Gálatas 3:28: “Porque todos sois uno en Cristo Jesús”

Este ensayo tratará varios asuntos relacionados con la interpretación de este texto.

19 DE OCTUBRE DE 2017 · 17:59

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Gálatas 3:28 es uno de los versículos más controvertidos con respecto al debate sobre el rol de la mujer en la Iglesia. De hecho, entre el año 2000 y el 2010 se han escrito alrededor de 30 artículos y libros comentando este versículo, convirtiéndolo en uno de los más comentados en Gálatas (¡de lejos!).1D. Francois Tolmie intenta explicar este fenómeno de la siguiente manera: “La razón por la que este versículo en particular recibe tanta atención parece ser la de que casi todo el mundo que lo lee se queda impactado por las declaraciones (por lo menos algunas) que realiza, percibiéndolas como si tuvieran una relevancia directa en nuestros días. En otras palabras: se percibe a este versículo como si tuviera unas implicaciones existenciales inmensas.”2Este ensayo tratará varios asuntos relacionados con la interpretación de Gálatas 3:28: tras un breve resumen de la posición igualitaria, trataré las interpretaciones históricas de este versículo, y ofreceré una exégesis más detallada del versículo en su contexto, seguida de una conclusión.

 

La postura igualitaria3

En resumidas cuentas, la postura igualitaria ve a Gálatas 3:28, especialmente la parte que dice “no hay hombre ni mujer,”4como la “Carta Magna de la humanidad” que implica un igualitarismo completo entre los hombres y las mujeres.5Esta interpretación del versículo parece inconsistente con lo que Pablo dice en otros pasajes, como 1 Cor 14:34-35 y 1 Tim 2:11-15, pero se le considera como el corazón hermenéutico por el cual se deben interpretar otros versículos.6Otros versículos que parecen limitar los roles de la mujer se suelen interpretar a la luz de las situaciones especiales de algunas iglesias en particular, por lo cual se limita la aplicación de esos versículos de manera que no tiene relevancia para los lectores de nuestros días. Gálatas 3:28, en cambio, se considera un versículo claro en el que Pablo escribe sin tener en mente ningún contexto limitante. El hecho de que Pablo nos habla de nuestra unidad espiritualen Cristo necesariamente implica igualdad social y eclesiástica.7En otras palabras, Pablo no parece estar aboliendo estructuras sociales y eclesiásticas, pero sí que las hace irrelevantes (lo cual, aun así, llevaría a su abolición en última instancia).8

Algunos autores, como R. T. France, toman una “trayectoria” hermenéutica en la cual argumentan que Gálatas 3:28 es el punto álgido de la liberación de la mujer a lo largo de las Escrituras, y que este punto álgido se ha implementado lentamente en la Iglesia y en la sociedad a lo largo de la historia. France explica esta “trayectoria” hermenéutica de la siguiente manera:

Quizás lo que podamos decir con mayor certeza es que Pablo expresa aquí el punto final de la trayectoria histórica que hemos estado trazando… desde la sociedad patriarcal del Antiguo Testamento y del Judaísmo tardío, pasando por las implicaciones revolucionarias y el aún limitado desarrollo de la actitud de Jesús hacia las mujeres, hasta la prominencia creciente de las mujeres en la iglesia apostólica y su ministerio activo. En todos los puntos dentro del período de la historia bíblica la resolución de la igualdad fundamental expresada en Gálatas 3:28 permaneció bajo los límites de las realidades de su tiempo, y aun así la iglesia, cada vez más, fue descubriendo que en Cristo se encontraba la base, y de hecho el imperativo, para la disolución de la discriminación sexual que había prevalecido desde la caída.9

 

