¿Personalidad o ideología? El dilema que enfrentan los cristianos checos

Los checos decidirán quién se convierte en el próximo presidente del país en la segunda ronda de elecciones, que se celebrarán los días 26 y 27 de enero.

En la primera ronda, un 39% de los votos fueron para el candidato de la derecha, Milos Zeman (quien se encuentra en el cargo desde 2013). Su contricante será el proeuropeo Jiri Drahos, que terminó en segundo lugar con un 27% de los votos.

¿Cuál es la atmósfera social en el país? ¿Los cristianos se implican en política? Evangelical Focus hizo varias preguntas a Dan Drápal, pastor checo y crítico cultural.

Pregunta. ¿Qué es lo que ha mostrado la primera ronda y hacia dónde se dirige Chequia socialmente?

Respuesta. La primera ronda no mostró ninguna tendencia nueva, solo confirmó la división profunda que existe en la sociedad checa. Lo que sorprendió un poco fue que el presidente Zeman obtuviera menos votos de lo esperado y que sería posible que pierda en la segunda ronda.

P. ¿Qué hay de los miembros de las iglesias evangélicas? ¿La mayoría de los cristianos tienen ideologías similares o hay mucha pluralidad?

R. Los cristianos evangélicos están divididos de la misma manera que la sociedad. El presidente Zeman es un gran defensor de Israel, y la mayoría de los cristianos evangélicos lo aprecian.

No obstante, también es una persona muy vengativa, incluso muchos de sus seguidores no niegan esto. ¿Qué es más importante en una persona? ¿Que tenga una visión política correcta o una buena personalidad? Ese es el dilema al cual nos enfrentamos y el que nos tiene totalmente divididos. 

P. Según tu punto de vista, ¿cuáles son los retos y oportunidades para Chequia en los próximos años?

R. Chequia es un país con una actitud muy “anti iglesia”. Se suele decir que es un país muy ateo, pero eso no es del todo correcto. De alguna manera es muy religioso, además de muy supersticioso. 

También observamos que las iglesias en occidente están perdiendo terreno frente al influjo de los migrantes musulmanes. Yo preveo que el cristianismo se tratará de forma más indulgente, lo cual, por supuesto, no comporta que la gente entienda en qué consiste realmente el cristianismo.

Aun así, la atmósfera será menos hostil y la evangelización podría comenzar a ser una tarea cada vez más sencilla.