El evangelio en el País Vasco

En esta Obra del Norte de España también sobresale William H. Gulick que junto a su esposa habían comenzado a trabajar en 1872 y habiéndose establecido en Santander su radio de acción sería muy amplio.

18 DE MAYO DE 2016 · 09:52

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La mayoría de las veces nos dejamos guiar, en este estudio de las primeras congregaciones, por los relatos de misioneros que daban sus informes a las organizaciones que los sostenían y en ocasiones escribían pequeños o grandes trabajos sobre la Obra en España. “La difusión del Evangelio en España”por el Rev. H. Wayne Bowers de Bilbao en julio de 1918 es un ejemplo de ello y del cual nos servimos. En esta Obra del Norte de España también sobresale William H. Gulick que junto a su esposa habían comenzado a trabajar en 1872 y habiéndose establecido en Santander su radio de acción sería muy amplio. La Agencia misionera Estadounidense (American Board of Commissioners of Foreing Missions) mandaría al Rev. Wayne H. Bowers, quien se estableció en Bilbao en 1913 y sostendría congregaciones permanentes y escuelas en seis lugares, con seis pastores ordenados, cuatro de ellos trabajando a tiempo completo. También sostendría el Colegio Internacional para señoritas y en Barcelona una facultad de seis seis damas americanas y seis profesoras de español con una clara vocación no solo de evangelización sino también de enseñanza y educación.

En Bilbao existía una gran colonia inglesa, con su propia capilla anglicana, pero sin ninguna actividad evangelista entre los españoles. En Bilbao se había establecido una congregación formada por José Marqués y la ayuda de los Gulick. Hasta conseguir el local que describe Bowers (una casa de seis pisos, uno con capilla y salas para la escuela en la planta baja y otro espacio adicional para escuela en el segundo piso. Los otros pisos alquilados y uno ocupado por el pastor) tuvieron que cambiarse hasta diez veces, sin que nadie quisiera alquilar ya que los arrendatarios sufrían presiones por los curas.

En  último local antes de comprar el edificio de la Misión, podían reunirse hasta 2000 personas, hasta que en 1887 se lo quitan los Hermanos de la Doctrina Cristiana que podían pagar el doble. Sin embargo por estas fechas ya había una congregación  de 108 creyentes, que se reunirán durante cuatro años por las casas. Ayudado José Marqués por Nicasio Asarta que hablaba euskera y Víctor Morales, extendió su radio de acción hasta Santander y el Valle de Mena (Burgos). José Marqués pasaría a la presencia del Señor en mayo de 1909 siendo sustituido por su hijo Elias.

El joven Elías se ocuparía de la escuela, asistiendo a distintos barrios en un radio de acción de cuarenta y cinco minutos andando. Había tres escuelas en Bilbao sostenidas por la Misión Americana: una de mayores, impartida por Elías Marqués; otra para niñas mayores a cargo de su esposa Elvira, que provenía del Instituto Internacional y otra para infantes de ambos sexos. Según Bowers estaban hacinados los niños como sardinas en lata, permitido solo porque el inspector era amigo de Elias. Las escuelas llegaron a tener fama pese a la situación de aglomeración y falta de espacio y cada año quedaban sin poder entrar unos doscientos niños. La escuela había adquirido esta reputación a lo largo de treinta años, donde algunos de sus ex alumnos tenían cargos importantes en la Administración. Ese fue el caso del ministro Indalecio Prieto, que hizo un gran canto a su maestro y colportor José Marqués.

 

Carlos Araujo

Para Bowers la labor educativa no hacía protestantes, pero el producto de las Escuelas de la Misión hacían que el espíritu nacional fuera más liberal y la opinión pública fuera más amable y se convirtiese en igualdad de oportunidades tanto en los negocios como socialmente. Destaca este pastor de Bilbao, Wayne H,  Bowers, que Doña Elvira había capacitado a un coro de voces finas entre los niños y niñas, y los servicios del domingo se hacían muy atractivos por el canto de estos pequeños coristas. Hay tres Sociedades en la Misión -dice -: Esfuerzo Cristiano, una Sociedad "de la Madre" de niños, y una tercera para los jóvenes. Entre los planes de Elias estaba formar un Club de jóvenes, con libros, revistas y juegos.

