Una tarde de sábado

—¡Vale!— Dijo el muchacho— yo me apunto a esa celebración, pero ¿qué necesitamos para llevarla a cabo?

17 DE AGOSTO DE 2017 · 17:00

Foto: Sole d'Alessandro (Unsplash, CC),
Foto: Sole d'Alessandro (Unsplash, CC)

Transcurría aquella tarde de sábado con una pastosa levedad, únicamente compensada por la calidez hogareña. La familia al completo comenzó a hacer propuestas para escapar en lo posible de aquel impasse.

—Necesitamos cambiar la alfombra del comedor ahora que se acerca el frío, estaría bien que fuésemos a los grandes almacenes— dijo la madre.

— Yo tendría que comprar una jaula más grande para el hámster— continuó la hija.

—Yo necesito ropa deportiva porque la que tengo se ha pasado de moda— siguió el hijo.

—Os propongo una celebración— remató el padre.

—¡Bien! ¡Vale!

—¿Y qué celebramos? — se apresuró a preguntar la hija.

—Pues vamos a celebrar… ¡que no necesitamos nada! — dijo el padre.

—¡Baaahhh! — protestaron al unísono.

—¡Vale!— Dijo el muchacho— yo me apunto a esa celebración, pero ¿qué necesitamos para llevarla a cabo?

Sin acuerdo posible, la escena familiar continuó en los mismos términos, cada cual con sus quehaceres y unidos espiritualmente por el fondo musical de la radio. Tampoco estaba tan mal aquella tarde.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Cuentos - Una tarde de sábado