Reconciliación con el mundo del trabajo

Nuestro llamado debe ser no solo reconciliar a las personas sino a cada área de nuestra sociedad con Dios.

30 DE ABRIL DE 2017 · 21:07

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Durante el reciente encuentro en Bilbao, Idea 2017, uno de los talleres se dedicó al tema de la reconciliación con el mundo del trabajo. Fue impartido por Sara Ares, médico de profesión, y reproducimos su contenido a continuación:

 

Quisiera agradecer a la AEE su invitación a colaborar en este espacio ya que para mí es un privilegio estar aquí. A su vez no me había planteado de forma estructurada este tema y me han hecho reflexionar lo cual agradezco.

 

1. ¿ Qué significa reconciliar?  Esta sería la primera pregunta antes de entrar en materia. Reconciliar es la acción de promover reconciliación. La RAE[1] define “ reconciliación” como acción y efecto de reconciliar. Si buscamos “reconciliar”, el primer término que aparece en el diccionario es “volver a las amistades, o atraer y acordar los ánimos desunidos” y también acoge la acepción de “oír una breve o ligera confesión”.

 

2. El mundo del trabajo.  Si entendemos que hay que atraer o acordar los ánimos desunidos, debemos preguntarnos qué ánimos desunidos nos encontramos en el mundo del trabajo. Os pediría que intentéis abstraeros de vuestra realidad particular para hacer una panorámica general de lo que sucede en España. Voy a compartir datos publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social[2].

Población desempleada:

- En Enero 2017, hay más de 3,7 millones de personas desempleadas. En menores de 30 años, el desempleo llega a 640.000 personas.

- Los parados de larga duración suponen 2,6 millones ( Julio 2016)[3]

- Hay grandes diferencias en tasa de paro según Comunidades Autónomas. Andalucía alcanza 29% mientras que País Vasco tiene la tasa más baja de España con 12,6% (julio 2016)[3].

- Los datos del MESS3 dedican un apartado a “inactivos que no buscan empleo porque creen que no lo encontrarán”. En julio 2016, hay 399.000 personas en esta situación, las mujeres duplican a los hombres en este porcentaje (267.000 vs 132.000).

Población activa:

- Número de personas afiliadas a la Seguridad Social es de 17,6 millones en Enero 20172.

- Si nos fijamos en la estabilidad del empleo, en julio 2016[3] se hicieron 930.000 contratos indefinidos versus 10.316.000 contratos de corta duración. Esto significa que la tasa de contratación indefinida es del 8,8%.

- Si nos fijamos un poco más en la tasa de actividad según nivel de estudios[3] (Julio 2016), encontramos que aquellos con educación primaria alcanzan un 20% y aquellos con estudios universitarios alcanzan el 70%

- Si revisamos el tipo de empleo (julio 2016)3: 7,2 millones de hombres tienen contratos de jornada completa comparados con 5,4 millones de mujeres. Si revisamos las jornadas parciales, afectan a 1,8 millones de mujeres mientras que solo a 667.000 hombres.

- Respecto a las subidas salariales[3] en las empresas con convenio y en la administración suponen un 0.64% en la empresa privada y un 0.89% en la administración, solo añadiendo que la administración lleva años encadenados sin subida( julio 2016).

- El salario bruto[3] medio en País Vasco en 2014 alcanza 27.700 euros mientras que en Extremadura es 19.180. Un joven menor de 25 años en País Vasco gana 14.200 euros vs más de 27.500 euros en mayores de 50 años.

Todos estos datos nos permiten hablar de ciertas circunstancias:

- Gran impacto del desempleo y sobre todo en desempleados de larga duración. Falta de esperanza a la posibilidad de encontrar un empleo.

- Precariedad muy alta, contratos de corta duración que impiden una gestión de la vida cotidiana y personal ( comprarse una casa, un coche, formar una familia, estudiar, empezar un negocio, etc.) además de la pérdida de talento asociada ( pirámide de Maslow)[4].