Al morir el pastor José Marqués, le sustituyó Carlos Araujo Carretero, quien dirigió con eficacia la congregación bilbaina y siendo respetado no solo por el pueblo protestante sino también por la sociedad más liberal. Así era conocido  por sus aportaciones periodísticas en “EL Liberal” de Bilbao que dirigía el  conocido político Indalecio Prieto, antiguo alumno de los colegios evangélicos.A la muerte de Carlos Araujo, en octubre de 1925 le sucederá en la obra evangélica el maestro Pedro Mañueco que permaneció hasta 1931 año en que fue ordenado Dionisio Mangada quien le sucedió como pastor en Bilbao. La American Board tendrá que vender el edificio de la calle San Francisco, 29 ante su situación económica y la congregación buscará un nuevo local, estableciéndose en la calle Alzola en el barrio de Basurto. En la guerra civil y tras la ocupación de Bilbao por las tropas franquistas, Mangada y su familia huyen a Francia ya que le buscaban para encarcelarlo. La capilla fue clausurada por las autoridades.

Es interesante considerar el pensamiento de Mangada y Bowers sobre dos asuntos de actualidad en aquellos días: la expulsión de los jesuitas de Bilbao el 2 de febrero de 1932 y el tema de los masones en el protestantismo. Reconocía Bowers que en Estados Unidos había masones protestantes pero resultaba arriesgado “el que vayamos en esta forma casi identificarnos con aquella organización. Es cierto que hoy por hoy no hay que temer nada. Pero demasiado sabemos que para los católicos la masonería es anatema o peor; y, en caso remoto, pero posible de un cambio de régimen y de una revolución peligroso”.

La alegría por la marcha de los jesuitas, sorprendía a estos dos pastores que se fuesen sin haberse “echado al monte. Duro y firme con ellos es lo que conviene a la nación y espero muy de veras que no les dejen volver fácilmente”.

 

SAN SEBASTIÁN

También en San Sebastián las primeras congregaciones se van formando a partir de 1870, siendo la iglesia anglicana  y la Iglesia Evangélica Española, que tendrán sus orígenes en extranjeros que viajaron por motivos laborales por el País Vasco. Dice García Rubio (i) que hasta la llegada de los Gulick no había habido ninguna iglesia en San Sebastián, aunque en algunos momentos fueron evangelizados por los pastores franceses de Bayona, los Cadier. Sin duda una de las experiencias más singulares impulsadas por los evangélicos en Euskadi, fue la creación y desarrollo del proceso de educación de la mujer que dirige la americana Alison Gordon Gulick en San Sebastián, desde 1881 a 1898. Alice Gordon Gulick, quien asistió al Mount Holyoke College 1863-1867, y enseñó filosofía en esta universidad de 1868 a 1870, fue parte de esta tradición. Después de casarse con el reverendo William H. Gulick, en 1871 viajaron a España como misioneros, procedentes de Boston. Una vez allí, ella fundó una escuela para niñas, el Instituto Internacional de las niñas en San Sebastián, conocido como el Instituto Internacional de las niñas en España (International Institute). Este Instituto Internacional se funda en Santander y en 1892 el colegio de los Gulick se trasladará a San Sebastián con el nombre de Colegio Norteamericano donde permanece hasta que la guerra entre España y los Estados Unidos interrumpe temporalmente sus actividades en esa ciudad. Al estallar la guerra Hispano-Americana de 1898 ocasiona el traslado del Colegio Norteamericano a Biarritz por consejo del Cónsul de los Estados Unidos. El Colegio permanecerá en Francia hasta 1902. Durante sus años en San Sebastián el colegio recibe alumnas de toda la península, así como de otros países. Para desarrollar sus actividades cuenta con la cooperación de profesoras graduadas en colleges femeninos del este de los Estados Unidos, principalmente de Smith, Mount Holyoke y Wellesley.