Interpretación histórica

Queda por preguntarse cuánto tiempo lleva la iglesia interpretando Gálatas 3:28 de esta manera. ¿La Iglesia siempre ha interpretado este versículo como si fuera la “Carta Magna de la humanidad”? ¿Siempre ha utilizado una “trayectoria” hermenéutica? ¿O es simplemente un fenómeno reciente? La respuesta es clara e indiscutible: no hay ejemplos conocidos de ningún cristiano ortodoxo que interprete Gálatas 3:28 de alguna manera igualitaria hasta la época moderna. Clemente de Alejandría, Hipólito, Atanasio, Hilario de Poitiers, Gregorio de Niza, Juan Crisóstomo, Agustín, Tomás Aquino, Martín Lutero y Juan Calvino: todos ellos han sido estudiados—por complementarios e igualitarios—con respecto al uso que hacían de este versículo, y ninguno de ellos emplea este versículo para argumentar que ya no había distinciones entre los hombres y las mujeres en la Iglesia, con la implicación de que las mujeres podían ser pastoras.10Un autor concluyó su análisis histórico de la siguiente manera: “Al parecer ninguno de estos importantes maestros en la historia de la iglesia pensaba que Gálatas 3:28 abolía la distinción de roles entre el hombre y la mujer en el matrimonio o en la iglesia.”11Por el contrario, todos ellos veían que este versículo atestiguaba del hecho de que tenemos unidad espiritualen Cristo, es decir, que no hay un sistema de castas en el Cristianismo—que todos pertenecemos al mismo cuerpo, el de Cristo, y que por lo tanto todos son iguales, hijos e hijas de Dios.

Este giro en la interpretación parece que comenzó en algún momento del s. XVIII debido a la influencia de la Ilustración.12El s. XVIII vio el incremento de los valores y del pensamiento democráticos, y nos llevó a la idea de que las frases “todos sois uno en Cristo Jesús” y “no hay hombre ni mujer” implicaban tanto una intercambiabilidad funcional como unos patrones de autoridad estrictamente igualitarios y anti-jerárquicos.13Aquí podríamos tener un ejemplo de cuando el mundo se introduce en el pensamiento de la Iglesia. Como Francis Schaeffer dijo en una ocasión: “Dime lo que el mundo dice hoy, y te diré lo que la iglesia estará diciendo dentro de siete años.”14

 

La interpretación de Gálatas 3:28

Aquí presentaré una interpretación de Gálatas 3:28 utilizando la hermenéutica histórico-gramática tradicional. El énfasis recaerá sobre la interpretación del libro, la sección, el párrafo y el versículo.

En cuanto al libro de los Gálatas, la mayor parte de los autores—sean complementarios o igualitarios—reconocen que los dos puntos principales del libro son la justificación por la fe en Cristo aparte de las obras de la ley (i.e., soteriología) y la subsecuente vida cristiana en el Espíritu (i.e., pneumatología).15El énfasis soteriológico puede verse en los primero comentarios de Pablo en Gálatas 1:6-9 donde presenta su queja contra los gálatas por haber abandonado el evangelio de Cristo por “otro” evangelio, es decir, un evangelio falso. El énfasis pneumatológico puede verse en la transición que hace Pablo en Gálatas 5:1 donde comienza a hablar de la libertad que los cristianos tienen en el Espíritu. En cuanto al contexto en el que Gálatas fue escrito, Stanley Stowers nota que el verbo introductor que Pablo utiliza en el 1:6, θαυμάζω(“Estoy asombrado”), constituye a Gálatas como una carta de culpabilización, de la cual un elemento clave es la vergüenza (véase 3:1 “¡Necios!”).16Esto implica que Gálatas se escribió en el polémico contexto en el que Pablo estaba argumentando que su mensaje del Evangelio era correcto y que el de los judaizantes era falso. En otras palabras, notando los paralelos temáticos entre el libro de Romanos y el de los Gálatas, un autor comentó que mientras que Romanos nos dice lo que el Evangelio es, Gálatas nos dice lo que el Evangelio no es.17

El libro se puede dividir en tres secciones principales: en los capítulos 1-2 Pablo elabora una defensa personal (es decir, una apología) de su predicación del evangelio y de su apostolado; en los capítulos 3-4 explica que su predicación del Evangelio consiste en la justificación de la fe sola aparte de las obras de la ley; y en los capítulos 5-6 aplica estas verdades a la vida cristiana explicando la libertad que viene por medio del Espíritu.18

