Los 500 años de la Reforma en la revista Concilium

Coordinado por Marie Theres Wacker, Felix Wilfred y Andrés Torres Queiruga, el número 370 de la revista internacional de teología Concilium, está dedicado al tema “La Reforma desde una perspectiva global”.

Aparecido en abril de 2016, este número fue lanzado con la idea de reflexionar críticamente sobre la importancia del acontecimiento y está dividido en cuatro secciones: La Reforma y sus consecuencias, Impulsos provocados por la teología de Lutero, Perspectivas desde la Federación Luterana Mundial y Entre el diálogo y la disputa.

En la primera sección colaboraron Heinz Schilling, profesor hasta 2012 de la Universidad Humboldt, de Berlín (“Reforma, antagonización confesional, diferenciación religiosa y cultural. Reflexiones de un historiador sobre la relevancia de la historia de la Iglesia de inicios de la modernidad para el presente y el futuro”), Erik Borgman, profesor dominico del Tilburg Cobbenhagen Center, Holanda (“Constelaciones de la Reforma. La cultura religiosa contemporánea en el espejo de la historia de la Reforma”) y Daniel Jeyaraj, profesor de la Universidad Hope, Liverpool (“Evaluación del impacto de la Reforma en la India”).

En la segunda, Manuel Santos Noya, doctor en teología por la Universidad de Tubinga (“Significado teológico de las modificaciones de Lutero del texto griego y latino en las cartas paulinas”), Lidija Matoševic, profesora de la Universidad de Zagreb, Croacia (“‘La Iglesia entera está llena del perdón de los pecados’. El discurso de la Reforma sobre las indulgencias y el tesoro de gracia de la Iglesia, que se distribuye entre los necesitados y los sobrecargados de deudas”), y Ulrich Duchrow, profesor de la Unievrsidad de Heidelberg (“Radicalizando la Reforma”).

En la tercera, Munib Younan, ex presidente de la Federación Luterana Mundial (FLM) (“Reflexiones sobre la ‘Reforma’”) y Elaine Neuenfeldt, secretaria de la sección Iglesia y Sociedad/ Mujeres y Género, de la FLM (“La participación de las mujeres en el ministerio ordenado y en los cargos directivos de la Federación Luterana Mundial. Movimiento de mujeres en una Reforma permanente”.

En la última, Dorothea Sattler, profesora de la Universidad de Münster (“Encuentros entre iguales. Diálogos luterano-católicos después del Concilio Vaticano II) y Jürgen Moltmann, catedrático jubilado de la Universidad de Tubinga (“La Reforma inacabada. Problemas no resueltos, respuestas ecuménicas”).

La introducción ubica muy bien el contexto de la publicación en el marco de la conmemoración del medio milenio de la Reforma luterana al puntualizar varios aspectos.

 

Primero, los alcances de las 95 tesis de Martín Lutero: “El año 1517 marca el comienzo de la llamada Reforma: el monje agustino alemán Martín Lutero publicó 95 tesis con las que quería provocar una controversia sobre las indulgencias y el sacramento de la penitencia. Las tesis muestran que los deseos teológicos de Lutero afectaron también inmediatamente a las estructuras de poder de la Iglesia. En efecto, no se limitaban a la disputa sobre las indulgencias, sino que planteaban otras cuestiones: ¿Cómo podía proclamarse la gracia gratuita de Dios con respecto a la culpa de los pecados si podía ser comprada con las bulas de las indulgencias, que los altos dignatarios de la Iglesia ayudaban a quitarse de forma económica?” (p. 7).

En segundo lugar, propone una interrogante relacionada con el lugar de la Biblia al momento de la Reforma encabezada por Lutero: “¿cómo podía irle a la Palabra de Dios en una Iglesia en la que el Pueblo de Dios estaba excluido de la interpretación de la Sagrada Escritura, del testimonio de la Palabra de Dios, y ni siquiera tenía acceso a la Biblia en su lengua materna?”.

Al subrayar lo acontecido, el planteamiento inmediatamente posterior se refiere a la marcha de los acontecimientos, dentro y fuera de la cristiandad, destacando su impacto social y político: “Los procesos que se pusieron en marcha con estas preguntas tuvieron efectos que no permanecieron dentro de los límites eclesiales, haciendo de la Reforma un acontecimiento que cambió el mundo, al impulsar la formación de los Estados nación, el nacimiento de las diferentes concepciones de la separación entre la Iglesia y el Estado, la tolerancia religiosa (aun con todas las sangrientas guerras de religión) y el reconocimiento de la libertad del individuo.”

No podía faltar el énfasis autocrítico acerca de la respuesta católica al impacto de la Reforma: “Frente a una larga tradición en la que el catolicismo se definió en clara contraposición y diferenciación con respecto al protestantismo, el Concilio Vaticano II marcó un punto de inflexión, porque ahora ganaba en importancia el acceso al ecumenismo y se retomaban las urgentes cuestiones teológicas y prácticas que eran comunes a todas las confesiones cristianas”.

