La flor

La Biblia suele emplear frecuentemente la imagen de la fugacidad de las flores para referirse a la brevedad de la vida humana en comparación con la eternidad de Dios y su palabra.

06 DE OCTUBRE DE 2016 · 21:20

Foto: Antonio Cruz.,
Foto: Antonio Cruz.

“Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre” (Is 40:8).

Esta bella flor de gordolobo (Verbascum boerhavii) que fotografié en Barcelona (Serra de l’Obac), mediada ya la primavera, solamente vive una temporada, aunque la planta que la sustenta sea bienal.

El nombre científico se lo puso el gran naturalista Carlos Linneo. El género Verbascum se refiere a la barba o vellosidad que recubre la planta, mientras que la especie boerhavii es un epíteto otorgado en honor del botánico alemán Hermann Boerhaave (1668-1738).

La Biblia suele emplear frecuentemente la imagen de la fugacidad de las flores para referirse a la brevedad de la vida humana en comparación con la eternidad de Dios y su palabra. En un mundo en el que todo está sometido al tiempo y a la inexorable termodinámica de la degradación, la sabiduría consiste en aferrarse a lo verdaderamente inmutable y eterno.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Zoé - La flor