- Desigualdades muy importantes entre las posibilidad de encontrar un empleo en función de la educación.

- Las mujeres trabajan más a jornada parcial por responsabilizarse de los cuidados y por tanto tienen que afrontar más problemas de conciliación con la vida familiar-laboral.

- Salarios. Grandes diferencias salariales según el sector y la edad ( los jóvenes consideran un privilegio ser mileuristas). Aún así los salarios no han aumentado proporcionalmente al IPC . Quizás lo de los salarios no os parezca muy importante pero está demostrado que hay una asociación clara entre la renta media y la esperanza de vida. Hay un estudio publicado en Jama por Chetty[5] que tras seguir durante 15 años a 400.000 personas se observó que entre el 1% más rico de esa población y el 1% más pobre, había una diferencia en la esperanza de vida de 14,6 años ( 87,3 años vs 72,3 años). En Madrid[6] entre vivir en la zona de Nuevos Ministerios o vivir en Villaverde, hay una diferencia de 2 años en la esperanza de vida[7].

He intentado hacer un dibujo general sobre la situación laboral. No he citado la situación de los autónomos o de los emprendedores, las condiciones y el ambiente laboral que muchas veces no es el idóneo ( ej. Mobbing), la corrupción (no hacer contratos, hacerlos por menos horas y “cobrar en negro”), jornadas laborales muy largas con turnos cambiantes, leyes que no siempre defienden a la empresa o al trabajador pero quizás podemos hablar más sobre esto en el coloquio. Dice Lorca[8] que debajo de las sumas, hay un río de sangre tierna y por eso me gustaría analizar lo que como cristianos debemos ver detrás de estos números.

 

3. Queja o lamento sobre la situación laboral actual.  Los cristianos al hablar sobre el trabajo, decimos en muchas ocasiones que “está mal”, “hay mucho paro”, “los trabajos o los jefe son así”, etc. Y es cierto, el problema es que nos quejamos y para consolarnos incluso podemos decir las palabra de Jesús en Jn 16.33 “ en este mundo tenéis aflicción” ( versículo tomado fuera de contexto) pero no contamos nada más, no contextualizamos, no abrimos más la Biblia para ver qué situaciones se presentaron y cómo respondió Dios a esas circunstancias. Quiero hacer un pequeño recorrido sobre las situaciones laborales difíciles:

- Abraham y Lot, ganaderos prósperos. Tienen que tomar una decisión estratégica para el negocio y separarse. Lot se queda con la mejor parte ( el valle del Jordán) y Abraham con la peor (Canaán). ( Gen 13:1-12).

- Sarai  y su empleada de hogar Agar. Sarai le dijo a Abram que se llegara a Agar para tener descendencia (“vientre de alquiler”) y una vez que concibió; Agar empieza a mirar con desprecio a Sarai y en consecuencia Sarai “la trató muy mal” (Gen 16.1-16).

- José:  se enfrenta con la mentira de la mujer de su jefe diciendo que intentó violarla y termina en la cárcel por falso testimonio (Gen 39). Una vez en la cárcel intenta que el jefe de los coperos le ayude a salir (un enchufe)[9] pero sin éxito en primera instancia (Gen 40).

- El pueblo de  Israel en Egipto. Tienen que hacer el mismo número de ladrillos sin paja, a costa de rastrojos. En caso de no lograr producir el número de ladrillos necesarios, reciben maltrato físico (azotes) además de ser insultados por “ser perezosos” (Ex 5).

- Rut, refugiada que empieza un trabajo precario en un país extranjero “recoger tras los segadores entre las gavillas”, es decir, recoger lo que nadie quiere (Rut 2:1-8).

- Abdías.  Abdías trabajaba para el rey Acab como mayordomo pero a pesar de todo “temía en gran manera al Señor” de modo que cuando Jezabel mandó matar a los profetas, él escondió a 100 en una cueva y los alimentó (1 R 18:3-4).