En la mitad de la sección que comprende los capítulos 3-4, el argumento de Pablo se centra en tres figuras bíblicas que representan tres grandes temas teológicos: a Abraham se le conecta con la promesa, a Moisés con la ley y a Cristo con la fe. Por lo tanto, “Sea lo que sea que Gálatas 3:28 quiera decir, sólo puede interpretarse adecuadamente a la luz de estos tres grandes temas teológicos: la promesa, la ley y la fe.”19

En Gálatas 3:7-22 trata la dicotomía que existe entre la promesa y la ley, en la cual demuestra que la promesa que Dios dio a Abraham no se cumplió al darle la ley por medio de Moisés. Pablo da dos razones para esto: la primera, que la ley coloca al hombre bajo una maldición mientras que a Abraham se le dio una promesa, la cual resultaría en bendición (vv. 10-14); la segunda, que la ley vino 430 años después de la promesa, y que por lo tanto no puede añadirse a la promesa original que Dios le había dado a Abraham (vv. 15-19). En lugar de eso, Pablo explica que la ley había sido entregada con el fin de demostrar la extensión del pecado de los hombres,20y para prepararlos para que recibieran a Cristo por la fe (vv. 19-26). Luego, en los vv. 27-29 Pablo llega al clímax de su argumento al establecer que dado que la ley había sido abolida con la venida de Cristo, la promesa de Abraham se cumple ahora en Cristo por medio de la fe, y por lo tanto todo el que cree como Abraham es coheredero junto con él. Mientras que la ley dividía al mundo, la fe en Cristo nos une tanto a Cristo como entre nosotros.21

Este es el contexto en el que el v. 28 se debe interpretar: “No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús” (LBLA).22A lo largo del capítulo 3 Pablo ha estado demostrando que la promesa dada a Abraham era para “todas las naciones” que creyeran. La ley, la cual divide a la humanidad entre judíos y gentiles, esclavos y libres, hombres y mujeres, no puede cumplir la promesa dada a Abraham sino que sirve otro propósito. Por lo tanto, en el 3:26-28 Pablo enfatiza el punto de que con la llegada de Cristo la promesa de a Abraham se cumple y que por lo tanto todospueden creer y tener la misma filiación en Cristo: v. 26: “pues todossois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús”; v. 27: “porque todoslos que fuisteis bautizados en Cristo; v. 28: “todossois uno en Cristo Jesús” (LBLA).23Este pasaje no tiene nada que ver con la “igualdad” en el sentido ilustrado y estrictamente igualitario, de patrones de autoridad no jerárquicos, sino que más bien se refiere al “privilegio universal de filiación en la época presente por medio de la unión con Cristo.”24Cualquiera que sean las distinciones que la ley había introducido en la humanidad son ahora abolidas puesto que la ley ha terminado en Cristo y la promesa se ha cumplido en él también.

Muchos igualitarios estarían de acuerdo con gran parte de la exégesis presentada anteriormente,25pero añadirían un significado más: mientras que el énfasis principal recaería en nuestra unidad espiritual en Cristo, ellos argumentarían que el énfasis secundario recae en las implicaciones sociales y eclesiásticas que se derivarían de nuestra unidad espiritual.26Ellos argumentan que dado que la antítesis entre los judíos y los gentiles había sido desecha casi inmediatamente en la Iglesia, y que la antítesis entre los esclavos y quienes eran libres se había desecho poco a poco a lo largo de la historia de la Iglesia, ahora era el momento de que la antítesis hombre-mujer también llegara a su fin.27F. F. Bruce lo dice poderosamente, “No se deducen más restricciones en cómo Pablo iguala el estatus de los hombres y las mujeres en Cristo que en cómo iguala el estatus de los judíos y de los gentiles, o de los esclavos y quienes eran libres. Si en la vida diaria la existencia en Cristo se manifiesta abiertamente en la comunión de la iglesia, entonces, si un gentil ejerciera tan libremente el liderazgo espiritual en la iglesia como un judío, o un esclavo tan libremente como un ciudadano, ¿por qué no una mujer tanto como un hombre?”28

