Andar sobre las aguas

Andar sobre las aguas es saberse amada y confiar plenamente en el autor del amor.

02 DE JUNIO DE 2017 · 18:14

,

Estos grilletes me condenan a la inmovilidad. Hacen que permanezca hincada en tierra como un árbol estéril y seco anhelante de agua.

Todo lo que me rodea me recuerda a tiempos pasados en los que fluía la esperanza, la calma, la fe.

Ahora tropiezan en mi cabeza ideas infructuosas que descienden a mi boca para salir presurosas en forma de lamentos.

¡Ay de lo que pudo ser y no fue!

¡ Ay del deslentado antojo de vida sesgada!

¡Ay  de la premura que mata al verso!

Necesito cambiar mi perspectiva. Derramar mi corazón ante Él y dejar que hable.

Necesito aprender a llorar.

Verter mi vida y dejar que Él me enseñe a caminar sobre las aguas.

Abandonar el pesar y comenzar a confiar.

Desear con todas mis fuerzas que las dificultades me hagan madurar, aprender a través de mis derrotas a ser una mujer más sabia.

Quiero estar atenta, saber esperar, controlar las emociones y construir bases sólidas donde poder cimentar una vida laureada de integridad.

He de descender para poder ascender. Abnegarme para poder comprender el poder de su perdón.

Debo permanecer en quietud, sabiendo que cuando guardo silencio puedo oír claramente lo que Él desea comunicarme.

Andar sobre las aguas es saberse amada y confiar plenamente en el autor del amor.

Andar sobre las aguas es perer el miedo a la vida y vivir sin miedo.

Es entregar tu corazón para que Él lo transforme y no tener prisa por que te lo devuelva. Dejarlo en el taller del maestro y esperar tan solo que sus manos elaboren una obra perfecta, una transformación inexplicable, un milagro.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Íntimo - Andar sobre las aguas