- Nehemías. Sufre una estrategia en su contra con críticas y burlas para evitar que construyan el muro alrededor de Jerusalén (Neh 5)

- Hijo pródigo. Uno de los primeros  nini  de la historia que por no tener educación, hace un trabajo no cualificado hasta volver a casa de su padre. También nos muestra que sin contactos, es difícil a veces encontrar un trabajo ( Lc 15:11-32).

En todas estas personas, vemos que Dios permite adversidades en el trabajo pero Él cambia estas adversidades a su tiempo y no permite que las injusticias persistan sino que Dios usa a cada persona conforme a su propósito para que como José puedan decir “no fuisteis vosotros los que me enviasteis aquí sino Dios” (Gen 45.8). Y nosotros tenemos mucho que aprender de estos ejemplos.

La situación laboral en España tiene muchos motivos de queja (hemos enumerado algunos antes) pero también de buscar reconciliación pero no podemos quejarnos y quedarnos en la queja. Debemos lamentarnos, no quejarnos, porque el lamento tiene un pequeño matiz añadido que es mirar a la situación con aflicción, con dolor, con misericordia sabiendo que si Dios no interviene, poco podemos hacer. No decimos “hay 399.000 personas que no buscan empleo porque no creen que lo encontrarán”, decimos hay 399.000 necesitadas de esperanza, gracia y de una nueva oportunidad al igual que nosotros hemos tenido en Cristo. Jeremías escribe Lamentaciones[10] como duelo ante la destrucción de Jerusalén y de su sociedad. Jeremías describe lo sucedido, el alcance del juicio de Dios pero también abre su corazón y dice “ Esto traigo a mi corazón, por esto tengo esperanza: que las misericordias del Señor jamás terminan, pues nunca fallan sus bondades: son nuevas cada mañana, ¡grande es tu fidelidad!” (Lam 3.21-24)

Como iglesia evangélica en España carecemos de una teología del lamento propia lo que es llamativo considerando nuestra historia. Hemos sido siempre una minoría, hemos vivido baja sospecha por no pertenecer a la iglesia oficial, hemos sufrido una dictadura sin una libertad religiosa amplia y aún hoy no tenemos los mismos derechos que la iglesia católica a pesar de vivir en un país laico. Aún así gracias a la fidelidad y misericordia de Dios seguimos a Cristo con una importante resiliencia ante las injusticias o dificultades personales pero sin ser capaces de llorar por nuestra sociedad ni ver que nuestro llamado debe ser no solo reconciliar a las personas sino a cada área de nuestra sociedad con Dios. Debemos lamentarnos por la situación laboral pero hacerlo de forma bíblica, intercediendo por nuestra sociedad y pidiendo a Dios que una vez más tenga misericordia.

 

4. Arrepentimiento.  Si nos lamentamos por lo que no funciona, sea precariedad, ambiente laboral hostil, falta de honestidad etc. También debemos reconocer que nosotros somos parte del problema. Nosotros también estamos rotos, respondemos con envidia, criticamos al jefe, no ayudamos pudiendo hacerlo, tomamos una posición de indiferencia ante el mal, etc. Jesús ora en el Padre Nuestro: “Perdónanos nuestra deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores” (Mt 6.12). Katongole y Rice[11] dicen: “En la comisión sudafricana de Verdad y Reconciliación reconocen que la reconciliación no es posible sin el perdón, sin una política de arrepentimiento aquellos que están en superioridad pueden ser obligados a cambiar, pero nunca serán de verdad transformados mientras que si la víctima gana poder, siempre está en peligro de convertirse en el siguiente opresor. Lo único que de verdad puede transformar a una sociedad es el perdón”.

