Cómo Jesús buscó (y salvó) al ‘asesino de la catana’

DMAX entra en el género 'true crime' con 'Yo fui un asesino'. Documental sobre el llamado asesino de la catana, José Rabadán.  Reconstruye el crimen y su vida actual. 

Protestante Digital, Agencias · MADRID · 13 DE NOVIEMBRE DE 2017 · 22:00

José Rabadán con su familia en la actualidad / DMAX,Jose Rabadan, asesino catana
José Rabadán con su familia en la actualidad / DMAX

"Yo fui un asesino". Habla el que fue llamado asesino de la catana. Con 34 años, casado, padre de una niña, broker en la Bolsa y vinculado a una iglesia evangélica, vuelve a la pantalla, en esta ocasión en un trabajo documental creado para la cadena en abierto DMax, que lo estrenará este mes.

"Me llamo José Rabadán Pardo. Maté a mis padres y a mi hermana cuando tenía 16 años. He sido juzgado, condenado y rehabilitado. De las dos primeras hay constancia, pero de la tercera... ¿quién sabe?".

José está actualmente casado, tiene una hija, y está vinculado a una iglesia evangélica en Santander.

Este documental, producido por Cuarzo, muestra por primera vez el rostro y el testimonio de Rabadán desde su internamiento en el año 2000.

Se trata del debut de DMAX, que produce este documental junto con Cuarzo Producciones en el género true crime (crimen real).

La producción "reconstruye el perfil del joven asesino para tratar de averiguar por qué planeó y ejecutó a sangre fría este crimen" en primera persona, mientras que expertos analizarán cómo ha influido la entrada en vigor de la Ley del Menor, de la que fue uno de sus primeros beneficiarios, ya que pasó la mayor parte de su condena en el centro de menores “Nueva Vida”.

Familiares, amigos y vecinos de la familia; policías y periodistas que investigaron y siguieron el caso; psiquiatras que trataron a Rabadán; sus abogados; los pastores de la iglesia evangélica a la que se unió José al salir del centro de menores; y el Defensor del Menor y coautor de la Ley del Menor de 2001, Javier Urra, también participan en “Yo fui un asesino”.

EL ENCUENTRO CON JESÚS

Un muchacho convertido en la prisión de Santander a través de la labor de la ONG evangélica Nueva Vida fue trasladado a la prisión de León desde donde enviaría una carta a José Rabadán en la prisión de Murcia con un Nuevo Testamento y una nota que decía: “A mí, Dios me ayudó, a ti también te puede ayudar; y mi pastor, Julio, también”.

Tiempo después, para sorpresa de Julio García Celorio, recibió de forma inesperada una llamada al móvil de José Rabadán: “Me quedé helado”, dice. El chico le pidió a Julio que fuera a verle al centro penitenciario de Murcia y Julio accedió a ir.

“Aunque cuando le fui a ver me advirtieron que el chico no hablaría, antes de llevar veinte minutos en la celda con él ya estaba conmigo de rodillas orando y pidiéndole al Señor perdón” –explica Julio.

Rabadán tardó aún cuatro años en poder salir de la cárcel e ingresar en uno de los centros de rehabilitación de Nueva Vida en Santander. Lo hizo en 2006. Allí aprendió a hacer frente a la vida de nuevo. Y hasta se sacó el carnet de conducir.

Poco a poco, con la ayuda del círculo del pastor evangélico santanderino, se fue rehabilitando. Un empresario le ofreció trabajo en la construcción y el muchacho se fue a vivir con otros chavales en proceso de reinserción a un piso de la asociación. Y hasta se echó novia.

Hoy, Rabadán es otra persona. Ha vuelto a nacer. Y se ha convertido en una persona reinsertada social y espiritualmente, manteniendo su relación con su “padre espiritual”, el pastor santanderino Julio García Celorio. «El hijo pródigo ha vuelto a la casa del padre», suele decir el pastor protestante. En cierto modo, es su progenitor.

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