Esclavitud XXI y la lucha contra la trata

Publico un artículo escrito por Dani Banegas, Presidente de Esclavitud XXI, para la revista Sembradoras del año 2014.

22 DE OCTUBRE DE 2017 · 06:45

Revista Sembradoras.,
Revista Sembradoras.

Hace unos días se celebraba el Día Europeo contra la Trata de Personas.

La verdad es que ésta es una lucha día a día, minuto a minuto, para las personas que sufren esta lacra, y para los que luchan contra su erradicación; una lacra que no está aislada de otras como la pobreza, la corrupción, la avaricia, la falta de educación, de valores, etc.

Yo solo repito, pues es un asunto que a muy pocos les es desconocido. Pero resulta que a los cristianos nos interpela más aún cuando recordamos que todo ser humano ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, y en eso se basa la dignidad de dicho ser humano.

Usaré las palabras de Juan Simarro para reforzar esto: "Por tanto, repetimos, la dignidad no va a depender de ninguna circunstancia externa individual, sea riqueza, prestigio humano, poder, raza, lengua, cultura…, sino que es inherente al ser humano. La dignidad es igual para cada hombre, es totalmente igualitaria. Todos los hombres, sean cuales sea sus circunstancias, tienen la misma dignidad. La dignidad humana no se pierde nunca en ninguna circunstancia. Así, cuando hablamos de ladrones de dignidad es sólo para entender el hecho de que hay hombres que atentan contra esa imagen del Dios vivo".

Y digo con Job (31.15): "El que en el vientre me hizo a mí, ¿no lo hizo a él? ¿Y no fue uno y el mismo quien nos formó en la matriz?".

 

Daniel Banegas.

Gracias a Dios podemos hablar de muchos granitos de arena que se suman a esta lucha. En este sentido, y como nada de lo que se hace o dice para ayudar es en vano, publico un artículo escrito por Dani Banegas, Presidente de Esclavitud XXI, para la revista Sembradoras del año 2014, un número dedicado casi en su totalidad a abordar el tema de la Esclavitud en el siglo XXI. De este tema también hablamos en una interesante entrevista que le hice en P+D.

He aquí el artículo de Dani Banegas:

Esclavitud XXI y la lucha contra la trata

Dani Banegas*

¿A qué nos referimos actualmente con trata y esclavitud?

La trata de personas es el crimen organizado de más rápido crecimiento a nivel mundial1. Unos 2’4 millones de personas son traficadas cada año en el mundo2 (el equivalente a 5 aviones jumbo llenos cada día). Los traficantes actúan engañando a las víctimas con permisos de trabajo falsos y sometiéndolas a todo tipo de amenazas y palizas.

Aproximadamente un 36% de las víctimas son obligadas a realizar trabajos forzados, un 6% son víctimas de mafias que trafican con sus órganos o convierten a los niños en soldados o camellos, pero la mayoría de les víctimas (sobre del 58% a nivel mundial y sobre el 63% en Europa, hay estudios que hablan de hasta un 80%) son explotadas sexualmente obligándolas a ejercer la prostitución3.

Desgraciadamente España es uno de los principales países de tránsito y destino de la trata de mujeres para explotación sexual en Europa. España, con unas 400.000 mujeres ejerciendo la prostitución, tiene uno de los índices más altos del mundo de “mujer prostituida por habitante”.

El 86% de estas mujeres han sido abusadas en su infancia4 , según el Informe TIP, el 90 % son víctimas de trata5 y, según la Guardia Civil, al menos 18.000 mujeres son traficadas cada año para ser explotadas sexualmente en España6.

Además, en España, cada día 1.500.000 de hombres pagan para tener sexo7, lo que fomenta la trata de mujeres extranjeras para ser prostituidas aquí.

Una respuesta cristiana ante la trata de personas

Hombres y mujeres de fe en todo el mundo han visto la necesidad de involucrarse en la lucha contra la explotación (sexual o de otro tipo) y ayudar a las víctimas de esta situación.

