“Que lo urgente no te impida ver lo importante”

La frase se convierte en una caricatura maleable.

10 DE NOVIEMBRE DE 2017 · 09:47

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He oído esta frase en algunos lugares, incluso en programas de televisión. Se le da mucha importancia, mucha más que al invento de la pólvora. Reconozco que le suena bien al pensamiento y, además, es pegadiza. Sin embargo, cuando más me preocupó fue al oírla por primera vez en una iglesia: “Que lo urgente no te impida ver lo importante”, y ahí quedó depositada la bomba pintada con flores de colores. No pude evitar que me sonara a enredo, a excusa, a distracción, sobre todo que me sonara, con mucha más fuerza, a manipulación.

¿Qué juego de palabras es este?, ¿es un experimento?, ¿un juego psicológico?, ¿no será una estrategia más de poder?

El problema está en quién o quiénes son los que en la Iglesia determinarán la diferencia entre lo que es “lo urgente” -primer concepto de la frase-, que pasaría a ser aplazable porque no corre prisa ya que no es “lo importante” -segundo concepto de la frase-, y “lo importante” que se vuelve urgente. Por lo tanto, esa urgencia para hacer “lo importante”, anula a la primera urgencia. ¿No es verdad que enreda el pensamiento y nos confunde? Bien, pues son los dirigentes los que se otorgan este poder.

Perdonen la insistencia al repetir que cuando la oí por primera vez, vi deseos de manipular a la congregación y querer convencerla de que los dos conceptos son claramente diferenciables. Lo peligroso es que quienes lo decían querían hacer una especie de guerra de ideas, de separación entre lo que la comunidad decidía y lo que decidían ellos. En el caso que comento, ellos se inclinaban por “lo importante” y la congregación por “lo urgente”. Por ejemplo, la necesidad de comer de un miembro era simplemente “lo urgente”, “lo importante” sería, según ellos, construir un comedor social ignorando el hambre presente del hermano. Se le daba prioridad a los proyectos a largo plazo más que al sufrimiento real y momentáneo. ¿Se transforma la Iglesia, entonces, en la construcción de una empresa a largo plazo?

¿Algo urgente no es algo importante y viceversa? Para mí sí. Entonces, ¿a qué viene tanto empeño en separar y confundir?

Estas conjeturas entran en la Iglesia y se afianzan con el único propósito de ir creando  leyes de dominio con fines de servidumbre, pues hay dirigentes muy inmaduros que pretenden otorgar o quitar importancia a los problemas ajenos según su propio antojo, haciendo uso y abuso del poder a través de sus decisiones. 

¿Quién aclara en cada caso lo que es prioritario?, y ¿prioritario para quién?, ¿cuál sería el orden dónde colocar a la justicia?

¿No es curioso? La frase se convierte en una caricatura maleable. Termina configurándose como una preparación, como una lección para que tanto los fuertes como los débiles lo aprendan. Los primeros, para usarla según sus deseos. Los segundos, para ir encaminando aún más sus mentes, aún más si es posible, hacia la obediencia, porque ni siquiera opinar podrán ya que llegarán incluso a perder el derecho a expresarse.

 ¿En qué lugar encajan el amor, la misericordia, la compasión entre “lo urgente” y “lo importante”? En cuestiones eclesiales, en lo que respecta al evangelio y al amor a los hermanos, ambos conceptos se vuelven preferentes.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Tus ojos abiertos - “Que lo urgente no te impida ver lo importante”