Orando por la unidad

Todo hecho sustentado por la Palabra no pasa de moda, y sirve para ayer, hoy y siempre.

13 DE ENERO DE 2018 · 22:40

Colección de folletos informativos de las diferentes ediciones de la Semana Unida de Oración./ Jacquelin Alencar,
Colección de folletos informativos de las diferentes ediciones de la Semana Unida de Oración./ Jacquelin Alencar

En estos días en los que nuevamente tiene lugar la Semana Unida de Oración 2018,  propuesta por la Alianza Evangélica Europea a través de las alianzas nacionales, recordé aquella del año 2013 a la que asistí en Salamanca, cuyo tema central estuvo basado en Miqueas 6.8: “Hombre, Él te ha declarado lo que es bueno, lo que pide el Señor de ti: solamente hacer justicia, amar la misericordia y caminar humildemente ante tu Dios.

En el folleto decía algo interesante, que “para Pablo ‘Caminar con Dios’ podría haber significado algo parecido a elegir un número de placa EN-JC (en Jesucristo). ¿Los cristianos judíos y los cristianos gentiles juntos en la mesa del Señor? Esto era difícil pero posible EN-JC. Si los hermanos y hermanas en la fe dentro de la Alianza Evangélica ponen fronteras entre ellos a causa de una libertad erróneamente percibida, estas fronteras pueden superarse únicamente EN-JC. ¿Los protectores de la tradición y los pensadores progresistas en paz unos con otros en oración? Difícil, pero posible EN-JC ...”. Si desean complementar la lectura pueden buscar el folleto.

Terminada la semana, escribí unas líneas referentes al tema de una de las reuniones, y en la que se habló de dos mujeres que admiro muy mucho, y a las que considero parte de esa gran nube de testigos, de ayer y de hoy, que me animan a no aminorar la marcha.Una muestra más de que todo hecho sustentado por la Palabra no pasa de moda, y sirve para ayer, hoy y siempre. No es solo pasado, sino presente para el futuro. Puede permanecer aparcada un tiempo, pero luego resurge en los momentos oportunos, sin depender de nuestros movimientos.

Así decía el texto que escribí el último día de aquella Semana Unida de Oración, que fue pan para el camino:

“Este año la Semana de oración 2013 ha sido preparada por los representantes de las Alianzas Europeas de habla alemana, y le pusieron el título: Caminar ante Dios con humildad y gozo, pues como ellos nos dicen: El pensamiento que debería guiarnos durante esta semana de oración es que “El camino del discipulado cristiano implica andar en el sendero de humildad y gozo, justicia y misericordia”. Como en años anteriores, las iglesias de Calle Volta y del Pº de la Estación de Salamanca se unieron para orar. Es una iniciativa más de las que ya realizan de forma conjunta.

Importantes temas para los que queremos ser luz en medio de esta generación. Reconocer la soberanía de Dios, alabarle, dejarnos transformar por Él. Darle a conocer, ser sal y luz. No pasar de largo ante las necesidades de los demás. Interesarnos por liberarnos de nuestra propia esclavitud y la de los otros, pues son muchas las cadenas que nos atan. Abogar por una mesa donde puedan sentarse los judíos y gentiles de esta época, donde puedan destruirse las fronteras que nos separan. Terminar con las relaciones incómodas dentro del propio Cuerpo de Cristo. Coexistir de forma pacífica. Pedirle para que nos haga vivir un cristianismo con gozo; seamos agradecidos y busquemos el camino…

Destacado ha sido el asunto de la unidad en el cuerpo de Cristo. Leyendo el folleto que en fotocopia tenemos en nuestras manos, podemos leer la palabra unidad en cada rincón, o “Cuerpo de Cristo”, “aproximarnos a los demás”, “superar diferencias y discrepancias”, “juntos en la mesa del Señor…”.