Se pueden dar dos respuestas. En primer lugar, definitivamente Pablo no entendía que la teología contenida en Gálatas 3:28 tuviera ninguna implicación social. En otros pasajes donde Pablo utiliza un lenguaje de “unidad,” el énfasis siempre recae en nuestra unidad espiritual en Cristo: 1 Cor 12:13; Gal 6:15; Col 3:11.29Y sin embargo, Pablo mantiene las distinciones sociales: entre un esclavo y un libre (Ef 6:5; 1 Tim 6:1; Tito 2:9; cp. 1 Pd 2:18) y entre un hombre y una mujer (1 Cor 11:3-16; 14:34-35; 1 Tim 2:11-15).30Dos textos son dignos de mencionarse. El primero, Col 3:11 es un texto casi paralelo a Gálatas 3:28: “no hay distinción entre griego y judío, circunciso e incircunciso, bárbaro, escita, esclavo o libre, sino que Cristo es todo, y en todos” (LBLA). Y sin embargo unos versículos más adelante, Pablo mantiene las mismas distinciones sociales: entre un hombre y una mujer en 3:18-19 y entre un esclavo y una persona libre en 3:21-4:1.31En segundo lugar, 1 Cor 7:17-24 asume la unidad espiritual de los creyentes (cp. 6:17; 12:1-27) y sin embargo mantiene las distinciones entre los judíos y los gentiles (vv. 18-19), y entre el esclavo y el libre (vv. 21-23).32En otras palabras, aquellos que buscan implicaciones sociales en Gálatas 3:28 hacen algo que el mismo Pablo nunca hizo.33

En segundo lugar, y más profundo, es que los cristianos buscan acabar con las distinciones raciales (entre judíos y gentiles) y de clase (entre esclavos y libres) porque no eran parte del diseño original de dios en la Creación, pero no buscan acabar con las distinciones de género (entre hombre y mujer) precisamente porque sí eran parte del diseño original de Dios en la Creación.34Esto es, la salvación en Cristo no deshace el orden original en la Creación sino que más bien lo redime. En otras palabras, Gálatas 3:28 no borra Génesis 1-2 de la Biblia y lo reinicia con el igualitarismo de la Ilustración, sino que más bien deshace el pecado introducido en Génesis 3 para que los cristianos puedan vivir como en Génesis 1-2 de nuevo. Esto es precisamente por lo que las antítesis judío-griego y esclavo-libre deben ser eliminadas en Cristo, porque son ajenas al marco original de Dios en el orden creativo de Génesis 1-2. Por el contrario, las distinciones entre el hombre y la mujer estaban presentes en Génesis 1-2 y por eso es que Pablo las reitera en otros pasajes y basa sus mandamientos en Génesis 1-2 (cp. 1 Cor 11:8-9, 12; 14:43-35; 1 Tim 2:11-15).35

 

Conclusión

Muchos igualitarios buscan convertir Gálatas 3:28 en el texto central hermenéutico por medio del cual otros textos—especialmente 1 Cor 14:34-35 y 1 Tim 2:11-15—deberían interpretarse.36Este es un razonamiento extraño, si nos basamos en el hecho de que Gálatas no trata de manera directa asuntos relacionados con el género o la organización de la iglesia, mientras que tanto 1 Corintios como 1 Timoteo tratan los dos temas de manera directa y comentan sobre el rol de la mujer en el liderazgo de la iglesia. Thomas Hopko adecuadamente lanza la siguiente pregunta: “¿Es en verdad razonable creer, como muchos lo hacen en nuestros días, que de todas las cosas que se han dicho acerca de la relación entre los hombres y las mujeres en los escritos atribuidos a San Pablo, sea Gálatas 3:28 únicamente…el que establece la verdad de Dios en oposición a prácticamente todo lo que se ha dicho sobre el tema en el mismo cuerpo de literatura?”37La exégesis presentada anteriormente, junto con la interpretación clásica y consistente que otros creyentes han provisto a lo largo de la historia de la Iglesia demuestran que tal hermenéutica no es razonable.38La iglesia está presenciando una presión enorme de capitular ante la presión social, emborronando las distinciones entre los hombres y las mujeres. Que el Señor le de a su Iglesia gracia y sabiduría para ver y proclamar la verdad, la bondad y la belleza de su plan creador, el cual ha sido redimido en Cristo.39

