¿Feliz Navidad o Felices Fiestas?

Trabajemos para que la Navidad deje de ser una tradición cultural y sea el anuncio de la encarnación, Dios hecho hombre.

15 DE DICIEMBRE DE 2016 · 11:56

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Cada año por estas fechas algunos cristianos, tanto católicos como evangélicos, muestran su descontento por una sociedad que progresivamente expresa un proceso de retirada de su relación con las distintas iglesias y la narrativa propia que asocian con ellas. Hemos pasado del común "Feliz Navidad" a un menos comprometido "Felices Fiestas" y que cada uno celebre lo que quiera.

¿Cuál es la razón del escándalo de los cristianos? Sugiero que hemos procesado de una forma deficiente la transición del pueblo de Israel a la Iglesia de Cristo. El pueblo de Israel, como pueblo de Dios, tenía una entidad nacional con Ley, tribunales y gobierno monárquico que debían servir para ser el vehículo del conocimiento del Dios único y de la Misión de Dios en la tierra. Todo el pueblo de Dios del A.T. es un pueblo de sacerdotes. Pablo en el Nuevo Testamento nos hace más conscientes de que la pertenencia a Israel no es por simple nacimiento, sino que sólo son verdaderos israelitas aquellos que lo son por la fe. No todo Israel es Israel. El pueblo de Dios en el Nuevo Testamento no tiene esas estructuras nacionales. Forman parte de todas las naciones de la tierra y tienen el llamado de formar parte de un Reino que no es de este mundo sino del mundo venidero. Un Reino que ya está aquí, especialmente desde que el Mesías llegó, pero que no se expresa en "naciones cristianas". No existen las "naciones cristianas". Sino que el pueblo de Dios (por poner un símil "Jerusalen"), vive entre las naciones de la tierra (por seguir con el símil "Babilonia").

Para reconocer el verdadero entorno en el que vivimos, hemos tenido el problema que representa el "constantinismo", esa mezcla extraña de instituciones seculares del imperio romano con una iglesia institucionalizada que se dan cobertura mutua en aspectos morales y en fuerza ejecutiva que el Estado le presta a la Iglesia. Ese espejismo nos ha hecho pensar que España (y otros países occidentales) eran "naciones cristianas". Si eran "naciones cristianas" debíamos esperar que se comportaran como cristianas. Mientras el "constantinismo" ha existido se ha producido una coerción social para conformarse a normas externas, que podían coincidir más o menos con una moral cristiana, mientras debajo existía un paganismo latente expresado en la "religiosidad popular". La cristiandad se ha preocupado más de que la gente se moviera dentro de unos parámetros exteriores que de proclamar un evangelio que transforma vidas y estructuras sociales desde el interior. En un sentido, España nunca ha experimentado con el evangelio, no ha tenido la oportunidad de escucharlo. Debajo de esa "religiosidad popular" (de la que la Navidad cultural forma parte) fomentada por el modelo de catolicismo que hemos sufrido, no había nada más que paganismo recubierto. Por ello, cuando este sistema se ha caído, no había nada detrás, no había apenas cristianos.

En estos días en Barcelona aparecen unos pósteres de razonable tamaño que forman parte de una campaña, lícita como cualquier otra, de e-cristians llamada: "Felicita la Navidad". Os cuelgo aquí la argumentación de su campaña:

Por twitter, facebook, mail, por la calle, … Felicita la Navidad.

La Navidad es cristiana, pero también es una parte de nuestra cultura popular. El laicismo imperante ataca cualquier signo cristiano. Pero atacando los signos cristianos; sustituir Navidad por solsticio, eliminar los pesebres o convertirlos en Cataluña en miniatura, como ha hecho el Ayuntamiento de Barcelona, etc … es también atacar nuestra cultura. Expulsar el cristianismo de la vida pública es eliminar los fundamentos de la cultura europea y, centrándonos en nuestra casa, los fundamentos de la cultura catalana.

Lo que os propongo es que dejemos de ser una minoría permanentemente irritada porque una sociedad ("los malvados laicistas") ya no se comporta como lo que no son. Os propongo que respondamos con nuestro llamamiento como cristianos, que no es el de defender "tradiciones y fundamentos de nuestra cultura". Trabajemos para que la Navidad deje de ser una tradición cultural y sea el anuncio de la encarnación, Dios hecho hombre, una irrupción del misionero de Dios que ha venido para liberar cautivos y oprimidos, para que los ciegos tengan vista y para que el año favorable del Señor sea proclamado. Creo que si dejamos de ser un grupo de gente irritada, con sentimiento permanente de agravio, y somos la gente de buenas noticias que Dios desea y que la sociedad necesita, engranaremos nuestras vidas con la Misión de Dios que trajo al Hijo al mundo. La Navidad tiene que ver con "nuevas de gran gozo" o en castellano de gente: una magnífica noticia para que el corazón estalle de alegría.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Luego existo - ¿Feliz Navidad o Felices Fiestas?