La complicada Teología del corazón

Sea como sea nuestro corazón, Dios lo puede transformar de un modo completamente nuevo y maravilloso.

09 DE ABRIL DE 2016 · 22:20

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“Permite que tu corazón se convierta en un valle profundo, y Dios hará que la lluvia descienda sobre él hasta que rebos (Charles Haddon Spurgeon)

“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida” (Prv. 4; 23)

 

Siempre me pareció precioso todo lo concerniente al corazón. Y cuando la Biblia habla de él, no se está refiriendo a ese músculo físico que bombea continuamente nuestra sangre, y que sólo deja de hacerlo con nuestro último suspiro. Sino a ese lugar metafórico tan precioso, en el que residen todas nuestras emociones, sentimientos, voluntad, decisiones…. Un poco nuestro espíritu, nuestra alma……

¡Sí, es cierto! Creo que no hay cosa más engañosa que el corazón, y hoy quisiera traer delante de vosotros a diferentes personajes bíblicos a los que el corazón les pudo mucho para bien y para mal, terminando con el precioso corazón de Dios.

Creo que el más antiguo personaje de la Biblia al que le pudo el corazón, fue a Adán.

Ya sé que me podéis decir que me estoy sacando esto “debajo de la manga” Que fantaseo demasiado o que soy una romántica empedernida.

Eva fue engañada primero, Eva desobedeció y pecó primero. Pero luego le dio de comer a su esposo Adán. No soy teólogo; pero sí soy de esa clase de personas a las que el corazón les puede demasiado.

En muchas ocasiones he pensado que Adán amaba tan apasionadamente a Eva, que de algún modo que se me escapa, quiso tomar de la fruta prohibida que ella había tomado y así correr los dos la misma suerte.

Podéis estar de acuerdo o no conmigo; pero lo cierto es que de toda aquella decisión, entró el pecado y todo lo que ello conlleva en el mundo.

Otro personaje del que se sabe que se encuentra en el libro más antiguo escrito de la Biblia, fue Job. ¡Por supuesto qué Job no sabía todo lo que ocurría en las esferas celestiales! Pero hay una frase muy importante a notar, Job 1: 8 . La referencia a Satanás por parte de Dios, acerca Su siervo Job diciendo… “No hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal” Y Satanás, bajo el permiso de Dios, fue dándole a Job por todos lados.

Bien pudo Job haber renegado de su Dios. Pero lo cierto es que el corazón de Job jamás fue infiel para con el Dios de su vida, sufrió toda clase de pruebas en las que su corazón simplemente conoció más y más y se acercó cada vez más a su Señor, hasta llegar a “verle” y “escucharle” de un modo muy superior al de antes.

Cuando hablamos del corazón, no podemos obviar a David, directamente.. “Un hombre conforme al corazón de Dios” Eso era algo precioso, creo que podemos calificarlo como un hombre cuyo corazón no le cabía en el pecho.

Me lo imagino tierno, dulce y cariñoso. Valiente para enfrentar a todo un Goliat, pero tierno con sus ovejas, con su alma ligada hasta… Más allá de la muerte a la de su amigo Jonatán, precioso con su hijo Salomón, al que le dice… “Y tú Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre y sírvele con corazón perfecto y ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos….” 1ª Cr. 28: 19.. Pero un corazón que dejó poner sus ojos en una mujer y en un amor prohibido, Betsabé. Eso fue algo que pagó con lágrimas y consecuencias muy amargas.

Hay un hombre que produce en mi sentimientos muy encontrados, me estoy refiriendo al rey Saúl. Dice la Escritura que comenzó bien, era el ungido del Señor, era tan tímido que se escondió tras los montones de paja, era humilde. Pero pasando el tiempo, su corazón se rebeló contra Dios, quien considera el pecado de orgullo y rebelión igual que la idolatría.

Existió una mujer en la Biblia, que no me gusta demasiado incluir aquí, pero no puedo dejar de hacerlo. Me estoy refiriendo a Jezabel, una mujer terrible con un malvado corazón, pero a la que no le bastaba con ser así; sino que incitaba a su marido, el rey Acab, al mal. Todo lo que había en el corazón de aquella mujer, tipificación del mal en la Biblia, se tradujo en dolor terrible y mal para toda una nación.

Existe otro personaje, que tampoco me emociona demasiado el incluir aquí; y es la propia figura de Satanás. Era el ángel más bello y lleno de luz que existió jamás, era el encargado de la maravillosa música en el cielo….. Lo tenía todo y más; pero dejó albergar en su corazón el orgullo, eso lo llevó a la envidia y culminó con el terrible pecado de querer llegar a ser como Dios. El resto, lo conocemos demasiado bien. Hay palabras que jamás debemos olvidar, como el que… “Antes de la caída viene el orgullo”.

