Retazos de evangelio en una producción a contracorriente

Conocemos más de cerca diversos proyectos que quieren plantar cara a un sistema de competitividad encarnizada con mensajes de esperanza y citas directas del evangelio.

Jonatán Soriano

BARCELONA · 01 DE FEBRERO DE 2018 · 19:30

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El concepto de emprendedor o emprendedora se ha popularizado. Los diferentes discursos políticos muestran una obsesión por ello, los asalariados lo ven como un eufemismo para hacerse autónomos y en las universidades se contempla como otra opción más para dar salida a lo que se estudia. Pero ¿en qué parámetros se están desarrollando estas visiones?

 

Irene Rodríguez, creadora de Paz and Joy.

Huir de las presiones de un mercado cada vez más liberalizado y conducido hacia una competitividad salvaje y hacia un consumo innecesario es lo que precisamente buscan algunos proyectos emprendedores de producción alternativa y que han nacido de la mano de personas vinculadas al ámbito evangélico.

“Me di cuentas de que no tenía por qué escoger entre arte o personas, que son dos de mis pasiones, sino que podía hacer algo con las dos, y de ahí nació la idea de diseñar y coser y dar el fruto de ello a personas que lo necesitan de verdad”, explica Irene Rodríguez, creadora de la empresa Paz and Joy, especializada en “productos originales con la intención de inspirar, difundir y transmitir tesoros como la paz, la alegría y la esperanza”, dice.

Creo en otra forma de producción y consumo”, asegura Esther Fornos, la persona que está detrás de los diseños, las serigrafías y las confecciones de los productos de la marca Mixomoixaines, dirigida sobre todo al público femenino e infantil. Una idea parecida a la del proyecto Por amor al artesano que nace “como estilo de vida para animar e inspirar a otras personas a crear y creer”, señala Mia Gutiérrez, una de sus impulsoras.

 

Esther Fornos ha creado la marca Mixomoixaines.

PRODUCIR SIN HIPOTECAR A PERSONAS NI AL PLANETA

Tres estilos diferentes pero unidos en su compromiso humano y medioambiental. Paz and Joy se dedica a la producción manual de bolsos, neceseres, estuches, cuadros de madera, decoración o bisutería. Hasta ahora, esta pequeña y joven empresa ha colaborado con proyectos como la reconstrucción de una casa en Guatemala, el proyecto de informatización de la Escuela Santa Marta, en Sacatepéquez (también en Guatemala), con el Hogar Infantil Emmanuel, en Sant Just Desvern, y con el Proyecto Bulgaria.

Fornos, bióloga de profesión, se enfoca más hacia los complementos personalizados con Mixomoixaines y en un ámbito más local, “conectando con la gente del pueblo en el que vivo y dando una salida a las personas que quieren comprar productos hechos de forma ética y sostenible”.

 

Mia Gutiérrez es una de las personas detrás de Por amor al artesano.

Y Por amor al artesano incide en la creación de láminas, puntos de libro, carteles, tarjetas, postales, libretas personalizadas y Bible Journal, tanto en papel como en formato digital, destinando todo lo que reciben a GAiN, la organización que colabora en el área de Ayuda Humanitaria dentro de Ágape. “No quiero hacer cosas por los seguidores o las ventas, sino con sentido, relevancia y pasión” reitera Mia.

El punto de conexión de estas tres iniciativas es el tipo de producción. Y es que, para crear sus artesanías, todas ellas apuestan por productos de comercio justo, que están libres de esclavitud y que son sensibles al cuidado y la preservación del planeta. “Tal vez pueda ayudar a fomentar la visión y, entonces, la autoconciencia de la necesidad y la responsabilidad que tenemos como cristianos con los derechos y la justicia social”, remarca Irene.

En la misma línea, Esther defiende que “hoy se van añadiendo nuevas luchas de la Iglesia en la sociedad, y cada vez a velocidades más rápidas y de forma más sutil. Por eso debemos ser muy sensibles a todo ello y no dejarnos llevar por la corriente”. Por su parte, Por Amor al artesano está más abocado a “descubrir la creatividad de cada persona y ayudarla a desarrollarla para una buena causa”.

 

LA ESPERANZA DEL EVANGELIO, ELEMENTO CLAVE

El de la justicia social y la preocupación por el medio ambiente no son los únicos elementos que hacen especiales estos productos. Sus mensajes y serigrafías también invitan a conocer valores relacionados con el mensaje del Evangelio.

“Intentamos que nuestro contenido sea original pero también tiramos de letras de canciones, de versículos, de frases célebres y de contenidos relacionados con nuestra fe y nuestra lucha”, dice Mia. Algo que también es esencial para Irene en Paz and Joy, que explica que “el carácter es crear productos con alma, con mensajes reales y llenos de fe”. Con Mixomoixaines, aunque se encuentra en un proceso de redefinición, Esther también intenta reflejar la pasión por la naturaleza y mensajes de concienciación sobre el consumo responsable y contra la trata de personas.

 

Una funda de cojín de Paz and Joy.

EDUCACIÓN DE CONSUMO PARA LA IGLESIA

Tres proyectos que no pasan desapercibidos para la Iglesia. Por el contrario, buscan educar, además de concienciar, en actitudes propias del Evangelio a través de sus productos y creaciones. “El cristianismo está basado en el amor al prójimo, al que tenemos cerca, al débil, al que no tiene voz, al que no puede valerse por sí mismo y estamos muy lejos de esa realidad”, manifiesta Irene.

 

Una bolsa de Mixomoixaines con un lema contra la trata de personas.

De hecho, critican la aceptación por parte de los cristianos en general del funcionamiento del libre mercado hasta ahora. “Estamos muy acostumbrados a hacer grandes campañas pero a veces nos sirven de excusa para olvidarnos de nuestra responsabilidad "individual" como cristianos. Es decir, nos podemos sentir muy bien cuando participamos e incluso organizamos una campaña de concienciación sobre este tema un sábado, pero el lunes nos vamos a comprar ropa al Zara”, lamenta Esther. “Es difícil comprarte ropa de marcas de comercio justo cuando ves los precios, pero quizás tenemos que empezar a pensar cuánta ropa necesitamos y cuestionarnos cuál debería ser el precio real de las cosas”.

Según explican, es esa base sólida en el mensaje del Evangelio lo que debe distinguir su proyecto del de otros de carácter comercial. “Nosotras podríamos caer fácilmente en crear frases divertidas, motivadoras, de autoestima, y muchas veces lo hacemos, porque claro que creemos en todo eso en la medida adecuada, pero también vemos una falta de contenidos que hagan reflexionar en cuanto al mundo que nos rodea, la justicia social, los derechos sociales”, explica Mia.

Tres proyectos que reclaman el beneficio de la duda a un sistema en el que España, en 2017, agotó el 29 de mayo todos los recursos que el planeta produce durante un año, según Global Footprint Network.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Opinion - Retazos de evangelio en una producción a contracorriente