Y se agrega que la labor del reformador alemán finalmente ha recibido una buena acogida cinco siglos después: “Se puede tener realmente la impresión de que los deseos centrales de Lutero —la primacía de la Palabra de Dios, la accesibilidad a la Sagrada Escritura traducida a numerosas lenguas del mundo, el sacerdocio de todos los fieles, la comprensión del ministerio como un servicio en la Iglesia, por solo mencionar algunos— han sido finalmente aceptados en la Iglesia católica”.

Fiel a su línea ecuménica, se afirma, este número de la revista pretende “extenderla en una perspectiva global e inclusiva”.

Heinz Schilling (autor de un importante volumen reciente sobre el reformador agustino) “sitúa al reformador de Wittenberg en el contexto histórico de su intervención”, una época que contrasta fuertemente con la sensibilidad actual del mundo posmoderno occidental. Como consecuencias de la Reforma señala una antagonización confesional, pero, al mismo tiempo, el desarrollo de una diferenciación religiosa y cultural.

Erik Borgman pasa revista a las reconstrucciones históricas de la Reforma y sus consecuencias desde el ámbito anglosajón. Tiene un particular interés por recordar a los revolucionarios radicales. Daniel Jeyaraj esboza la historia de la misión protestante en la India, como un ejemplo de las consecuencias de la Reforma más allá de Europa.

Manuel Santos Noya estudia algunos versículos de las cartas paulinas en los que la traducción alemana de Lutero discrepa del original griego y latino (especialmente la de Romanos 3.28, por el agregado de la palabra “sólo”) y sitúa el nuevo texto en relación con la nueva certeza que tenía Lutero del sentido más profundo de la Escritura.

 

Lidija Matoševic retoma el tema de las indulgencias desde la perspectiva de la teología sistemática para mostrar que, en la crítica de Lutero al sistema de indulgencias de su tiempo, es posible advertir dos perspectivas innegociables de la teología medieval: la Iglesia como una comunidad de santos y la solidaridad con los seres humanos que viven en la miseria real.

Ulrich Duchrow aboga firmemente por radicalizar la Reforma como parte de un amplio proyecto de investigación interdisciplinaria. La perspectiva aquí es analizar la crítica radical de Lutero al capitalismo temprano a partir de sus diversos escritos para obtener una crítica radical de la economía desde el horizonte protestante en los tiempos del discurso interreligioso.

El ex presidente de la FLM, el obispo Munib Younan, describe las estructuras fundamentales de esta agrupación, señala sus actuales desafíos y comenta la importancia que puede tener la diferenciación del cristianismo en sus diferentes confesiones también de cara al futuro.

Un aspecto central de la realización de la justicia, en la línea de la justificación por la fe, es la justicia de género y la declaración sobre ella realizada por la FLM en 2015.

Allí se une con el artículo de Elaine Neuenfeldt, quien presenta los resultados de una investigación acerca de la inclusión de las mujeres en el ministerio ordenado que la FLM llevó a cabo entre sus comunidades miembros durante 2015 y 2016.

La autora encuentra desarrollos esperanzadores en muchas iglesias como la persistencia de obstáculos estructurales e incluso de pasos atrás en la apertura plena para la total participación de las mujeres en el ministerio ordenado.

Dorothea Sattler y Jürgen Moltmann escriben sobre el ecumenismo. Sattler esboza los desarrollos acontecidos en el diálogo luterano-católico desde el Concilio Vaticano II, y resume los resultados fundamentales logrados en el diálogo entre la FLM y el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.

 

Moltmann recuerda que “Lutero no invitó a un diálogo, sino que incitó a la disputa”, y defiende, desde una perspectiva protestante, que las grandes cuestiones abiertas, que planteó contra la Iglesia católica romana, pero también entre las Iglesias surgidas de la Reforma, se prolonguen sin temor a las controversias.

Como sucede en cada entrega de esta revista, el abordaje al tema es profundo, enriquecedor y muy sugerente, especialmente debido a que, al tratarse de una celebración que los sectores católicos conservadores ven con recelo, los autores/as convocados exponen sus opiniones sin ninguna limitación.

Esto resulta especialmente llamativo si se observa que el número concluye, en la sección Foro teológico, con otros dos ensayos relacionados con la ordenación femenina: “¿Las abadesas como modelos para el diaconado de la mujer? Comprobaciones históricas”, de Sarah Röttger, asistente científica en la Universidad de Münster, y “Justicia para la vida de la parroquia. El restablecimiento de las mujeres en el diaconado ordenado”, de Phyllis Zagano, investigadora en la Universidad Hofstra, Estados Unidos.

Ambos textos apuntan hacia la posibilidad de superar la cerrazón católico-romana hacia la inclusión de las mujeres en el ministerio ordenado, asunto por demás álgido y polémico.