El viernes, en la iglesia de Calle Volta, fue como unir todas estas frases y verlas juntas a través de la historia de Rut, la moabita y nuera de Noemí; sí, Noemí, la del nombre placentero que por un momento se vuelve amargo como las aguas de Mara. Y también la de la mujer cananea, que se relata en Mateo 15.21-28.Rut tenía muchas ganas de integrarse, se lee en el texto de la Alianza. “Dondequiera que tú vayas, iré yo… tu pueblo será mi pueblo…” (Rut 1.16), dice ella insistentemente y con sinceridad. Quiere acogerse bajo las alas del Dios de los judíos, enemistados con los moabitas, su pueblo. Quiere trascender las fronteras de la separación y la falta de entendimiento. Esto nos lleva a preguntarnos si la fe en un mismo Dios debería ser suficiente para construir la unidad del Reino en nuestros corazones, hogares y lugares de culto.

No menos ejemplar es la actitud de la mujer cananea ante la aparente indiferencia de Jesús, y de la actitud de los discípulos que actuaban según su conveniencia. Ella podía ser rechazada por los judíos por ser extranjera, pero Jesús no rechaza a nadie, más bien rompe las barreras humanas. Y alaba su fe. Muestra compasión, admira las cualidades de esta mujer superando las diferencias, las barreras sociales. Admira su sinceridad, humildad y valentía.

Quien hizo la introducción durante la reunión, resaltó la gran fe y humildad de esas dos mujeres extranjeras a la hora de superar barreras hasta obtener la bendición de Dios. Rut y su suegra tienen que enfrentarse a las barreras sociales, económicas y políticas de la época, que podían constituirse en excusas para apartarse de Dios. Vemos cómo al final, a pesar de tener delante un panorama incierto, Rut se transforma en una mujer integrada en el pueblo de Israel, en persona de renombre; con un lugar privilegiado en la genealogía de Jesús.

Casi al final de la semana de oración, para rematar la temática abordada, en la iglesia del Paseo de la Estación, se habló de la Justicia de Dios, y de su amor. También de las características prácticas de llevar una vida justa. Algo que puede impactar en las sociedades donde esto no está de moda, tal como sucedía en la antigüedad. ¿Quién se preocupaba por los extranjeros, viudas y huérfanos? Sólo el Dios de Israel había pedido a su pueblo escogido un compromiso de justicia y compromiso con el prójimo. Porque les dijo Moisés:

‘Mirad, os he enseñado las normas y preceptos como me mandó el Señor, mi Dios, para que los pongáis en práctica en la tierra donde vais a entrar para tomar posesión de ella. Obedecedlos puntualmente, y así demostraréis a los demás pueblos lo sabios y prudentes que sois. Cuando oigan hablar de vuestras leyes, dirán: ‘Qué sabiduría y sensatez tiene esa gran nación’. ¿Existe acaso alguna nación tan grande que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está de nosotros el Señor,nuestro Dios, cada vez que lo invocamos? Y ¿qué nación hay tan grande cuyos preceptos y normas sean tan justas como toda esta ley que yo os promulgo hoy? Pero ten cuidado, no permitas que se te olviden las cosas que han visto tus ojos ni dejes que se aparten de tu memoria en todos los días de tu vida; cuéntaselas a tus hijos y a tus nietos’. Deuteronomio 4.1-9

Jacqueline (de Salamanca)”

Esta palabra nuevamente me interpelaba, hablándome del verdadero ayuno que quiere el Señor…Y me interpela hoy en los albores de un nuevo año agradable del Señor, en pleno siglo XXI.

Hoy, 14 de enero, comienza la Semana Unida de Oración 2018. Este año el material para toda Europa ha sido elaborado por la Alianza Evangélica Española. Seguro que nos traerá palabra de refuerzo, de la mucha que envía Dios para que podamos seguir avanzando en esta carrera hacia la meta tan ansiada.

 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Muy Personal - Orando por la unidad