Proposiciones del corazón

A algunos, ser leal a Dios les cuesta la vida. Hay lugares ahora mismo donde matan a los cristianos simplemente por serlo. ¿Estamos dispuestos a vivir con ese riesgo?

08 DE ENERO DE 2018 · 17:56

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Hoy quiero contarte la historia de un jugador de fútbol argentino, Daniel Guillermo. Puede que no lo conozcas, porque casi toda su carrera deportiva transcurrió en Argentina en segunda división y en España en la tercera. Jugó también en varios países más (Italia, Suiza...), pero siempre en clubes muy humildes. Cuando estuvo jugando en el Compostela (Santiago) después de una cena con su equipo, el presidente llevó a todos los jugadores a un club nocturno para que los chavales tuvieran la oportunidad de tener relaciones sexuales con las chicas de aquel lugar. Daniel ni siquiera quiso entrar, y se quedó solo en uno de los coches: les dijo a todos que él creía en Dios y no quería hacer nada que le desagradara, así que tuvo que soportar la vergüenza y las burlas de todos los componentes del equipo, además del frío y la lluvia durante muchas horas.

Tan pronto comienza el libro de Daniel, encontramos un primer momento clave en la vida de nuestros amigos. Quienes los habían capturado quieren obligarles a hacer algo contrario a la voluntad de Dios, y ellos responden enfrentándose a todo el mundo. La Biblia dice: «Se propuso Daniel en su corazón no contaminarse con los manjares del rey ni con el vino que él bebía, y pidió al jefe de los o ciales que le permitiera no contaminarse» (Daniel 1:8).

Una de las decisiones más importantes en nuestra vida es ser nosotros mismos. Cumplir la voluntad de Dios sin importarnos que los demás nos señalen. Proponernos no contaminarnos aunque todos estén viviendo de una manera diferente. No deben preocuparnos las circunstancias, porque simplemente estamos haciendo lo que debemos hacer.

Hasta hace poco se pensaba que eran los jóvenes sobre todo los que sufrían la presión de los iguales, pero ahora estamos viendo que no importa la edad que una persona tenga: lo que los demás dicen nos in uye demasiado. Como alguien dijo una vez, Dios nos ha hecho originales, no debemos vivir como una copia. Dios te ha hecho único, no tienes que vivir como los demás quieren.

Lo que hace que nuestra vida tenga sentido es vivir de acuerdo a la voluntad de Dios, no importa si tenemos que soportar burlas o desprecios. Seguir a Dios aunque los demás nos señalen, vivir como él quiere, aunque nuestra vida pueda parecerse mucho a una noche solitaria, fría y lluviosa.

Algunas veces Dios nos rescata, como hizo con Daniel, y salimos vencedores delante de todos. En ese momento nuestra lealtad a Dios tiene un premio inmediato y nuestra fe se fortalece. Otras veces Dios permite que nuestros enemigos sigan burlándose durante días, meses o incluso años.

A algunos, ser leal a Dios les cuesta la vida. Hay lugares ahora mismo donde matan a los cristianos simplemente por serlo. ¿Estamos dispuestos a vivir con ese riesgo? Lo que no cambia es que Dios tiene la última palabra en todo. Ya sea que nos restaure ahora o en el futuro, no son nuestros enemigos los que vencen, sino el Señor.

Confía en él, sea cual sea el nal aparente. Merece la pena ser el.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - Proposiciones del corazón