“Mi pasión ha sido sensibilizar sobre la centralidad de la Biblia”

Tras 32 años José Luis Andavert deja su cargo en la dirección de Sociedad Bíblica, que emprende una nueva etapa para enfocarse en la traducción de las Escrituras y el apoyo a la misión en España.

Daniel Hofkamp

MADRID · 09 DE OCTUBRE DE 2017 · 17:24

José Luis Andavert, leyendo públicamente la Biblia en la Plaza Mayor de Madrid, en un acto realizado este año. / MGala,jose luis andavert
José Luis Andavert, leyendo públicamente la Biblia en la Plaza Mayor de Madrid, en un acto realizado este año. / MGala

Desde 1986, José Luis Andavert ha estado al frente de Sociedad Bíblica, una de las entidades evangélicas cuya labor de distribución y traducción bíblica en España ha acompañado a los evangélicos desde hace casi dos siglos.

En una carta dirigida a los “hermanos y amigos de la obra bíblica”, José Luis Andavert anunciaba los cambios que afronta la entidad y que implica dejar paso también a otros en las labores de dirección. “Sociedad Bíblica sigue adelante, yo no soy imprescindible”, explica en una entrevista concedida a Protestante Digital, donde repasa estos 32 años de ministerio “con gran satisfacción”.

Para Andavert, pastor bautista, es un desafío que la Biblia sea “central” tanto en la vida de los creyentes como en la iglesia. Por ello, confía que la labor de Sociedad Bíblica continúe ayudando a los evangélicos a leer, compartir y vivir la Biblia.

Pueden escuchar la entrevista íntegra al final del texto.

 

P. ¿A qué se debe esta salida de Sociedad Bíblica?

R. En el año 2006 entró en España una fuerte crisis económica que afectó a todos los niveles, y entre ellos también al sector del libro, y de ello no escapó el sector del libro evangélico. Se calcula que bajó el nivel de distribución en un 40%, que es una cantidad muy elevada. Algunos dicen que esto se debe a que, igual que había una burbuja inmobiliaria, también había una burbuja editorial. Eso nos afectó mucho.

La crisis económica general, muchas editoras y distribuidoras en Estados Unidos editan biblias en español, con lo que muchos editores o distribuidores en España empezaron a adquirir sus biblias en estas distribuidoras y editoras en Miami. Todo esto, junto con la crisis económica, implicó que nos resintiéramos bastante económicamente en una reducción de la distribución bíblica. La distribución onerosa, el beneficio lo dedicamos a la obra misionera. Pero también se redujeron mucho las entradas por donativos. Sufrieron una caída del 30% desde el 2006 hasta ahora. Todo esto fue creando una situación económica difícil.

 

José Luis Andavert fue nombrado director de la Sociedad Bíblica de España el 1 de abril de 1986.

Por todo ello, llevamos unos años en los que el consejo de dirección se ha planteado una reubicación en el mundo evangélico y en nuestro ministerio. Tenemos que analizar cual debe ser el papel de una Sociedad Bíblica mirando al siglo XXI.

Esto, que algunas Sociedades Bíblicas ya han hecho en otros países, era para nosotros una asignatura pendiente. Teniendo en cuenta que en España trabajamos en un contexto de mayoría de la población católica o agnóstica, se nos presenta un contexto de misión y evangelización.

Por ello, revisamos cuál fue la función nuclear de la Sociedad Bíblica en su origen: la traducción y la revisión de la Biblia. Así que primero, consideramos que tenemos que tener la Biblia en todas las lenguas oficiales del territorio español. El segundo aspecto que motivó a la SB fue la difusión de las Escrituras. No olvidemos el papel que cumplieron los colportores en el siglo XIX y en los inicios del siglo XX, viajando por todo el país para dar la Palabra de Dios e incluso fundando iglesias a través de la distribución de las Escrituras.

Por tanto, consideramos que debemos volver a nuestra razón de ser: traducción de las Escrituras y obra misionera con las iglesias. 

Lo que tiene que ver con la distribución de Biblias, dejarlo más para las librerías y las distribuidoras evangélicas. Pensamos en mantener tener un servicio online, todobiblia.com, seguiremos sirviendo Biblias a través de Internet. Pero nos vamos a centrar en la traducción y en los proyectos misioneros. Por ejemplo, ediciones económicas para evangelización, Biblias, nuevos testamentos, evangelios, materiales para cárceles, para la pastoral en hospitales, para refugiados, para personas maltratadas… Nos vamos a centrar sobre todo en la tarea misionera.

Esta reflexión del consejo de dirección planteó una reestructuración completa. Esto es lo que explicamos en el comunicado. hemos hecho un plan de reestructuración que implica la externalización de algunas de las tareas que hacíamos hasta ahora con personal propio. Vamos a reducir personal, con lo que reduciremos gastos fijos, para centrarnos en la tarea misionera. Esto implica una reestructuración importante. Excepto dos o tres personas, el resto salimos de Sociedad Bíblica y así empieza una nueva etapa. Esto es lo que motiva que un sevidor y varios saldremos de la entidad para que se pueda centrar los elementos fundamentales de la misión.

