El ladrón y el Salvador

Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.

EL SALVADOR · 10 DE NOVIEMBRE DE 2017 · 13:00

,

Es tarde. Posiblemente ya había estado antes en este lugar. Pero hoy es diferente. Hoy estoy crucificado. Finalmente fui sentenciado a la cruz, para avergonzar a mi familia y para ser objeto de burlas. Ladrón, así me llaman y eso he sido.

Pero a pesar de mi reputación y del daño que causé, noto que las miradas no están sobre mí, sino sobre este hombre que está a mi lado. Le llaman maestro, hijo de Dios. Algunos lloran por él, otros lo vituperan... y ahora que lo pienso... creo haber escuchado de Él. Es Jesús de Nazaret, el hijo de un carpintero. Oí que ha hecho bienes y que hablaba del reino de Dios. 

¿Reino de Dios? Recuerdo haber escuchado eso antes, muchos fariseos decían que Dios vendría a salvar a Israel de la opresión de las naciones paganas. Y miradnos ahora, sólo miradnos.

Aunque cuando veo a este hombre, no veo en Él nada más que paz. Es más, hace unos minutos dijo algo tan abrumador: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen". Posiblemente, en verdad sea el Mesías.

Mi cuerpo está tan débil, mi vista aturdida por el calor y el desangramiento. Las burlas continúan, hasta de parte del otro crucificado que está aquí. Le escucho decir: "¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros!". 

Jesús calla. 

- ¿Ni siquiera temes tú a Dios a pesar de que estás bajo la misma condena? Y nosotros, a la verdad, justamente, porque recibimos lo que merecemos por nuestros hechos; pero éste nada malo ha hecho -respondo

Yo merezco estar aquí, soy malo. Pero él, Jesús, Él es bueno. Él es bueno...

- Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino -le digo mirándole.. Su rostro cubierto de sangre, su mirada al cielo. No hay respuesta.

Luego de un momento, con voz suave dice: En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso.

No puedo responder, pero su respuesta me ha hecho suspirar. Hoy estaré con Él, en el paraíso. ¿Por qué esas palabras resuenan tanto en mi corazón? De pronto, esta cruz, esta muerte me sabe a victoria. Encontré lo que finalmente buscaba. O más bien dicho, Él me encontró a mí.

...

"Hoy estarás conmigo en el paraíso."

Si el Señor dice “hoy estarás conmigo”, no necesitamos que agregue otra palabra; porque donde Él está, es el cielo para nosotros. Jesús agregó la palabra "paraíso” para que nadie se preguntara a donde iba.

Piensa en ello, alma sin gracia; vas a habitar con el Todo Deseable para siempre. Ustedes pobres y necesitados, van a estar con Él en su gloria, en su dicha, en su perfección. En donde Él está, y como Él es, allí estarán y serán ustedes. El Señor mira esta mañana sus ojos llorosos, y dice: "Pobre pecador, tú estarás conmigo un día.” Pienso oírlos decir: "Señor, esa es una dicha demasiado grande para un pecador como yo"; pero responderé: “Te he amado con un amor eterno, por consiguiente, con misericordia te voy a atraer a mí, hasta que estés donde yo estoy.[i]

 

Kenson Josué González – Estudiante de Teología – El Salvador

 


[i] Charles Haddon Spurgeon, El Ladrón Que Creyó (Sermón No. 2078, 7 de Abril de 1889)

 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - KENSON JOSUÉ GONZÁLEZ - El ladrón y el Salvador