de vida. No creo que sea exactamente lo mismo.

Pienso que la Iglesia tiene la responsabilidad de convivir con todos porque es la única forma de cumplir con la misión de Dios. Que llegue el reino a todos implica que convivamos con todos. Es la única forma de que todas las personas puedan visualizar el   reino y creer en Jesucristo. Deben estar lo suficientemente cerca como para ver de qué manera es la convivencia en el reino de Dios.

 

P. ¿Hasta qué punto dirías que se está cumpliendo este objetivo?

R. Generalizar siempre me da un poco de apuro. Soy partidario de matizar, porque habrá casos muy positivos y otros en los que la Iglesia no se esté conduciendo como debería. En Mallorca, en particular, tenemos una situación muy privilegiada. Las iglesias están asumiendo cada vez más su responsabilidad social y política. Todavía estamos lejos del lugar en el que deberíamos estar, en ese sentido. Y cuando hablo de esto me refiero a cómo nos involucramos en la vida de las personas que nos rodean. Evangelismo y obra social no son antagónicos. El evangelio viene a liberarnos, a redimirnos como personas individuales y como colectivo. Por lo tanto estamos llamados a vivir para el otro, y eso implica involucrarse en la vida del otro. La encarnación de Jesús es, probablemente la más espectacular de todas las implicaciones culturales de la historia. Dejó su cultura divina para implicarse en la cultura humana con tal de rescatarnos. Y nosotros, para llevar a cabo la misión que se nos ha encomendado, tenemos que dejar nuestra comodidad, nuestro espacio de seguridad, nuestro espacio incluso eclesial, para ir a donde está la gente e involucrarnos en sus vidas. Y en sus vidas hay problemas familiares, económicos, sociales y espirituales también. Tenemos que invertir todavía más nuestras vidas. Darnos. Negarnos a nosotros mismos.

 

P. ¿Y qué aporta Idea ante estos retos?

R. Una de las cosas que más nos mueve a quienes servimos en la Alianza Evangélica Española es la reflexión. Ayudar a la Iglesia a reflexionar sobre temas en espacios en los que, a lo mejor, podemos hacerlo con más tranquilidad. Todos tenemos agendas bastante ocupadas y no solemos pararnos a pensar en temas como, por ejemplo, la convivencia. No recuerdo en mis años en la Iglesia un foro para hablar sobre esto. Entonces hay espacios en los que hablaremos de la convivencia en general y después habrá multiespacios en los que un grupo irá a reflexionar sobre la convivencia con el colectivo musulmán y otros sobre la convivencia intergeneracional, por ejemplo. Eso requiere una reflexión y creo que IDEA puede ser parte de esa reflexión.

 

P. En cuanto a los jóvenes, ¿qué crees que pueden aportar en la Iglesia acerca de la convivencia?

R. Siempre hay una lucha generacional. Siempre hay una generación que está gobernando la sociedad. Hay una edad en la que uno es padre, es presidente, etc. Los jóvenes siempre tienen esas ganas de cambiar y actualizar las cosas. Creo que las últimas generaciones en la sociedad, a nivel tecnológico, han cambiado tanto que la brecha que hay con otras es mayor que nunca antes en la historia. Aunque no puedo probar esta afirmación, claro. Pero los nativos digitales son radicalmente diferentes en su forma de procesar la información y de ver el mundo que aquellos que somos analógicos. Y creo que el diálogo es más urgente todavía. Los jóvenes son iglesia y tienen mucho que aportar porque ven el mundo de manera diferente a nosotros y nos pueden enseñar muchas cosas, incluso en la forma de relacionarnos y convivir unos con otros. Los jóvenes de hoy crecen en aulas escolares donde hay 25 estudiantes y 18 nacionalidades. Por tanto, están viviendo con absoluta naturalidad la interculturalidad. Esto me anima a pensar en un mundo mejor muy pronto, aunque lo único que sana esa brecha entre personas sigue siendo el evangelio. Y los jóvenes creyentes que creen en ese ambiente tienen la posibilidad de desarrollarlo de una forma que antes no se podía.

 

P. ¿Qué lugar crees que están ocupando en la iglesia los jóvenes ante todos estos retos, como por ejemplo el de la convivencia?

R. Creo que los jóvenes no están muy interesados en heredar algunas formas o estructuras en las que se ha organizado la Iglesia. No creo que quieran romper con la Iglesia sino con determinados armazones que les impiden desarrollarse. A veces estamos viendo a los jóvenes como poco proactivos pero no estamos viendo que su proactividad también es diferente a otras anteriores. La revolución del 68 o la lucha por la democracia no son el modelo de proactividad de los jóvenes de hoy día. Eso no significa que no sean proactivos y que no tengan iniciativa. Por ejemplo, la adolescencia me resulta mucho más difícil de vivir hoy, y sin embargo no dejo de conocer a jóvenes y a adolescentes que viven el evangelio de una forma mucho más arriesgada y determinada de lo que se hacía años atrás. Entonces creo que están arriesgando más en contextos como su casa, el colegio o el instituto.

Creo que los jóvenes ocupan un lugar determinado en la Iglesia y que se les están dando oportunidades, pero creo que hay que darles muchas más. Ahora hay un movimiento de plantación de iglesias en España mucho más arraigado con el que muchos jóvenes están atreviéndose a ir a adelante en la predicación del evangelio. Y lo hacen utilizando las redes sociales y siendo proactivos. Por eso creo que debemos ayudarles y pensar más cómo estimular la misión en ellos.

 

Aún puedes inscribirte a Idea. Visita la web de la Alianza Evangélica Española para tener más datos.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Ciudades - “La encarnación de Jesús es la más espectacular de todas las implicaciones culturales de la historia"