Las huellas de mis lágrimas

Es una experiencia muy común. Demasiado común.

18 DE JULIO DE 2013 · 22:00

,
Linda Rondstadt popularizó muchas de las buenas canciones country que habían sido ya éxitos en los años 30 y 40. Una de ellas es la conocida "Tracks on my tears" (Las huellas de mis lágrimas), que habla de una experiencia exclusivamente humana: tener lágrimas detrás de la apariencia de una sonrisa. (*) Aunque me río por fuera por dentro estoy triste, acércate a mí y verás las huellas de mis lágrimas. Es una experiencia muy común. Demasiado común. Muchas veces vemos gente que sonríe, gente a la que aparentemente todo le va bien, y sin embargo, puedes encontrar en su rostro huellas de lágrimas. Puedes reconocer tristeza profunda detrás de cada gesto. Algunos ocultan sus lágrimas porque quieren esconder una tragedia: otros viven así para no traslucir su tristeza. Sin darse cuenta que las lágrimas del alma son casi imposibles de consolar. Sólo con volver nuestra vista atrás, podemos encontrar momentos en nuestra vida en los que experimentamos lo mismo. ¿Quizás lo estamos sufriendo ahora? Pocas cosas destrozan tanto nuestro corazón como intentar reír por fuera cuando las huellas de las lágrimas siguen en el interior. Y parece que no hace ninguna diferencia que la gente intente consolarnos, ¡A veces, ni siquiera saben lo que nos ocurre! ¡Somos tan buenos aparentando! Y en cierta manera necesitamos hacerlo así, porque (también en el fondo) sabemos que nada pueden hacer. Hay tristezas que no se resuelven con palabras o cariños. En ese momento y en esa experiencia única, cuando las huellas de nuestras lágrimas están interior pero ferozmente asentadas, debemos recordar las palabras de Aquel que es el único que nos conoce por dentro: "He visto tus lágrimas" (*). Y para mí, esa sencilla frase cambia completamente mi existencia. No estoy solo. Hay alguien que me conoce y ve lo que hay dentro de mí. Alguien delante de quién no necesito aparentar. Alguien que me ama y me ayuda. El Único que puede, sabe y quiere consolarme. El Señor Jesús. Te lo recomiendo de todo corazón. (*) Isaías 38:5

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - Las huellas de mis lágrimas