¿En qué tenemos que pedir perdón al Señor en nuestra vida profesional? Os animo a reflexionar sobre esto. Al preparar esto, reflexioné sobre mis respuestas ante la marea blanca, la precariedad laboral, la violencia, el mal funcionamiento de determinados servicios, etc. Revise lo conflictos que había tenido y mis respuestas, algunas acertadas y otras no. Me resultó difícil al principio pero también terapéutico, pedirle perdón a Dios y a su vez me ayudó a ver mi realidad con otro prisma. Si pedimos perdón, podemos deshacernos del orgullo y de la revancha para amar al prójimo y buscar ya una reconciliación.

 

5. Reconciliación.  Leamos 2 Corintios 5:14-21:

“Pues el amor de Cristo nos apremia, habiendo llegado a esta conclusión: que uno murió por todos, por consiguiente, todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. De manera que nosotros de ahora en adelante ya no conocemos a nadie según la carne; aunque hemos conocido a Cristo según la carne, sin embargo, ahora ya no le conocemos así. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es ; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas. Y todo esto procede de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; a saber, que Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando en cuenta a los hombres sus transgresiones, y nos ha encomendado a nosotros la palabra de la reconciliación. Por tanto, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros; en nombre de

Cristo os rogamos: ¡Reconciliaos con Dios! Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El.”

No podemos acercarnos a 2 Cor 5 de puntillas. Todo este proceso empieza con un problema muy grave que es el pecado, el pecado nos separa de Dios, hemos querido ser nuestros propios dioses y eso solo nos ha llevado a ejercer el mal contra nosotros mismos y contra nuestros prójimos. Esta situación tiene tal magnitud que Dios tiene que buscar una solución, una solución costosa que pasa por enviar a Cristo a morir en la cruz y a posteriormente resucitar. Pablo lo resume en el versículo 21: Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él. Dios es el mayor ejemplo de reconciliación. Él vio más allá de nuestro pecado “y no lo tomó en cuenta”, no significa que no existiera sino que puso nuestro pecado sobre Cristo.

Como cristianos creemos que aún un instrumento de tortura como la cruz en siglo I puede ser transformado en un símbolo de justicia y esperanza. El amor y la compasión que encontramos en Jesús muriendo por nosotros, nos ha cambiado la vida y es nuestro motor de acción. Nosotros ya no vivimos para nosotros, ya no soy yo que vivo para mis cosas, soy una persona que vivo para aquel que murió y resucitó por mí. No vivir para nosotros mismos, nos libera de las expectativas, del pecado, del egoísmo y nos permite convertirnos en embajadores. Esto nos da una nueva mirada; empiezo a ver a las personas no como “un jefe, un compañero” sino como una persona creada por Dios, que vive en un mundo caído, por la que Cristo murió y que está tan necesitada de salvación como lo estoy yo.

Al convertirnos en embajadores y empezamos a buscar alianzas estratégicas entre dos países, para ello necesitamos leer la historia del lugar donde vivimos pero también usar nuestros dones y recursos para avanzar en la creación de una nueva política de colaboración mutua. ¿Cuál es nuestra política? Una práctica diaria de seguir a Cristo en nuestro trabajo, trayendo su carácter, sus valores y buscando que las personas le conozcan como Salvador y Señor.

 

6. La justicia, uno de los resultados de la reconciliación.  Es inevitable que si hablamos de la situación laboral, hablemos de la justicia. Al leer los datos de nuestro país, no podemos por menos que reconocer la falta de justicia y equidad en el mercado laboral pero también debemos preguntarnos qué sucedería si Jesús se encontrase en nuestra sociedad y viese esos números, ¿cuál sería su respuesta?. Vamos a leer Lucas 19:1-9:

“Habiendo entrado Jesús en Jericó, pasaba por la ciudad. Y un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de los recaudadores de impuestos y era rico, trataba de ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, ya que él era de pequeña estatura. Y corriendo delante, se subió a un sicómoro para verle, porque Jesús estaba a punto de pasar por allí. Cuando Jesús llegó al lugar, miró hacia arriba y le dijo: Zaqueo, date prisa y desciende, porque hoy debo quedarme en tu casa. Entonces él se apresuró a descender y le recibió con gozo. Y al ver esto, todos murmuraban, diciendo: Ha ido a hospedarse con un hombre pecador. Y Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes daré a los pobres, y si en algo he defraudado a alguno, se lo restituiré cuadruplicado. Y Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa, ya que él también es hijo de Abraham; porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido.”