Por algo los cristianos somos seguidores de Aquel que dijo haber venido a anunciar libertad a los presos... a poner en libertad a los oprimidos (Lc 4:18) y deberíamos imitarlo en toda su forma de ser, no limitándonos a espiritualizar este mensaje.

Como cristianos creemos en un Dios que no solo es justo y ama la justicia (Sal 11:7), no solo llama felices a los que hacen justicia en todo tiempo (Sal 106:3) sino que además nos manda que hagamos justicia, que seamos fieles y leales y que obedezcamos humildemente a nuestro Dios (Mi 6:8) y que esa obediencia consiste, entre otras cosas en levantar nuestra voz por los que no tienen voz, defender a los indefensos y hacerles justicia (Prov 31:8-9).

Así lo han entendido hermanos nuestros a través de los siglos. Posiblemente el principio que más esclavos haya liberado y más injusticias haya combatido en toda la historia es el principio bíblico que dice que todos los hombres son creados a imagen de Dios y por tanto iguales en dignidad.

Por poner algunos ejemplos, William Wilberforce lo usó para convencer a la sociedad británica que acabó aboliendo el tráfico transatlántico de esclavos, Abraham Lincoln para abolir la esclavitud en Estados Unidos, Martin Luther King para defender los derechos de los negros en el mismo país o Desmond Tutu para luchar contra el apertheid en Sudáfrica.

Tener clara la dignidad del ser humano es la clave de todo este asunto, porque cuanto más clara la tengamos, menos nos trataremos y dejaremos tratar como objetos de tráfico o de consumo.

Mucha gente argumenta que ellos no harían nunca una barbaridad como explotar o traficar a alguien, pero hay un paso previo a la explotación, cada vez que menospreciamos, humillamos o ridiculizamos a una persona; estamos haciéndole sentirse menos digna y cuanto menos digna se siente más vulnerable es a ser explotada. Una persona con autoestima baja puede pensar que no sirve para otra cosa más que para ser usada por otros.

Debemos entender que independientemente de lo que hayamos hecho o sufrido, de si hemos sido víctimas o causantes, no hemos perdido nuestra dignidad, porque la dignidad no es algo que nos hayamos ganado nosotros, es esencial a la especie humana porque le ha sido otorgada por Dios. Dios no solo ha dado al ser humano su imagen sino que lo tiene en tanta estima que ha sido capaz de dar la vida de su Hijo por él.

Pero por encima de todo, la persona de Jesús es el ejemplo máximo de la forma en que los cristianos deberíamos tratar a las personas y más concretamente en nuestro caso, a las víctimas de explotación: Jesús ofreció atención física a los enfermos que se acercaban a Él; atención y cura espiritual a todos los que predicó el Reino de Dios o liberó de los espíritus que los dominaban; atención y restauración emocional como a la mujer samaritana cuya vida sexual era desordenada y había vivido numeroso fracasos matrimoniales (Jn 4:1-26); restauración relacional como la que ilustró con el abrazo del padre al hijo pródigo (Jn 15:11-32); todo ello sin dejar de denunciar a aquellos que hacían injusticia y previniendo a la gente de ellos como de los fariseos injustos (Lc 12:1) y ofreciendo una alternativa de relaciones humanas más justas como en el sermón del monte (Mt 5-7).

Aproximadamente el 80% de las personas traficadas en el mundo son mujeres y niñas, y hasta un 50% son menores8. El documental Nefarious, merchant of souls muestra como, de forma aberrante, son los propios padres quienes venden a sus hijas en países como Camboya para ser prostituidas.

Por tanto, un factor clave es hacer ver a las mujeres el valor que tienen, pero también hacérselo ver a los hombres para que las traten con dignidad. Qué mejor ejemplo que el de Jesús para ver cómo daba valor a las mujeres, en especial a aquellas que ejercían la prostitución.

El trato de Jesús a las mujeres prostituidas

En primer lugar hay que tener en cuenta cuál era la situación respecto a la prostitución en el entorno bíblico. Era un mandamiento bíblico el no prostituir a una hija (Lv 19:29), o el no ejercer la prostitución sagrada ni aceptar el dinero conseguido de esta manera (Dt 23:17-18).

