Transición

He aprendido a ver los tiempos de transición como la antesala de grandes acontecimientos.

28 DE OCTUBRE DE 2017 · 20:30

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No sé en qué momento de tu vida te encuentras. Yo estoy en una época de transición. Antes no me gustaba esa palabra, porque implica desprenderse de cosas, cambio, soledad, esfuerzo, desgaste… Con el tiempo he aprendido a amar las transiciones o los tiempos de cambio y espera. Tienen su qué cuando aprendes a sacarles partido. Desprenderse de cosas te hace vivir más ligero; la soledad es buena, en su medida y en su momento, para pensar. Los cambios significan lecciones y crecimiento, y el desgaste puede evitarse cuando tienes tu enfoque en el lugar correcto.

En los últimos seis años he vivido en tres países diferentes, en seis casas diferentes. Una al final se acostumbra a estas cosas…

Recuerdo al principio, a la hora de volverse a establecer y empezar de cero, cómo se me hacía más pesado, más lento, me impacientaba que no pasara nada mientras esperaba la llegada del cambio.

Pero en esos tiempos de espera aprendí muchas cosas, sobre todo de manera práctica. Y no vale la pena perder la paciencia, porque al final todo llega en el momento en que tiene que llegar, y mientras esperas te vas ocupando de otras cosas. Mi mente y mis manos se han vuelto más ágiles a la hora de hacer uso de las instrucciones de un alternativo plan B o C. Sin drama.

He aprendido a ver los tiempos de transición como la antesala de grandes acontecimientos. Como tiempo de preparación y, a la vez, de pausa en medio del caos. La transición siempre da paso a nuevos comienzos, y eso me emociona.

Cuando me enteré de que tenía cáncer sabía que iba a tener que tomarme al menos el año entero con calma, con otra actitud, como una transición de una etapa de la vida a otra.

Y aunque sigo en ese estado de espera, en el que se están dando cambios en mi vida, he aprendido a disfrutar del recorrido y sus vistas hasta llegar al otro lado de la situación. 

No sé tú, pero a mí me emociona ese nuevo capítulo lleno páginas en que plasmar nuevos sueños y volver a construir, a edificar, planear y crear. Aunque signifique que todo vaya a ser diferente, es una nueva oportunidad.

Se trata de aprender a disfrutar en el ‘aquí y ahora’ sin desesperarse o ‘pre-ocuparse’ por lo que vendrá o no vendrá.

“Transición es movimiento. De un lado de la vida a otro completamente nuevo. Y puede parecer largo, puede asustar, puede parecer un túnel oscuro, pero tienes que llegar al otro lado, porque lo que allí te espera puede que sea glorioso” – Anatomía de Grey. Temporada 10, Episodio 16.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Cerezas de temporada - Transición