En el siglo I, Israel estaba bajo el dominio del imperio romano. Esto implicaba[12] que tenían que pagar impuestos al emperador y también al gobernador de la provincia (Poncio Pilato). La recogida de impuestos era llevada por judíos que estaban protegidos por los romanos y el sistema además de permitirles obtener un salario, es decir podían pedir más dinero que lo que les correspondía a los impuestos lo cual era una puerta abierta para la corrupción. Se calcula que en la época de Jesús, el 2% de la población (la élite romana) manejaba el 65% de la riqueza de la época y quienes permitían que este sistema funcionase de esta forma eran los recaudadores de impuestos. Por tanto ser recaudador de impuestos era mal visto socialmente.

 

¿ Qué sucede cuando Zaqueo se encuentra con Jesús?

a. Reconoce que  el sistema no es correcto, es injusto y hay víctimas de dicho sistema, los pobres, “si en algo he defraudado”.

b. Reconoce que  conocer a Jesús, implica cambios en su vida pero cambios de verdad.  Reconciliar no es “decir lo siento”, reconciliar implica cambios profundos en la forma en que nos relacionamos con nuestro trabajo y también con el dinero. Zaqueo no dice que irá al templo o que dará el dinero a los levitas, hacer eso no sería suficiente.

c.  Busca restituir.  Decide devolver el dinero a los pobres, a las personas que ha oprimido ( directa o indirectamente por ser el jefe de los recaudadores) y a las que haya podido estafar. La reconciliación tiene como finalidad restituir, Dios nos reconcilia por medio de Cristo para que podamos reinar con Él ( 2 Tim 2.12, Apoc 22). El fin no es únicamente reconocer las cosas que van mal sino hacerlas nuevas en Cristo, esto significa devolver la dignidad a las personas que en este caso han sido oprimidas. Es cierto que la justicia restitutiva[13] tiene sus problemas ya que hay cosas que no se pueden restituir además de correr el riesgo de caer en la injusticia mientras se busca la justicia pero siempre debe reconocerse un daño y un deseo de restaurar ese daño hasta donde sea posible.

d. Llega la salvación a su vida pero también a la de su familia y a todas las personas que trata en el trabajo.  La salvación es personal pero tiene implicaciones sociales,  Cuando Jesús dice que la salvación ha llegado a su casa, significa que a partir de ahora su principal alianza será Cristo y no los objetivos de una empresa.

e. Su  identidad cambia,  pasa de ser el jefe de los recaudadores de impuestos a ser un hijo de Abraham.

Debemos reflexionar en el ejemplo de Zaqueo y cómo aplicarlo a nuestro país, como aplicarlo a nuestros trabajos.

 

7. La reconciliación: Un camino a andar.  Machado dice “caminante no hay camino, se hace camino al andar”[14]. La reconciliación no es una foto o un momento puntual, no es un alto al fuego o una tregua. La reconciliación es un camino a recorrer durante toda nuestra vida, no va a terminar hasta que lleguemos a la ciudad celestial ( Apoc 21). Por eso durante todo el proceso debemos nutrirnos de la Palabra de Dios y buscar la paz, el gozo, la sabiduría, la paciencia, la esperanza y el amor entre muchas otras características. Debemos acompañarlo de oración y también de valentía. Este camino va a requerir que usemos nuestra imaginación para que otros puedan ver la presencia de Dios en nuestras vidas y de ese modo ser capaces de ofrecer alternativas distintas a las actuales. Katangole y Rice proponen[15]:

  -  Una profética presencia:  estar presentes y realizar propuestas a problemas de forma valiente.

