FTL jóvenes: ‘otra voz, nuevos espacios’

La colombiana Viviana Machuca compartió el “juvenicidio“ que atenta contra la vida y la dignidad de las y los jóvenes, y el “juvenilismo” que los rodea un mesianismo ingenuo y triunfalista.

LIMA · 18 DE JULIO DE 2017 · 07:00

Foto de grupo del encuentro de jóvenes de la FTL,FTL jóvenes
Foto de grupo del encuentro de jóvenes de la FTL

Bajo el lema “Juventudes: otras voces, nuevos espacios” durante el 8 y 9 de julio se realizó la Consulta anual de la Fraternidad Teológica Latinoamericana en la Casa Metodista de Lima, Perú.

Como un evento “histórico” fue descrita la Consulta de la Fraternidad Teológica Latinoamericana por su Comité Directivo presidido por Eva Morales. Es la primera vez que el tema y casi todos los asistentes fueron jóvenes. Con una respuesta también sorpresiva, casi 80 personas de varios países de América Latina compartieron dos días de reflexiones y debates.

El primer día comenzó con la presencia y las palabras de los miembros mayores de la FTL Sydney Rooy, Pedro Arana y René Padilla quien animó al auditorio a reconocer la soberanía de Cristo sobre la totalidad de la creación y la totalidad de la persona. El mensaje del peruano Pedro Arana se centró en la importancia de ver la amistad como un don de Dios y en no perder de vista la suprema autoridad de las Escrituras. De los tres, fue Sydney Rooy quien, a sus 90 años, participó activamente tomando notas de las ponencias e involucrándose en los juegos y las dinámicas implementadas, dando con ello un poderoso ejemplo de humildad, alegría y compromiso.

Luego, a ritmo de la canción “Latinoamérica” de Calle 13 y de Isaías 65, Eva Morales orientó la reflexión devocional sobre la pregunta “¿Cuáles son los sueños de Dios para América Latina?”. El primer bloque de diálogo donde participaron Jeferson Rodríguez de Colombia, Victoria Cesari de Uruguay y María Alejandra Andrade sacó a la luz palabras que fueron una constante en las jornadas: adultocentrismo, rupturas y, claro, juventud.

El llamado de Jeferson a “subvertir la callosidad dicotómica” de las instituciones (especialmente de la iglesia) fue matizado por el desafío presentado por Victoria en forma de pregunta: “¿cómo nos miramos?” y, más aún, “¿realmente nos estamos mirando?” A estas interrogantes y retos, los participantes reaccionamos con emoticones, tuits o wikis. Así, e incluyendo las preguntadas formuladas a través de Facebook, el evento intentó incorporar el lenguaje de las redes sociales a toda la Consulta.

 

Sydney Rooy, René Padilla y Pedro Arana

Por la tarde del sábado, escuchamos las participaciones de Jocabed Solano, quien habló desde el pueblo Kuna de Panamá recalcando la importancia de escuchar las narrativas de los otros antes de inculcar violentamente cualquier mensaje; asimismo Priscila Barredo urgió a denunciar la discriminación en contra de las mujeres y a recuperar sus memorias y sus vidas. Por último, Juan Fonseca compartió su experiencia en la Comunidad Cristiana Inclusiva El Camino llamando a un avivamiento hermenéutico donde a nadie se le niegue la oportunidad de buscar y de acercarse a Dios y a la Biblia.

 

REVALORAR EL LEGADO DE LA FTL

El segundo día, Edesio Sánchez comenzó el devocional llamando a ejercer una tarea profética acorde al mensaje bíblico. A partir de un examen cuidadoso de la figura de Sofonías, se observaron los elementos que debe tener todo mensaje profético: la denuncia, el mensaje de juicio y el mensaje de esperanza. Las mesas de diálogo empezaron con el brasileño Robinson Jacinto, Eva Morales y Edesio Sánchez abriendo la discusión en torno al término “Misión Integral”, que fuera introducido por René Padilla en su libro homónimo y que hoy se considera uno de los aportes más valiosos de la FTL. Mientras que Robinson evaluó las recientes discusiones a través de redes sociales que ha habido a partir de un sugerente texto de Harold Segura, Edesio Sánchez llamó evaluar la vigencia y utilidad del concepto a la luz del mensaje bíblico y a no encasillarse en etiquetas sino a actuar a partir de cada contexto específico.

Ya en la tarde, el brasileño Isaac Palma sugirió en su ponencia a desechar el término “misión” por sus connotaciones coloniales, jerárquicas y violentas, y a optar por un término mucho más horizontal e inclusivo como “encuentro”. Nicolás Panotto, en cambio, instó a los participantes a reconocer la ambigüedad de toda postura y, desde esa actitud crítica, comenzar a construir. La colombiana Viviana Machuca compartió una de las ponencias más lúcidas al presentar una posición crítica sobre las juventudes evitando los polos antagónicos: por un lado, el “juvenicidio “que atenta contra la vida y la dignidad de las y los jóvenes, y por otro el “juvenilismo” que los rodea un mesianismo ingenuo y triunfalista. A partir de una relectura de la historia de “Ananías y Safira” (Hechos 5:1-11) Viviana llamó a las y los jóvenes a mantenerse despiertos y vigilantes y a defender la dignidad de los demás.

La Consulta finalizó con evento simbólico en el que un representante de cada país encendió una vela con la que se comprometió a ser luz y sal en su respectivo contexto.

 

¿LOS NUEVOS JÓVENES DE LA FTL?

 

El sueño de Dios para Amércia Latina. Una de las dinámicas de la Consulta

La FTL, el mismo Comité Directivo lo reconoce, busca reinventarse continuamente y, a través de esta Consulta, ha intentado escuchar a los y las jóvenes, fortalecer vínculos intercontinentales y crear nuevas redes de trabajo.

Sin embargo, la diversidad de juventudes de la que habló tanto Viviana Camacho como María Alejandra Andrade no se visibilizó en las y los asistentes ni en sus reacciones a las ponencias. No sin razón, Juan Fonseca señaló incisivamente la cobardía que existe para abordar con madurez y discutir abiertamente en espacios evangélicos temas como el de la diversidad sexual. Asimismo, en cuanto a la revaloración de la historia evangélica latinoamericana y la relectura de algunos de sus conceptos, se echa de menos un análisis más agudo que supere el adultocentrismo que suele esgrimirse, lastimosamente, con tanta facilidad; también se hace necesario asumir una recepción crítica de los aportes de las otras disciplinas en vez de adoptarlos con pasividad.

Finalmente, el espacio de la iglesia local, en el que tanto Edesio Sánchez como Pedro Arana estuvieron de acuerdo al señalar la necesidad de no abandonarlo, representa una de las coyunturas más visibles en las historias de vida de las y los jóvenes. Ante él, se abre un abanico de palabras para remplazarlo y revitalizarlo (siendo el de comunidad de fe el más empleado) y surge también la alternativa de dejar atrás ese espacio en busca de nuevos lugares desde donde construir la vida cristiana.

Los nuevos jóvenes de la FTL tienen/tenemos una tarea no muy disímil a la que tuvieron los llamados “patriarcas” y “matriarcas” hace más de 45 años: ser un espacio que propicie la reflexión crítica y autocrítica —reconociendo sus contradicciones como institución—, que busque superar creativamente los escollos del academicismo y del voluntarismo, al mismo tiempo que facilite la comunicación de esfuerzos por hacer de América Latina un lugar más parecido al Reino de Dios que predicara y viviera Jesús hace más de 2 mil años.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Actualidad - FTL jóvenes: ‘otra voz, nuevos espacios’