Los “síes” del libro de la Sabiduría de Proverbios son toda una lección para saber quiénes somos y para qué vivimos.

25 DE MARZO DE 2017 · 21:30

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Fue Sancho PANZA el que dijo que tantas letras tiene un “sí” como un “no”, pero decir una u otra, encierra todo un mundo de diferencia. Esta palabrita castellana, tan breve y humilde, como piar de pollito recién nacido tiene, sin embargo, un valor idiomático tremendo. Y veamos si no. Primero, es el nombre de una nota musical, la última de las siete: do-re-mi-fa-sol-la-si. En segundo lugar, es la forma reflexiva del pronombre personal de tercera persona, como cuando decimos “por sí mismo” o “consigo mismo” o como el despertamiento espiritual del hijo pródigo, “volviendo en sí”. En tercer lugar, es adverbio de afirmación, y se opone al “no”. De este sí, hablaba el imponderable escudero de don QUIJOTE. Como esa conjunción que denota aseveración terminante. “Si ayer lo aseguraste aquí mismo una y otra vez delante de todos nosotros, ¿cómo lo niegas hoy?”.

Y en forma de conjunción se usa para denotar varias cosas, como “lo haré si quiero”, o “si llueve, el suelo se convertirá en barro”; para introducir interrogaciones indirectas con matices de duda “ignoro si es soltera o casada” y en la célebre pluma de CERVANTES, tras el adverbio como o la conjunción que, se emplea en conceptos comparativos “andaba Rocinante como si fuera asno de gitano con azogue en los oídos. Se quedó más contento que si le hubieran dado un millón” y no podemos abstraernos del tremendo impacto del “Sí” de uno de los poemas más conocidos alrededor del mundo, el poema “Sí” (“If”) del premio Nobel Rudyard KIPLING quien partiendo del “Sí” nos dirige a la fantasía de contribuir a la creación de un mundo mejor al que todos deberíamos querer pertenecer. El comienzo de cada párrafo del poema con el escueto “Sí” pero que da significación certera al verso que seguirá y que dejándolo tan claro, deja poco espacio al comentario, siendo simple y profundo al mismo tiempo, como las grandes obras. 

Poema, que en opinión de este aprendiz de escribidor “Desde el Corazón” tiene sus raíces en el libro bíblico de Proverbios, que emplea la palabra “Sí” en sus acepciones de conjunción distributiva con matices desiderativos: dice así: “Hijo mío, SI recibes mis palabras y guardas mis mandamientos dentro de ti, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría, SI inclinas tu corazón a la prudencia, SI clamas a la inteligencia, y a la prudencia das voces; SI como a la plata la buscases, y la rebuscas como a tesoros, ENTONCES entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios”.

Es evidente que aquí la conjunción SI está empleada para establecer una condición necesaria para obtener algo bueno:SI recibes mis palabras… SI guardas mis mandamientos… SI inclinas tu corazón… SI clamas a la inteligencia… SI haces todas estas cosas, ENTONCES, como resultado y por esta causa, llegarás a lo más grande, al conocimiento de Dios, la capacidad del hombre para comprender por medio del espíritu luz de la razón, la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas. Mucho más que un conjunto de datos o noticias que se tiene de una materia, una filosofía o ciencia. 

Sabemos que mucho conocimiento se origina a través de la percepción sensorial, luego al entendimiento y finaliza en la razón. Semejante proceso se produce en el conocimiento espiritual del hombre, se origina en la regeneración, obra del Espíritu de Dios sobre el espíritu del hombre, produciendo en éste la sensibilidad vital de decirle a Dios que , que es la definición más sencilla de la fe. Desde este nuevo nacimiento se crece en el entendimiento y sigue en el proceso vital de la genuina madurez racional. La metodología de generar conocimiento tanto en el ámbito de la cultura como en el ambiente de la espiritualidad tiene semejantes etapas: la investigación básica y SI recibes mis palabras…, examinadlo todo retened lo bueno… que el que busca halla” que sería la fórmula bíblica, etapa donde se observa la teoría y, la investigación aplicada, etapa donde se aplica la información. 

El conocimiento teológico, partiendo de la vitalidad espiritual se obtiene a través de documentos, razonamiento sistemático, bíblico y metódico acerca de la esencia de Dios y la naturaleza y existencia humana. El conocimiento teológico que da sentido a la vida humana es, primeramente espiritual, analítico, racional, totalizador, crítico e histórico. Un conocimiento que ilumina y explica el porqué de las cosas y sus aconteceres, y que se transforma en funcional a través de las vivencias y experiencias propias, del medio donde el hombre se desenvuelve y fundamenta la existencia en las verdades eternas y no en la psicología de moda, la motivación del éxito o los testimonios meramente emotivos.

En suma, y “Desde el Corazón” los “es” del libro de la Sabiduría de Proverbios, que inspiró el poema de KIPLING, sí son toda una lección para saber quiénes somos y para qué vivimos; y mucho antes que la misma Sabiduría se personificara en el Dios encarnado, Cristo, ya nos animó y diseñó para una vida gloriosa, SI recibimos Sus palabras y guardamos Sus mandamientos dentro de nosotros, nos dirigiremos al sueño de contribuir a la creación de un mundo mejor al que todos deberíamos querer pertenecer.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Desde el corazón - Sí