 

P. ¿Qué estrategias se plantean en el campo de la traducción?

R. Si hablamos de las diferentes lenguas cooficiales en el estado español, Sociedad Bíblica hace algunos años que editó la Biblia en euskera. Seguimos potenciando que aquellas iglesias que quiera usar el esukera para la proclamación de la palabra en contextos euskaldunes puedan hacerlo. De hecho estos días hemos presentado el Nuevo Testamento en audio, como una herramienta más para fortalecer la misión de las iglesias. En catalán tenemos la Biblia de la traducción interconfesional. NUestra versión es en un catalán normativo, un tanto elevado; y estamos estudiando con el Consell Evangèlic el trabajar una edición de la Biblia con un texto en un catalán más popular. Probablemente el año que viene empecemos a trabajar en ello.

La tercera lengua cooficial, el gallego, estamos con un proyecto de hacer el Nuevo Testamento, y luego el Antiguo Testamento. Está un poco a trancas y barrancas, pero estamos en ese proyecto.

 

Con un ejemplar del Nuevo Testamento en fala, una de las lenguas de la Península en las que ha colaborado Sociedad Bíblica. / SB

Estamos terminando, de hecho ya estamos en la última etapa, la traducción a una lengua no oficial, pero sí protegida, el asturiano. Algunos se preguntan por qué. La razón es que hay personas a las que les gusta tener el texto bíblico en su idioma nativo, aunque lo habla poca gente. También hemos encontrado sectores de la cultura en Asturias que han estado dispuestos a cooperar económicamente para que las Escrituras esté en asturiano. Esperemos que esté finalizado a finales de este año.

En cuanto al castellano, tradicionalmente es cierto que se utiliza Reina-Valera del 60. Estamos haciendo una revisión de Reina-Valera, que se llamará Reina-Valera 2017, con motivo del 500 Aniversario de la Reforma. Porque aunque esta versión de la Biblia sea la más usada, ya tiene más de 50 años. Lo que hemos hecho es ir de nuevo a la Biblia del Oso, a la Biblia del Cántaro. Decidimos así hacer una revisión que mantenga el sabor de Reina-Valera, pero adecuándolo a la normativa ortográfica de nuestros días y actualizando algunos giros. Es verdad que salió hace algunos años una revisión, la del 95, pero no tuvo mucho calado. Es una revisión de un texto clásico del Siglo de Oro, pero tampoco será demasiado diferente, porque dejaría de ser Reina-Valera. Esperemos que esté finalizado para el primer trimestre de 2018.

Estamos ya terminando también la tercera edición de la Biblia La Palabra. Esta ha sido nuestra última traducción, y creemos que es clara, fiel y bella. Tal vez por ser una traducción más basada en el sentido que en la literalidad, hay personas que rechazan la no literalidad. Pero creemos que es una traducción fiel, hermosa, y vamos a sacar la tercera edición. Han pasado seis años desde 2011, y hemos recogido sugerencias y críticas. Una traducción es un esfuerzo nunca terminado. Hemos recogido algunas opciones que las hemos puesto en nota, como por ejemplo el uso del término justificación en Romanos. Hemos puesto en nota algunas otras traducciones de Génesis 1, ya que algunos también les incomodaba que desapareciera la palabra espíritu. Es decir, hemos intentado recoger con honradez intelectual aquellas opciones que nos parecían adecuadas a la traducción, que no traicionaran el espíritu de la traducción, pero que pudieran ayudar a la aceptación, ya que son factores a tener en cuenta.

Otro de los proyectos es el lanzamiento de una edición de la Biblia, Traducción en lenguaje actual, que ya está en Latinoamérica, pero hemos hecho una revisión para España, para que los usos del lenguaje se ajusten a nuestro idioma. Es una Biblia con un lenguaje muy sencillo, usando no más de 4.000 vocablos, pensando en niños o en adultos no acostumbrados a la lectura. Estamos en el proceso de hacer una última lectura con pedagogos y personas que trabajan con niños, para que el nivel del vocabulario y las estructuras sintácticas estén adaptadas a su uso. Entonces, ¿por qué tantas traducciones? Porque en una lengua tan extendida como el español, trabajamos en cuatro niveles lingüísticos: el más básico, 4.000 vocablos, sería esta versión; el nivel popular, que es el del periódico del día, unos 8.000 vocablos, la versión Dios Habla Hoy. Luego tenemos la literatura clásicá, unos 16.000 vocablos empleados en la versión Reina-Valera. Y finalmente, tenemos La Palabra, que es una traducción en la que se ha usado toda la riqueza de la lengua española, con unos 35.000 vocablos al servicio de la traducción bíblica con el objetivo de ser precisos y eficaces en la comunicación.