 

1# D. Francois Tolmie, “Research on the Letter to the Galatians: 2000-2010,” AT 32 no. 1 (2010): 118-157, aquí 130. Tolmie cita 29 estudios, pero incluyo el estudio de Tolmie en el total.

2# “Tendencies in the Interpretation of Galatians 3:28 since 1990,” AT 34 Supp 19 (2014): 105-129, aquí 120.

3# Aquí no trataré algunas de las interpretaciones más ridículas de este versículo, como aquellas que argumentan que Gal 3:28 niega Gen 1:27 y que deshace las ordenanzas de la Creación (Wayne Litke, “Beyond Creation: Galatians 3:28, Genesis and the hermaphrodite myth,” SR 24 no. 2 [1995]: 173-178). Es elemental en la interpretación Paulina que Pablo era un judío fiel que nunca habría imaginado que la Creación se negase sino más bien que sólo fuera redimida. Incluso los igualitarios coinciden con esta premisa, ej., N.T. Wright, “The Biblical Basis for Women’s Service in the Church,” PP 20 no. 4 (2006): 5-10, aquí 6.

4# Para los propósitos de este artículo, no analizaré el lenguaje de Pablo cuando dice “hombre ni mujer”. Muchos ven en el lenguaje de Pablo un eco de Gen 1:27, pero coincido con la evaluación de R. T. France de que es difícil ver qué Pablo hubiera querido hacer con ese eco (Women in the Church’s Ministry: A Test Case for Biblical Interpretation [Grand Rapids, MI: William B. Eerdmans Publishing Company, 1995], 89).

5# Paul Jewett, Man as Male and Female (Grand Rapids, MI: William B. Eerdmans Publishing, 1975), 142-147.

6# Ex., Jewett, Man, 142-147.

7# Linda Belleville, Women Leaders and the Church: Three Crucial Questions (Grand Rapids, MI: Baker Books, 2000), 41-42; cp. 181.

8# Gordon Fee, “Male and Female in the New Creation: Galatians 3:26-29,” en Discovering Biblical Equality: Complementarity without Hierarchy, ed. Ronald Pierce y Rebecca Merrill Groothuis (Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 2004), 172-185.

9# Women, 91.

10# S. Lewis Johnson, “Role Distinctions in the Church: Galatians 3:28,” en Rediscovering Biblical Manhood & Womanhood, ed. John Piper y Wayne Grudem (Wheaton, IL: Crossway Books, 2006), 154-164, aquí 155-156; Gesila Nneka Uzukwu, “The Church Fathers’ Interpretations and Modern Exegesis of Gal 3,28c: A Comparative Analysis,” ASE 27 no. 2 (2010): 109-131; Lionel Windsor, “A History of Interpretation of Galatians 3:28,” disponible online: http://www.lionelwindsor.net/bibleresources/bible/new/Philp_Gal3%2728_History_of_Interpretation.pdf (26 sept, 2017).

11# Johnson, “Role Distinctions,” 156.

12# Windsor, “History of Interpretation,” 19.

13# John Jefferson Davis, “Some Reflections on Galatians 3:28, Sexual Roles, and Biblical Hermeneutics,” JETS 19 no. 3 (1976): 201-208, aquí 202. En otra parte él escribe acertadamente: “En los últimos dos siglos… las identidades tradicionales se han erosionado. El reciente impacto del movimiento feminista, la presión de la enmienda por la igualdad de derechos y el movimiento de liberación gay han puesto en duda las interpretaciones tradicionales de los roles de género, así como los fundamentos teológicos y bíblicos que las sostienen” (ibid, 201).