  -  Una profética distancia:  No tener alianzas con el poder establecido o con un partido político concreto sino mantener nuestra alianza en Cristo para no ser contaminados por otras voces.

Para mantener esta posición necesitamos mantener la esperanza fuerte en Él, en nuestra sociedad abunda el positivismo, mensajes Mr Wonderful de que todo va a salir bien. Eso es una esperanza vana y barata, no hay ninguna garantía en el ser humano de que las cosas vayan bien basta leer lo que Jesús dice sobre el corazón del hombre (Mr 7:21-23) para aclararnos las ideas pero nuestra esperanza está en Dios, nuestra roca fuerte, nuestro libertador. Pablo les recuerda a los romanos “Y la esperanza no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado” (Rom 5.5).

 

8. Practicar la reconciliación.  Dice Pablo Wickham en su comentario sobre 2 Cor 5 [16]: “El mensaje esencial no cambia, por supuesto, pero las corrientes de pensamiento, la cultura y las inquietudes espirituales de cada época, sí, por lo que es necesario “interpretarlo” de nuevo según las circunstancias por las que atraviesa la sociedad. Esta tarea obliga a un continuo volver a las líneas esenciales y las fuentes del mensaje, y a un esfuerzo constante de mantenerlo libre de adicciones, mixturas u omisiones humanas que podrían tergiversarlo u oscurecerlo, como ha pasado tantas veces en la historia del cristianismo”.

¿Cómo podemos ser reconciliadores en nuestros trabajos? Dice Miqueas 6:8:  El te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno. ¿ Y qué es lo que demanda el Señor de ti, sino sólo practicar la justicia, amar la misericordia y andar humildemente con tu Dios?

 a. Reconocer que tenemos problemas.  ¿Cuál es el mayor problema laboral que enfrentamos en nuestro país?, ¿la corrupción como la sociedad en la que Jesús vivió?, ¿El desempleo?, ¿Cuál sería el mayor problema que enfrentas en tu trabajo?

b. Hablar y lamentarnos por dichos problemas.  Leemos en Isaías 61: 1-3: El Espíritu del Señor Dios está sobre mí, porque me ha ungido el Señor para traer buenas nuevas a los afligidos; me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los cautivos y liberación a los prisioneros; para proclamar el año favorable del Señor, y el día de venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los que lloran, para conceder que a los que lloran en Sion se les dé diadema en vez de ceniza, aceite de alegría en vez de luto, manto de alabanza en vez de espíritu abatido; para que sean llamados robles de justicia, plantío del Señor, para que El sea glorificado. ¿Quiénes son los afligidos, los quebrantados de corazón, los prisioneros en nuestra sociedad?, ¿qué personas son las más vulnerables en el trabajo?, ¿Qué respuesta damos ante la causas de dicha vulnerabilidad?, ¿hablamos de lo que sucede?

c. Orar y arrepentirnos,  por la situación laboral en general y personal, orar creyendo que Dios puede responder. Dios salvó a los judíos por medio de la intervención de Ester ( Est 5) , ¿creemos que Dios tiene todo el poder y potestad de intervenir?, ¿qué sucedería si todos orásemos y ayunásemos pidiendo que desaparezca la precariedad laboral o el desempleo?