¿Y qué me decís de José? Desde niño Dios toca su corazón que fue pasando por distintas fases. Pero Dios trabajó a lo largo de su complicada vida… Cuando llegó al, casi trono de Egipto, su corazón ya estaba más que trabajado por el Señor, y cuando llegaron sus hermanos, las lágrimas de su corazón, lloradas en el secreto, y cada una de sus acciones, simplemente demostraban lo que había en su corazón, integridad y el más absoluto perdón.

La Escritura nos habla brevemente de una mujer muy significativa, aunque nos pase un poco desapercibida, la mujer de Lot. No era mala mujer, ni como madre, ni como esposa… Pero su corazón se había llenado demasiado de Sodoma. No pudo evitar echar la vista atrás. Es demasiado amargo y salado lo que le sucedió. El precio de un corazón lleno de lo que no debía de estar allí.

Podría escribir mucho más, pero no es mi intención más que reflexionar un poco sobre el tema que estamos abordando, “La complicada Teología del corazón” Aunque no puedo pasar por alto a alguien muy especial y hasta complicado para algunos, estoy pensando en el Apóstol Pablo.

Creo que Pablo, antes Saulo de Tarso, era el hombre con más raciocinio y racionalidad que pudo haber existido, pero – a la vez- con un inmenso corazón.

Su gran educación a los pies de todo un Gamaliel, lo convirtieron en un personaje muy importante. Pero fijaos en algo, cuando su razonamiento estaba convencido de que tenía que perseguir hasta la muerte a los cristianos, lo hacía y a conciencia.

Cuando Jesús se le aparece y, directamente, lo ciega y lo tumba en el suelo, su razón y su corazón se entremezclan, no entiende nada….. Cuando puedo leer posteriormente, “Pablo, siervo de Dios y esclavo de Jesucristo..” Sólo puedo ver a un hombre que primero se convence y luego se rinde por completo.

Muchos quieren ver en Pablo un corazón duro, yo sólo puedo ver en él a un hombre con un corazón transformado, que rebosa el más profundo amor por su Señor y por los demás.

De algún modo, la complicada Teología del corazón, la podemos encontrar en Santiago Capítulo 1.

“….. Cada uno es tentado cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado..”

Hay otro texto en la Escritura que me parece extremadamente revelador en este sentido…..

“Os daré un corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo delante de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne” Ezq. 36: 26.

Es decir, que sea como sea nuestro corazón, Dios lo puede transformar de un modo completamente nuevo y maravilloso.

Sé que muchos no estaréis conmigo en esto. Pero sigo pensando, y creo que la Biblia me avala, que absolutamente todo se gesta en nuestro propio corazón, luego pasa por la mente, y ahí hay un verdadero campo de batalla, en donde triunfará lo que tiene que triunfar, si le dejamos obrar a Dios.

No puedo terminar este artículo, sin pararme a pensar en lo más importante, el maravilloso e incomparable corazón de Dios.

El corazón de Dios está lleno, por encima de todo, de un amor infinito. Pero hay tres cosas que quiero destacar de este precioso corazón.

El corazón de Dios está lleno de COMPASIÓN.

En Mat. 9: 36. Podemos ver la infinita compasión de Dios en la persona de Jesús. Compasión para con los más necesitados y doloridos. Jesús tanto toca el corazón del cojo, el mudo, o el paralítico; así como el del angustiado, quebrantado de algún modo, desesperado….

El corazón de Dios está lleno de LÁGRIMAS.

Cuando Jesús esta llegando a Jerusalén, llora. Cuando Lázaro está muerto, llora. Llora por los perdidos y extraviados, los enfermos, los necesitados… ¡El corazón de Dios llora!

El corazón de Dios se muestra en LA CRUZ.

Ese Amor maravilloso que inunda el corazón de Dios, se muestra de un modo indescriptible en la Cruz del Calvario, Allí sufrió por toda la humanidad y se quebrantó hasta la muerte en la persona de Jesús. Y sigue manando esa preciosa Sangre, no sólo por los pecados de la humanidad; sino por cada uno en particular, por los perdidos, errantes, sin rumbo, quebrantados, doloridos…

 

ORACIÓN

Señor de mi vida ¡Gracias por tener un corazón tan maravilloso! Que, a pesar de no poder pasar por alto el pecado, está tan lleno de Amor, que no puedo encontrar otro amor más grande en este mundo, que el tuyo.

¡Gracias por amarme y aceptarme tal como soy! Con todos mis errores y defectos!

¡Gracias! Porque, cuando no puedo más con mis cargas, tu propio corazón el es único lugar en donde puedo esconderme, refugiarme de todas mis tormentas y encontrar el abrazo más cálido y profundo que nadie me pudiera entregar.

¡Gracias mi Padre! Quiero ser como tú. Dame un corazón como el tuyo, limpio y recto; pero lleno de un amor profundo hacia ti en primer lugar, y hacia todo aquel que necesite de mi propia compasión y corazón.

En el Nombre de Jesús, Amén.

Tu hija, Beatriz.

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