El contexto en el que se menciona la prostitución es negativo y como algo despreciable a los ojos de Dios, así se habla por ejemplo de las artimañas de la ramera (Pr 7:10-13a…) donde se usan el engaño y la seducción para fines negativos e incluso la prostitución se usa como tipo o símbolo de las ciudades idólatras, y se explican las técnicas de seducción de las rameras para ilustrar cómo estas ciudades cayeron en la idolatría (Ez 16:15-17, Jerusalén, Nah 3:4, Nínive), teniendo el ejemplo máximo de connotación negativa cuando en Apocalipsis 17 se habla de Babilonia como la gran ramera”.

Teniendo esto en cuenta ¿cuál se supone que debería haber sido el trato de Jesús con quienes ejercían esa práctica abominable a los ojos de Dios? ¿No se esperaría de Él un menosprecio y un rechazo?

En cambio si entendemos que la misión de Jesús era venir a buscar y a salvar lo que se había perdido (Lc 19:10) y que no vino a llamar a justos sino a pecadores (Mc 2:17), entonces entenderemos por qué Jesús trató a estas mujeres de esta manera y tendremos un gran ejemplo para hacer nosotros lo mismo.

La forma de actuar de Jesús sería escandalosa para muchos de sus conciudadanos; tenía mujeres en prostitución entre sus seguidoras, e incluso les dijo a los principales sacerdotes y ancianos que ellas iban por delante de ellos al Reino de Dios (Mt 21:31-32).

No olvidemos que al menos dos de las mujeres de las que descendía Jesús habían ejercido la prostitución; en la genealogía de Jesús en Mateo encontramos a Rahab (1:5), la ramera de Jericó, y a Tamar (1:3), que tuvo un hijo con su suegro vestida de prostituta.

¿No se supone que Jesús tendría que haber tratado a la mujer pecadora de Lucas 7:36-50 como lo hizo el fariseo? Por los detalles que se nos dan, lo más probable es que esta mujer ejerciera la prostitución y además era conocida por ello en toda la ciudad, ¡era una transgresora de la Ley de Dios! ¿Por qué no la condenaba Jesús?

Seguro que la situación debería ser muy tensa, imaginemos si pasara lo mismo en una iglesia en medio del culto, pero Jesús vino a buscar y a salvar lo que se había perdido (Lc 19:10) y a llamar a pecadores (Mc 2:17), y de esta manera la restauró.

Jesús no solo actuó de esta manera con las víctimas, también con los consumidores. Jesús explicó la historia de ese hijo pródigo que se gastó el dinero de su padre en rameras (Lc 15:30), pero que se arrepintió, cambió de vida y volvió al Padre quien lo abrazó, lo recibió y le devolvió su dignidad perdida.

Si somos imitadores de Jesús, las iglesias deberían de ser lugares donde todos los pecadores se sintieran cómodos, no porque se aceptan sus prácticas, sino porque se recibe comprensión y misericordia por más aberrantes que nos parezcan sus prácticas.

Tanto para víctimas como para causantes, la gracia de Dios se manifiesta para ofrecer una nueva vida de perdón y reconciliación a través de Jesús.

Ahora bien, comprensión y misericordia no quiere decir legitimación. Jesús al acoger a estas mujeres (o a cualquier otro tipo de pecador) no está diciendo que la prostitución es una forma de ganarse la vida tan lícita como las otras ni que como vamos a ser perdonados podemos disponer de sus servicios.

Jesús ofrece salvación, perdón y aceptación a cualquier pecador, pero pide arrepentimiento y cambio.

¿Estamos dispuestos a acoger a la gente que Jesús acogía y a luchar por aquellos por los que Jesús luchaba? ¿O nos es más cómodo quedarnos en la iglesia sin complicaciones? ¿Nos diría Jesús que ellos van por delante de nosotros al reino de Dios?