d. Reconciliar, buscar puentes entre los retos que enfrentamos y Cristo.  Nosotros creemos que debemos amar al prójimo como a nosotros mismos, creemos que servir es nuestra marca de presentación y lo creemos porque hemos visto esa actitud en Cristo y por eso podemos opinar que las cosas deben ser distintas. Tenemos que hacer propuestas prácticas con alternativas a los problemas que enfrentamos en el mundo laboral. Tenemos que crear una corriente de opinión donde cada persona sea valorada y tenga todas las oportunidades de conocer a Cristo y de desarrollar todas sus capacidades en el trabajo. No podemos seguir reproduciendo los comportamientos de nuestra sociedad, tampoco podemos conformarnos con una ética de mínimos. Si yo no hago nada malo aunque en mi empresa haya cosas que funcionan mal, yo no me muevo “porque no es mi problema”. Lo que sucede en nuestro trabajo es nuestro problema y nuestra responsabilidad, tenemos que implicarnos y movernos, puede que seamos pocos pero David con cinco piedras mató a Goliat, no en sus fuerzas, en las fuerzas del Señor y Dios no ha cambiado. La diferencia entre el ejército de Israel y David fue que éste usó su imaginación y creyó que con 5 piedritas, su principal enemigo podía desaparecer. Él puede usarnos para traer reconciliación pero debemos confiar en Él.

¿Qué áreas de tu trabajo necesitan reconciliación urgente?, ¿una persona, una situación, un procedimiento?

e. Buscar la justicia[17]. ¿Qué áreas de nuestro trabajo son injustas o permiten que la misericordia no esté presente?, ¿Qué pasos prácticos podemos dar a nivel personal y también como iglesia a nivel general para defender la justicia?. ¿Encontramos personas u organizaciones con las que compartamos el mismo interés y podamos generar cambios juntos? El buen samaritano no pasó de largo sino que tuvo misericordia y fue justo en ayudar al herido. Isaías nos ordena: “aprended a hacer el bien, buscad la justicia, reprended al opresor, defended al huérfano, abogad por la viuda” Isaías 1.17.

f. Durante estos 5 pasos y de forma activa, buscar todas las oportunidades posibles para  hablar de Cristo, nuestro motor de acción no es el cambio social, este será el resultado. Nuestro motor de acción es conocer más a Cristo, es traer el carácter de Cristo a nuestros trabajos, es mostrar su sacrificio y su salvación de modo que podamos decir “hay otra manera de hacer las cosas, no en nosotros mismo sino en Cristo”, tenemos que agarrarnos a Cristo para que sea Él y tenemos que ser una fuente perpetua de esperanza. No tenemos esperanza en personas igual de pecadoras que nosotros, se llamen como se llamen, tenemos esperanza en Cristo, Él es el único que reconcilia, Él es el único que cambia vidas y Él es único que nos puede dar la solución a los retos que enfrentamos en nuestra vida laboral. Como cristianos, como iglesia, debemos dejar nuestra comodidad, debemos dejar de acostumbrarnos a “tener a Cristo” y empezar a “vivir por y para Cristo”. Si no vivimos por y para Cristo, España seguirá igual pero sabemos que Cristo puede cambiar nuestros trabajos, puede cambiar nuestras estructuras y darnos cambios significativos pero todo empezará en Él.

Esta semana un conocido se quejaba por su situación laboral y empezó a definir como deberían ser las cosas. Describió un lugar de paz, de respeto, de trabajo mutuo por el bien común. Y mientras hablaba, recordaba las palabras de Jeremías (29:4-7) a los desterrados: “Edificad casas y habitadlas, plantad huertos y comed su fruto. "Tomad mujeres y engendrad hijos e hijas, tomad mujeres para vuestros hijos y dad vuestras hijas a maridos para que den a luz hijos e hijas, y multiplicaos allí y no disminuyáis. "Y buscad el bienestar de la ciudad adonde os he desterrado, y rogad al Señor por ella; porque en su bienestar tendréis bienestar." Ojalá cada uno de nosotros podamos trabajar en lugares donde se busque el bienestar de las personas, donde la justicia sea la norma y donde las personas puedan tener la oportunidad de reconciliarse con Cristo.