14# Citado en Elisabeth Elliot, “The Essence of Femininity: A Personal Perspective,” en Rediscovering Biblical Manhood & Womanhood, ed. John Piper y Wayne Grudem (Wheaton, IL: Crossway Books, 2006), 394-399, aquí 395.

15# Por citar algunos ejemplos: Johnson, “Role Distinctions,” 156-157; F. F. Bruce, The Epistle to the Galatians (NIGTC 2; Grand Rapids, MI: William B. Eerdmans Publishing, 1982), 2; D. A. Carson y Douglas Moo, An Introduction to the New Testament, 2nd ed. (Grand Rapids, MI: Zondervan, 2005), 473-474. Alguien que se desmarca de esta posición y que es digno de resaltarse es Gordon Fee, quien afirma que la eclesiología y no la soteriología es el “asunto dominante en Gálatas” (“Male and Female,” 174). Sin embargo, parece que no lo pilla: el asunto que se estaba debatiendo en Galacia era cómo entra uno en una relación con Dios por medio de Cristo, y esto es precisamente un asunto soteriológico.

16# Letter Writing in Greco-Roman Antiquity (Philadelphia, PA: The Westminster Press, 1986), 133-134.

17# Johnson, “Role Distinctions,” 157, citando a su profesor Everett Harrison.

18# Johnson, “Role Distinctions,” 157; Peter Schemm, “Galatians 3:28—Prooftext or Context?” JBMW 8 no. 1 (2003): 23-30, aquí 25.

19# Schemm, “Galatians 3:28,” 25.

20# Esta no es la única razón por la que la ley fue dada, pero es la que Pablo da en Gálatas 3.

21# Para una exégesis similar de este pasaje, véase Richard Longenecker, Galatians (WBC 41; Grand Rapids, MI: Zondervan, 1990), 151.

22# Es importante notar que, llegados a este punto, la preocupación principal de Pablo sólo ha recaído en la primera antítesis, la de la distinción entre judíos y griegos (o gentiles). El hecho de que vaya más allá de esta distinción y de que menciona las antítesis esclavo-libre y hombre-mujer ha llevado a muchos a creer que Pablo está dependiendo, de alguna manera, de un texto o de una tradición anterior, como la de la fórmula del bautismo (ej., Longenecker, Galatians, 154-155) o la oración judía en la sinagoga, preservada en t. Ber 7.8, j. Ber 13b, y b. Men. 43b en el que los hombres judíos agradecen a Dios por no ser paganos, esclavos o mujeres (ej., Bruce, Galatians, 187). A mi juicio, la explicación más coherente es la que da Troy Martin, quien argumenta que Pablo está aludiendo a Gen 17:9-14, donde se recoge la institución de la circuncisión y donde de manera específica se menciona a los judíos, a los hombres y a los esclavos. Este es un texto programático para la identidad de los judíos y como tal pudo haber resonado con los oponentes de Pablo y sus simpatizantes en la iglesia de Galacia. El punto débil de su argumento es que Gen 17:9-14 manda que tanto los esclavos como los libres se circunciden, por lo cual se pone en duda cómo Cristo les haría uno si ya fueran considerados como tal en este sentido. Sin embargo, esto podría solucionarse si Pablo estuviera sistematizando este texto junto con otros que hacen una distinción entre esclavos y libres. Véase Troy Martin, “The Covenant of Circumcision (Genesis 17:9-14) and the Situational Antitheses in Galatians 3:28,” JBL 122 no. 1 (2003): 111-125. Sobre un tema distinto, pero también relacionado con el entendimiento del versículo 28, Wayne Walden ha elaborado un fuerte argumento de que el verbo usado en el v. 28, ἔνειμι (“es”), no es una forma enfática del verbo εἰμί (“ser”) sino que llama la atención al asunto que se está tratando y por lo tanto debería traducirse (o entenderse) como “este no es un asunto de si uno es” o “no importa lo que uno es” (“Galatians 3:28 Grammar Observations,” RQ 51 no. 1 [2009]: 45-50).

