"El manuscrito de ó, el vidente, la Magdalena", por Lars Muhl

La Magdalena del autor danés Lars Muhl nada tiene que ver con la tierna figura femenina que aparece en los cuatro Evangelios inspirados.

23 DE JUNIO DE 2017 · 06:20

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Imaginación:

            Invento.

            Fábula.

            Quimera.

            Capricho.

            Utopía.

            Engaño.

            Volatería.

 

Leyenda:

           

            Cuento.

            Folletín.

            Comedia.

            Embuste.

            Bulo.

            Paparrucha.

            Mentira.

Todos los sinónimos derivados de los vocablos “imaginación”, “leyenda” y “novela”, más otros que he omitido, son perfectamente aplicables al libro que estoy comentando del autor danés Lars Muhl. Mero folletín, pura farsa, patraña bien urdida.

Y extraño. Extraño libro este que no aclara dónde es autobiografía, donde pura novelería, donde habla María Magdalena y dónde lo hace María de Betania. En algunas páginas de las dos mujeres hace una, que en ocasiones parece ser Magdalena y en otras la hermana de Marta y Lázaro. Mi conclusión es que de la página 168 a la 406 la protagonista es María Magdalena. En ocasiones se refiere a una tal Mary, simplemente Mary, a la que hermana con Lázaro y Marta. La tal Mary apenas tiene protagonismo en la fábula. Luego si esta Mary es la más pequeña de las dos mujeres que vivían en Betania con el hermano resucitado, cada vez que aparece el nombre de Mariam en la novela, llamada en ocasiones “Mariam de Magdala”, el lector deduce, sin átomo de duda, que el escritor danés apunta hacia María Magdalena.

Sus apuntes biográficos, que los editores reducen al mínimo en la contrasolapa del libro, parecen manipulados. Dicen que nació en Aarhus, Dinamarca, no se sabe cuándo. Añaden que empezó a tener visiones a la edad de diez años. Una misteriosa enfermedad “que ni la medicina tradicional ni la alternativa, supieron diagnosticar, lo dejó postrado en cama durante dos años”.

Kirsten Puggaard, editora de Lemuel Books, escribe una introducción de cinco páginas al libro de Muhl. Afirma que a los 15 años, no cuenta por qué precisamente él, el autor danés recibió por correo un libro sobre estudios esotéricos escrito por el santón Hazrat Inajat. A partir de este libro, los estudios esotéricos de Lars Muhl se prolongarían a lo largo de toda su vida.

En 2013 se publicó en Dinamarca la primera edición del tomo que estoy comentando con el título general de “El manuscrito de O”, donde se incluyen dos libros: “El vidente” y “María Magdalena”. En las 32 páginas finales del cuento se añaden cinco apéndices: “Alaska-Los archivos cósmicos”, “La prostituta sagrada”, “Las encarnaciones de Mariam Magdalena”, “Las encarnaciones de Yeshúa el Nazareno” y “El mito del Santo Grial”.

Cargándose en dos líneas la verdadera y única historia de la Biblia, historia divina, el autor hace decir al llamado vidente: “Yeshúa (Jesús) no era nada. Lo manipularon y lo usaron en la lucha por el poder. Eran los apóstoles los que llevaban la voz cantante”. En otro lugar del libro el autor enfrenta a Jesús con Juan el bautista. Los judíos de la época, dominados por el poder de Roma creían que “los dos elegidos, Yeshúa (Jesús) y Yohannan (Juan), eran idóneos para los papeles de Mesías Rey y Mesías Sacerdote. De este modo se querían evitar rencillas entre los distintos grupos. Y ahora pasa todo esto. Yohannan no reconoce a ningún poder superior, y Yeshúa está más interesado en combatir a los romanos que en cumplir su destino”.

Lars Muhl presenta en su libro a María Magdalena como el arquetipo más extraordinario del poder femenino y como personaje histórico que ha causado un gran impacto en las artes, la religión y la literatura. Pero al mismo tiempo falsea su historia. La Magdalena del autor danés nada tiene que ver con la tierna figura femenina que aparece en los cuatro Evangelios inspirados. Acierta Muhl cuando afirma que “en el Nuevo Testamento no se afirma en ningún momento que María Magdalena fuera una prostituta”. Pero supera la realidad cuando pretende hacer de Magdalena una poderosa vidente, con una sabiduría esotérica que superaba a la de Pedro. “En el diálogo con el Salvador –escribe Muhl- se la ensalza no sólo como vidente, sino también como el apóstol que superaba a todos los demás. Era la mujer que conocía el univers. Erala compañera de Yeshúa –añade- la compañera del Salvador es María Magdalena. Él la amaba más que a todos sus discípulos y la besaba en la boca”.

El Nuevo Testamento tiene 27 libros. ¿En cuál de ellos apoya el autor danés semejantes disparates, tamañas abominaciones, dignas de pecado mortal?

Lars Muhl, que llama al Nuevo Testamento “mitología cristiana”, se une a Dan Brown y a su “Código Da Vinci” al interpretar que en el famoso cuadro del genial pintor italiano, “La última Cena”, la mujer bella y tímida sentada a la derecha de Jesús es María Magdalena, que jamás se apartaba de él. Y al igual que otros autores, sostiene que tras la muerte de Jesús Magdalena se trasladó a Francia. Dice: “María Magdalena llegó a Francia trayendo todo su conocimiento”. Convertida, según la mente calenturienta del autor en sacerdotisa esotérica, fundó un movimiento secreto en el sur de Francia. Y, en su desvarío, añade: “Mariam de Magdala fue la verdadera fundadora del cristianismo esotérico”. ¡Pobre Magdalena, cuanto juego con su figura!

Hay más. Donde el señor Lars Muhl, si se llama así, blasfema, profana y comete verdadero sacrilegio, que avergonzaría a los de menos vergüenza, es cuando trata de las relaciones entre Jesús y María Magdalena. Al tema le dedica doce páginas. La crudeza del texto, que me niego a transcribir, sonrojaría el mismo marqués de Sade, dejaría al Kamasutra en un cuento para niños, reduciría a la incestuosa y pornográfica cubana Anais Nin en una caperucita roja y habría que añadir un nuevo capítulo a la novela erótica de la británica E.L. James “Cincuenta sombras de Grey”.

No entiendo cómo un autor, a menos que haya pasado parte de su vida en una institución psiquiátrica, puede escribir semejantes salvajadas sobre las relaciones entre Jesús y María Magdalena.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - El punto en la palabra - "El manuscrito de ó, el vidente, la Magdalena", por Lars Muhl