Desde luego no son situaciones ni fáciles ni cómodas, pero todos quieren recibir la gracia de Dios como la recibimos el resto de pecadores.

El trabajo de Esclavitud XXI

Esclavitud XXI, impulsada por la Alianza Evangélica Española, es una asociación que intenta aplicar estos valores y principios cristianos para luchar contra cualquier forma de esclavitud que se esté produciendo actualmente, en especial en España.

Sus principales luchas son la explotación sexual y la explotación que se produce en muchas de las plantaciones en las que se recoge el cacao usado para hacer el chocolate que comemos.

Su trabajo podría clasificarse en los siguientes apartados:

  1. Concienciación, la sociedad debe saber que éste es un tema real y es más cercano de lo que nos pensamos. Esclavitud XXI difunde este mensaje a través de charlas, talleres, proyecciones (en especial del documental Nefarious merchant of souls), redes sociales y prensa, y ha elaborado materiales para escuelas e iglesias que pueden usarse. En especial los adolescentes son una población clave para combatir la trata porque ellos son los consumidores potenciales del futuro y pueden encabezar una nueva generación que trate a las personas con dignidad y no como objetos de consumo, y que entienda que no se puede permitir el convivir con estas situaciones, imitando a generaciones anteriores que hicieron la misma reflexión sobre la lucha de gladiadores o la esclavitud.
  2. Campañas de denuncia y presión como la de petición a los periódicos que retiren los anuncios de prostitución, al gobierno para que aumentase la edad de consentimiento sexual (que logró que ésta pasase de los 13 a los 16 años) o a las marcas de chocolate para que usen cacao certificado que garantice que no ha sido tratado por mano de obra esclava (ante la que algunas marcas han respondido satisfactoriamente).
  3. Prevención en países de origen, en especial la que se realiza elaborando material para los proyectos con los que colabora Alianza Solidaria en Colombia, que son visitados cada 2 años y en los que se advierte del peligro a las chicas y a sus familias y se ofrecen estrategias para detectar el engaño.
  4. Atención a las chicas que ejercen la prostitución en la calle y los burdeles de Torrevieja y trabajando en red con grupos vinculados a Esclavitud XXI como Zona Roja en Barcelona y Proyecto Perla en Málaga, que han conseguido rescatar a varias chicas, así como colaborar con casas de acogida en Madrid.
  5. Propuestas políticas para la elaboración de leyes que sean eficaces para combatir la trata como se ha hecho en Suecia penalizando la compra de servicios sexuales.
  6. Incentivación de un comercio más justo para tratar de evitar las situaciones de esclavitud que hay en muchas plantaciones de cacao o en la elaboración de otros productos como los textiles.
  7. Formación a través de talleres impartidos por expertos y trabajando en red con otras asociaciones.

Esclavitud XXI pretende que cada persona sea un altavoz en su lugar de influencia y por eso se pone a disposición de aquellos que estén interesados en el tema. Para más información se puede visitar www.esclavitudxxi.org o escribir a [email protected]

 

*Es presidente de Esclavitud XXI, donde se dedica, sobre todo, a acciones de concienciación y campañas de presión. Además, es profesor de secundaria en un instituto donde cada año los alumnos realizan un programa, de una semana de duración, sobre la trata de personas, con resultados muy satisfactorios.

 

1 UNODC (Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito).

2 Una Alianza Global Contra el Trabajo Forzado, Internacional Labour Organisation, 2005.

3 Informe Mundial Sobre La Trata De Personas 2012. UNODC (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito).

4 Congreso de los Diputados. Boletín Oficial Cortes Generales, serie A, nº 379 de 24-05-2007.

5 Trafficking in Persons. 2012 y 2013 Departamento de Estado de los EEUU.

6 Informe Guardia Civil. 20 minutos 26-3-2008.

7 Comisión para la Investigación de Malos Tratos. El cliente de prostitución. De invisible a responsable. 2007.

8 Trafficking in Persons, 2007. Departamento de Estado de los EEUU.

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