23# Longenecker, Galatians, 151, 155. Para un uso enfático similar de todos, véase Rom 3:22-23.

24# Johnson, “Role Distinctions,” 157.

25# De hecho, algunos acaban hablando como los complementarios. Por ejemplo, Ben Witherington III concluye su análisis de Gal 3:28 de la siguiente manera: “Esto no nos lleva a un plan que quisiera abolir o ignorar tales distinciones junto con sus ventajas relativas. En efecto, en el contexto adecuado, Pablo está dispuesto a argumentar que todavía hay ventajas al ser judío (cp. Rom 9:4ss.). Es sólo que estas distinciones no tienen la importancia para el estatus espiritual de uno que los oponentes de Pablo parecían reivindicar.” (Women in the Earliest Churches [SNTSMS 59; Cambridge: Cambridge University Press, 1988], 78).

26# Ex., Longenecker, Galatians, 157; Fee, “Male and Female.”

27# Madeleine Boucher hace una observación muy interesante en este sentido: “El hombre moderno, por causa de numerosos y complejos factores influyendo durante los tres últimos siglos, es incapaz de mantener una ideología abstracta de igualdad al mismo tiempo que rechaza su traducción en términos prácticos. (Esto es especialmente claro en el caso de la igualdad racial.)” (“Some Unexplored Parallels to 1 Cor 11,11-12 and Gal 3,28: The NT on the Role of Women,” CBQ 31 no. 1 [1969]: 50-58, aquí 58).

28# Galatians, 190.

29# Otros pasajes donde encontramos el mismo lenguaje de “unidad” son Rom 10:12-13 y 1 Cor 11:11-12, aunque no son tan claros.

30# Herman Ridderbos, The Epistle of Paul to the Churches of Galatia (NICNT; Grand Rapids, MI: William B. Eerdmans Publishing Company, 1953), 149.

31# Hopko, “Galatians3:28: An Orthodox Interpretation,” StVTQ 35 nos. 2-3 (1991): 169-186, aquí 178.

32# Boucher, “Unexplored Parallels,” 56 n. 17. Es crucial notar que 1 Cor 7:21 podría traducirse para que signifique que Pablo estaba animando a los esclavos a adquirir la libertad si la oportunidad se presentara. Es importante notar, sin embargo, que Pablo en ningún momento conecta el cambio social y eclesiástico con la unidad espiritual en Cristo. El esclavo y el maestro ya son uno en Cristo.

33# Martin, “Covenant,” 124. Algunos han intentado argumentar lo contrario tratando de mostrar que hay ejemplos de esclavos que eran pastores en la iglesia primitiva (ej., Bruce, Galatians, 188-189). Sin embargo, no hay ningún ejemplo claro de algún pastor-esclavo. No estoy diciendo que los esclavos no podían o no pueden ser pastores, sino que lo que el intento de los igualitarios de justificar a las mujeres pastoras basándose en los pastores-esclavos falla llegados a este punto.

34# Johnson, “Role Distinctions,” 159.

35# No obstante, se debería notar que algunos igualitarios respeta igualmente el rol que Gen 1-3 desempeña en la teología de Pablo, y sin embargo mantienen su interpretación igualitaria; cp. Wright, “Biblical,” 6.

36# Ej., Bruce, Galatians, 190.

37# “Galatians 3:28,” 182.

38# Johnson dice muy sabiamente “Si la iglesia cristiana ha tenido esta postura durante siglos con la Biblia en la mano, entonces podríamos suponer que existe una buena razón por la que esto es así… Un consenso tan difundido entre creyentes ortodoxos en este sentido no debería abandonarse sin la mayor y cuidadosa consideración por las objeciones, tanto exegéticas como teológicas” (“Role Distinctions,” 164).

39# Me gustaría agradecer a Daniel Moríñigo por traducir este artículo. He hecho algunos cambios ligeros al texto así que cualquier error ortográfico debe considerarse mío.

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