 

Alice Gordon Gulick

Según William H. Bowers, por 1913 San Sebastián era el lugar de moda para bañarse y también tenía varias escuelas establecidas por varias órdenes religiosas que habían sido expulsadas de Francia. A pesar de esta competencia, se mantenía una congregación de treinta y dos creyentes con su capilla, con escuelas de niños y niñas, aunque estas se habían suspendido por falta de dinero. La congregación la componen doce españoles y los otros veinte son suizos, franceses y alemanes. La esposa del pastor enseña a treinta niñas. El revulsivo educativo en San Sebastián vendría de la mano de la señorita Pepita Digón, que había sido alumna del Instituto Internacional y había realizado estudios de enfermera en Londres. Había llegado a San Sebastián  por 1911. Se presentaría a las oposiciones como profesora de inglés en la Escuela de Artes y Oficios de la ciudad, demostrando no solo el conocimiento del inglés sino los métodos que emplearía en la enseñanza. Sería elegida para el puesto, como una de las primeras mujeres presentadas para ocupar un puesto. Sin embargo uno de los candidatos, un joven escocés, iría a la comisión para acusarla como protestante. Esto supuso un escándalo en la ciudad y presentó una fuerte oposición, aunque dos años después este puesto se le daría a esta “mujer y protestante”. El éxito del Colegio Internacional situado en la Avda de la Libertad, 40 un lugar céntrico y cerca de la playa, hizo que ya en 1883 tuviese 18 internas y 2 externas. En 1884, 22 internas y 14 externas. Además la casa albergaba, dos escuelas, una del internado que preparaba a chicas para ser maestras y otra como escuela elemental misionera. En el curso 1887-88 el Colegio tiene 30 internas y 2 chicos internos también. La Escuela Evangélica cuenta con 42 chicas y 38 chicos. La nocturna de adultos cuanta con 32 estudiantes.

Manuel Carrasco que acababa de llegar de realizar sus estudios teológicos en Suiza pronto será destinado a San Sebastián como capellán del Instituto Internacional de la American Board for Foreign Missions. Permanecerá desde 1883 a 1885.  Carrasco fue reemplazado por Manuel Mayorga que fue ordenado ese mismo año en San Sebastián y pastoreó con éxito desde 1885 a 1893 en que fue relevado por Ángel Digón. Su esposa y él volcaron sus actividades en la misión encomendada. Sin embargo la muerte de Alice Gulick en 1903 sorprendió y trastocó algunos planes. William Gulick ya anciano se fue a Estados Unidos y fue enviado por la Sociedad Americana a Wayne Bowers del que ya hemos citado su folleto titulado “La difusión del Evangelio en España”. Ángel Digón pasó a la presencia del Señor en septiembre de 1923 aunque las escuelas pudieron seguir llevadas por la esposa, en un local de la calle Eguía y los cultos se celebraban en la casa de los señores Gaetner.

En 1925 llega a San Sebastián el pastor Antonio J. Díaz. Alquiló un bajo y un piso en la Plaza del Cementerio y los cultos continuaron hasta 1928 donde el propietario vendió el edificio y fueron desalojados. La American Board compró entonces un chalet, que se llamó Villa Evangélica, en la bahía de la Concha. Le sucedería Elias Marqués en 1931. Este, al estallar la Guerra Civil en 1936, huiría al tener una orden de búsqueda. Dos hijos se quedaron en España, pero los Marqués y sus hijas se refugiaron en Inglaterra, no pudiendo regresar.

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(i) La Iglesia Evangélica Española. Pablo García Rubio. IEE 1984

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Orbayu - El evangelio en el País Vasco