Malestar de Arabia Saudí con ministra alemana que no quiso llevar velo

La ministra alemana de Defensa, Ursula von der Leyen, ha rechazado ponerse la abaya -túnica hasta los pies que se pone sobre la ropa- y el velo en el palacio del Príncipe Heredero de Arabia Saudí, Mohammed Bin Salman al-Saud, durante una visita oficial. "Yo no me cubro con velo, yo llevo pantalones"

La ministra alemana rehusó ponerse el velo afirmando que respetaba "la cultura y las costumbres de los países a los que viajo y trato de adaptarme, pero en lo referente a la vestimenta hay un límite: yo no me cubro con velo y yo llevo pantalones".

En declaraciones al diario alemán Express von der Leyen aseguró que "ninguna mujer de mi delegación llevará la abaya, ya que el derecho a elegir el atuendo es un derecho tanto para hombres como para mujeres". Motivo por el que cuando las autoridades saudíes repartieron las prendas, la delegación alemana y las periodistas que acompañaban a la ministra prefirieron no utilizarlas. Aunque otras sí lo hicieron.

Por su parte, en Arabia Saudí no ha sido visto con buenos ojos esa actitud. El vicepresidente de la Corona, Mohammed bin Salman al Saud, afirmó en que "no vestir el hijab ha sido deliberado. Esto es un insulto a Arabia Saudí". Recientemente Angela Merkel abogó por prohibir la utilización del velo en espacios públicos del país.

Alemania ha intentado quitar hierro al asunto afirmando que "Las conversaciones entre el príncipe y la titular de Defensa, se centraron en los medios para fortalecer la cooperación saudita-alemana en diferentes áreas, incluyendo intercambios de alto nivel, educación, defensa y asuntos de seguridad".

La abaya, también conocida como aba, es una túnica larga hasta los pies que se usa sobre la vestimenta en los países árabes y en el norte de África. La abaya, se debe siempre, según las normas del Islam, completar con un «hiyab», un pañuelo para cubrir la cabeza. En algunos países como Qatar es obligatorio vestirla.

La clase alta y pudiente, las utiliza de exquisitos y finos tejidos con terminaciones en ribetes de oro o incluso con pedrería incorporada.

Ana Pastor sí se la puso en su visita a Bahrein y recibió las felicitaciones de Hamad Bin Jalifa, el rey de Bahrein, por llevarla.