Remembranzas. Mujeres de fe

Muchos de ellos nos dejaron el tesoro que traían en sus almas y voluntades, el evangelio

ESPAÑA · 15 DE JUNIO DE 2017 · 15:26

Insituto Internacional, Madrid,
Insituto Internacional, Madrid

Visité la exposición en la Biblioteca Central de Santander “Mujeres en Vanguardia” con motivo del día internacional de la mujer. Me detuve en los paneles que ilustraban la historia de la Residencia de Señoritas, de 1915, y me sorprendió comprobar las tremendas lagunas y sesgos de información en el relato histórico de sus orígenes.

No mencionaban que dicha institución tuvo influencia cristiano-protestante en su comienzo y en su andadura, al amparo de la República española ya extinguida, lo cual refleja perfectamente Carmen Zulueta en su libro Cien años de educación de la mujer española: Historia del Instituto Internacional.

Zulueta describe claramente las raíces y el pasado del conocido instituto internacional, “El Boston” o Miguel Ángel 8. Educada en el Instituto Libre de Enseñanza, siendo su padre embajador, abre una fuente fielmente documentada de lo que supuso el mundo evangélico creando escuelas y amando la ilustración en un tiempo oportuno y clave para España.

Alice Gordon Gulick, fundadora y directora del Instituto Internacional en España, comenzó abriendo escuelas como parte de la obra misionera compartida con su esposo William H.Gulick en 1872 en Santander, y posteriormente en San Sebastián, tal y como refleja también en su libro Matilde Camus Historia de la Iglesia Evangélica Española en Santander. Alice trabajó incansablemente por la educación de la mujer no sin dificultades y penurias, logrando finalmente establecer el Instituto Internacional en Madrid en 1901.

En este tiempo fue una constante el devenir de extranjeros que desarrollaron  en nuestro suelo el comercio, el trazado de ferrocarriles y la explotación de minas en los distintos puntos de la geografía española. Muchos de ellos nos dejaron el tesoro que traían en sus almas y voluntades, el evangelio, impartiéndolo en español, la buena noticia de salvación por Jesucristo para todo hombre, y a la vez implantaron escuelas que favorecieron la lectura de las Escrituras en una España donde se impartían en latín, lengua desconocida para muchos.

Las minas del plata y zinc del Centenillo, provincia de Jaén, fueron un claro exponente de este hecho, que he conocido muy de cerca, ya que toda la familia creyó en el Señor Jesús por el testimonio y la exposición de las Escrituras de una mujer inglesa, sobrina de los propietarios de las minas, la ”señorita Ezer”, que vino a pasar unos días con sus tíos, formándose la iglesia del Centenillo hacia 1927.

En las fotos antiguas se aprecian las banderas inglesa y española tanto en la escuela como en la iglesia. Los cementerios Protestantes surgen como una característica de la mentalidad de la época. No se enterraban Protestantes en cementerios Católicos, estaban excluidos por las autoridades españolas.

Las costumbres tuvieron un efecto en el pueblo llamado Protestante de preservación en el estilo de vida; era como si el tiempo se hubiera detenido, cobrando una dimensión que todo lo envolvía, aunque ya vivíamos en 1953. En este tiempo los cultos protestantes estaban siendo asediados. En Linares, la iglesia de Cambroneras, donde pasé cerca de un año visitando a mis tíos, sufrió una mañana un apedreamiento por parte de jóvenes exaltados. Tras la guerra Civil Española muchas iglesias fueron clausuradas. Muchos emigraron a otras provincias, al Norte, a Cataluña, y así salpimentaron la geografía española con el evangelio, celebrándose los cultos en los hogares.

Nunca es fácil ser minoría, pero aprendimos desde muy jóvenes a amar a Dios sobre todas las cosas, a percibir su presencia que todo lo impregna, desde la aldaba de la puerta, la dorada escribanía y el tic tac del reloj en el paso del tiempo; había quietud, reposo; había armonía.

Es por ello que la pasada Navidad me dediqué a adquirir y regalar libros de un tiempo que parece lejano, 1835, de Miguel Ángel Delgado, de su libro ”Las calculadoras de estrellas”, un relato del desconocido papel que tuvieron mujeres anónimas protestantes en los mayores descubrimientos astronómicos.

Son conocidos escritos influenciados por el Libro de los libros -las Sagradas Escrituras- de autoras inglesas, hijas de pastores y clérigos: Jane Austen, Charlotte Brontë, Elizabeth Gaskell… Son mujeres escondidas que brillan y describen la sociedad de su tiempo, el alma humana y sus vicisitudes, de una manera magistralmente sencilla; mujeres que aprendieron a vivir con una escasa economía, que murieron jóvenes, dejando para la mujer de hoy la impronta de la Luz y la creatividad de Dios en ellas.

 

Sara Villegas Cuadros - Diplomada en Teologia - Santander (España)

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - SARA VILLEGAS CUADROS - Remembranzas. Mujeres de fe