Vamos camino de Emaús

Él quiere mostrarse, consolarles de su tristeza al recordarles las promesas anunciadas.

20 DE MAYO DE 2016 · 10:35

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Los que por la mala gestión comunitaria se sienten separados del grupo a causa de recibir opresión constante; los que van de un lado para otro, contracorriente a las opiniones generales y se dirigen hacia el cumplimiento de la misión encomendada; los que han sido golpeados en el pasado y se encaminan hacia el futuro queriendo olvidar lo que vivieron, van hacia el Emaús espiritual y en el camino arderán sus corazones  cuando la presencia de Jesús se les haga presente. Sea en la forma que sea, sea a la hora que sea, resurgirá la alegría perdida al encontrarle y este hallazgo les otorgará fuerzas suficientes para tomar nuevas decisiones, muy precisas, sobre la vida.

Los que se han visto obligados a apartarse de su congregación; los que han llorado sin recibir consuelo; los que son envidiados por el bienestar que sus dones aportan; los que sin duda han sido ungidos; todos los que, ante el falso evangelio, en vez de estarse quietos y mudos, han tomado la decisión de ser profeta e ir contra la falsedad, van hacia Emaús espiritual y se encontrarán con Jesús de diferentes formas.

No se distraigan ni pierdan tiempo removiendo el pasado, no recuerden con mesura las discusiones o se martiricen revocando sin cesar lo acontecido, sino estén atentos a lo que descubran en esa calzada, será el mismo Jesús con apariencia disimulada, más reconocible. Él quiere mostrarse, consolarles de su tristeza al recordarles las promesas anunciadas.

Los que han recibido violencia y son dados por muertos místicos y en realidad viven y buscan con sinceridad el camino de la perfección; los que desde la desesperación y la pena van en aras de la ilusión; los que se sienten desarraigados; los que salieron de la esclavitud hacia la verdadera libertad y se mantienen firmes en anunciar el evangelio por cualquier senda que transitan, se encontrarán con Jesús y le reconocerán. Aumentará su fe y de nuevo fortalecerán sus bases. Sentirán su claridad de miras y recibirán en su pecho, con ardiente placer, la esperanza. Continuarán compartiendo y dando testimonio del Hijo del Hombre, pues verdaderamente resucita con solicitud en cualquiera de los corazones que le buscan y se hace visible.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Tus ojos abiertos - Vamos camino de Emaús