 

P. En estos 32 años, ¿qué destacarías en esta larga etapa?

R. Ha habido luces y sombras. Son 32 años, más el tiempo que seguiré ahora en la reestructuración, es toda una vida ministerial. La parte más importante a la que he dedicado esfuerzos es a la traducción bíblica. He participado en quince proyectos de traducción como adaptaciones, revisión de textos… La parte académica ha sido una de las que más satifacción me ha dado, junto al trabajo con los pastores y las iglesias. Mi pasión es pastoral. Soy un pastor bautista que fue invitado a dirigir la Sociedad Bíblica sin saber mucho donde me metía, pero me he dedicado a todo el pueblo evangélico español, e incluso más. He trabajado también entre parroquias y comunidades católicas animándoles a descubrir la Palabra de Dios. Ha sido la pasión de estos 32 años, que la Palabra de Dios corra y sea florificada. Este es el texto con el que comencé mi ministerio en Sociedad Bíblica.

Marcaría algunas cuestiones. La que me llevo más cerca del corazón es el haber contribuido a que la Biblia esté en todas las lenguas oficiales del territorio español. Es de lo que me siento más feliz, porque es un legado que quedará por años. Y como entidad de tradición protestante hemos llegado a afectar la tradición católica en el texto bíblico. No olvidemos que la biblia catalana se hizo en un contexto interconfesional, y siendo nosotros una minoría, trabajamos con biblistas evangélicos. Lo mismo ocurre con la Biblia en euskera. Y ambas son las biblias que utiliza oficialmente la Iglesia Católica en estas lenguas.

La segunda cosa que destacaría es, al menos ha sido nuestro esfuerzo, sensibilizar sobre la centralidad de la Biblia en la misión y vida de la iglesia. En estos años hemos hecho incluso algunas consultas sobre este asunto. Una de las cosas que más me apena es el analfabetismo bíblico y la falta de la centralidad de la Biblia en el púlpito. Hemos promovido la semana de la Biblia, exposiciones, visitando iglesias, enseñando, exhortando a los pastores a entregar la gente. Esta ha sido mi pasión, aunque a veces no lo haya sabido explicar suficientemente.

Las nuevas iglesias que han ido surgiendo, algunas de caracter neo-pentecostal, tienen otras formas de culto, donde parecería que la Biblia no es tan central y ha sido desplazada por la adoración y la alabanza, que no estoy en contra de ello. Pero creo que deberíamos revisar esto en el contexto amplio del movimiento evangélico.

El hecho de ver a miles de evangélicos, de iglesias, que se han sumado a las acciones misioneras con sus donativos y ofrendas. Esto ha sido clave. Gracias a ellos hemos podido hacer Biblias para estar presentes en la misión de la iglesia.

Lo que me apena es que a veces algunos piensen en Sociedad Bíblica como alguien que solo vende biblias. Eso es lo que se ve en la superficie, pero no es nuestra misión fundamental. La traducción y la misión es lo que más satisfacción me ha dado en estos 32 años. 

Si tuviera que repetir, repetiría. Solo lo que no repetiría, es la mala pasada de no atender adecuadamente a mi familia. Puedo decir que mi familia ha vivido de cerca mi pasión. Sin ellos habría sido muy difícil.

 

José Luis Andavert y su esposa Dámaris, junto a Harold Segura. / SB

P. ¿Qué pedirías a las iglesias, o a los creyentes, a la hora de pensar en Sociedad Bíblica?

R. Nos hemos reestructurado. Sociedad Bíblica sigue adelante, yo no soy imprescindible. Seguiré colaborando en este proceso de transición. Tampoco cerramos. Es verdad que dejamos de tener tienda al público. La sede estará en los previos de la Fundación Federico Fliedner, en Madri (C/ Bravo Murillo 85). Desde allí serviremos a todo el mundo. Nos parecía idóneo estar en el contexto de una organización protestante más amplia. Y lo que pediría es hacer que la Biblia sea el centro de la vida y de la misión. Para eso debemos hacer que la Palabra de Dios el centro de nuestra vida personal, con nuestra devoción diaria en torno a la Palabra, haciendo que esta se encarne en nuestra forma de ser, de obrar, en nuestra pastoral, en nuestro convivir diario. De esta forma la Biblia vendrá a ser el centro de la iglesia, para que esta viva a la luz de la Palabra de Dios. En este año que conmemoramos los 500 años de la Reforma Protestante recordemos que si la Palabra de Dios es el centro, esta nos va a guiar a Jesucristo. Es la espada del Espíritu y es fundamental.

Si esto se hace, Sociedad Bíblica pide apoyo para que la palabra de Dios corra, llegue a muchas personas. Entregar la Biblia a la gente la Palabra es importante. 

Por eso me he sentido tan feliz de servir al Señor en este ministerio. A quien he servido es al Señor en medio de su pueblo desde la Sociedad Bíblica. Espero que muchos apoyen esta obra que desde 1836 ha sido un instrumento para que muchas personas puedan conocer a Jesús como Señor y Salvador, que es lo que importa.

 

El equipo de Sociedad Bíblica. /SB

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