  

Para pensar:

1.    ¿Cuáles son los mayores problemas laborales que enfrentamos en España?, ¿y a nivel individual en nuestros trabajos?

2.    ¿Cómo enfocamos estos problemas desde la queja o desde el lamento? ¿Cuáles son algunas maneras de recordar ver los problemas con el prisma de lamento y no de la queja? ¿Cómo podemos cuidarnos para que no enfoquemos los problemas desde la queja?

3.    ¿Qué áreas necesitan reconciliación en el mundo laboral?, ¿y en nuestro trabajo en particular?.

4.    ¿Cómo podemos traer la justicia a nuestros trabajos?, ¿qué aportamos como cristianos?.

5.    ¿Qué oportunidades utilizamos para hablar de Cristo cuando traemos reconciliación en nuestros trabajos?

 

Sara Ares, médico.

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NOTAS:

1 Real Academia Española. (2014). Diccionario de la lengua española (23.a ed.).[ Internet] Acceso 15/02/17. Disponible en:  http://dle.rae.es/?id=DgIqVCc

2 Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Principales indicadores.[ Internet]. Acceso 15/02/2917. Disponible en:  http://www.empleo.gob.es/index.htm

3 Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Informe Trimestral de Análisis del Mercado de Trabajo no 118/ Septiembre 2016. Acceso: 15/02/2017. Disponible en:  http://www.empleo.gob.es/es/sec_trabajo/analisis-mercado-trabajo/numeros...

4 Maslow AH. A theory of human motivation. Psychological Review, 50, 370-396.

5 Chetty R, Stepner M ,Abraham S, Lin S, Scuderi B, Turner N et al. The association between income and life expectancy in the United States, 2001-2014. JAMA. 2016;315(16):1750-66 )

6 Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Atlas de mortalidad y desigualdades socio- económicas en la Comunidad de Madrid (2001-2007). Disponible en:  http://www.madrid.org/cs/Satellite?c=PTSA_Generico_FA&cid=1354203846885&...  geid=1142568608450&pagename=PortalSalud%2FPTSA_Generico_FA%2FPTSA_pintarGenericoIn dice&pv=1142568610339&vest=1159289986941

7 Segura del Pozo J. Un viaje en tren por las desigualdades en mortalidad. Desigualdades sociales en salud en la Comunidad de Madrid (15).[ Internet] Acceso 15/02/17. Disponible en:  http://www.madrimasd.org/blogs/salud_publica/2011/07/13/132690

8 García Lorca F. Un poeta en Nueva York. Ed. Galaxia Gutemberg. Barcelona. 2013. VII, vuelta a la ciudad, Nueva York.

9 Jacob R. La prueba de la perseverancia.[ Internet] Acceso 10/01/17. Disponible en:  https://www.youtube.com/watch?v=n0qOz6bFtR8

10 Pawson D., (2007) Unlocking the Bible. Gran Bretaña. Ed. Collins. Pp 589-599.

11 Katongole E., Rice C. (2008). Reconciling all things. Illinois, EEUU. Ed. Ivp Books. Pp 103.

12 Boesak A., De Young C., (2012). Radical Reconciliation. Maryknoll, EEUU. Ed. Orbis. Pp 63-74

13 Para profundizar más en este concepto, recomiendo leer: Volf M. (1996) Exclusion and Embrace. Nashville , EEUU. Ed. Abingdon Press.

14 Machado A. Campos de Castilla. Cátedra, letras hispanas. 2007. Extracto de Proverbios y cantares (XXIX)

15 Katongole E, Rice C. (2008). Reconciling all things. Illinois, EEUU. Ed. Ivp Books. Pp 104.

16 Wickham P., (1984). Segunda epístola a los Corintios. Grand Rapids, EEUU. Publicaciones Portavoz Evangelio. Pp 131.

17 Para ampliar más este tema, recomiendo: Keller T (2016). Justicia generosa. Barcelona, España. Publicaciones Andamio.  

 

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