El corazón roto de Europa

Resignación es el sentimiento más extendido entre los ciudadanos de Bruselas. El primer ministro Charles Michel dijo en su primera comparecencia: “Ha ocurrido lo que nos temíamos. Nuestro país ha sido atacado de forma vil”.

Joëlle Philippe

Evangelical Focus · BRUSELAS · 22 DE MARZO DE 2016 · 17:12

Momentos de tensión cerca de la estación de metro donde se produjo la explosión.,bruselas atentado
Momentos de tensión cerca de la estación de metro donde se produjo la explosión.

Iba a suceder. Tras las primeras amenazas en Bruselas en noviembre, a pesar de las reforzadas medidas de seguridad, la mayoría esperaba que tarde o temprano, Bélgica sufriría un ataque terrorista. Resignación es el sentimiento más extendido entre los ciudadanos de Bruselas.

Hasta el primer ministro Charles Michel dijo en su primera comparecencia tras los atentados, que “sucedió lo que nos temíamos. Nuestro país ha sido golpeado de foma vil”.

El primer ministro confirmó que los ataques en el Aeropuerto Nacional de Bruselas, que acabaron con la vida de 14 pasajeros, fue perpetrado por un suicida.

 

Charles Michel, compareciendo tras los atentados.

Hay mucha incertidumbre aún respecto a a la explosión en la estación de metro de Maalbeek, en medio del barrio Europeo, donde unas 15 personas perdieron la vida. Hay más de 190 heridos.

“Bruselas no oye más que sirenas”, fue uno de los titulares en la web de Le Soir, un diario local. Además de las ambulancias, el sonido de los coches de policía empezó de nuevo. La autoridad policial detuvo un coche en la comunidad de Ixelles, donde descubrió un paquete sospechoso, cerca de la Universidad Libre de Bruselas (VUB). Se alertó además de una bomba cercana al hospital Saint Pierre.

En las redes sociales, muchos especulaban sobre los ataques, relacionándolos con la detención de Salah Abdeslam, hace cuatro días. Abdeslam es sospechoso de participar en los atentados de París de Noviembre.

Algunos han querido mostrar su apoyo escribiendo con tiza en las calles peatonales del centro de la ciudad. Otros están tuiteando con el hashtag #porteouverte (Puerta Abierta) para acoger a los pasajeros que tuvieron que abandonar el Aeropuerto y no tienen donde quedarse.

 

Mensajes de paz en las calles de Bruselas.

OBJETIVOS ESCOGIDOS CONTRA LA UE

Los dos objetivos no han sido escogidos al azar. Esta semana las instituciones europeas se acercan a sus vacaciones de Pascua. Muchos trabajadores toman esta semana libre, para volver a sus casas durante unos días, la mayoría en avión. El lema del aeropuerto nacional es “el corazón de Europa”.

Otro “corazón” ha sido además alcanzado por el terror. Maalbeek no es la estación de metro de mayor actividad, pero es muy transitada en hora punta. Es la estación más cercana al Parlamento Europeo, el Consejo de Europa y otros edificios de la Comisión Europea. Muchos de los trabajadores de la zona estaban usando el metro esta mañana.

 

 

¿NUEVO CIERRE?

El gobierno belga pidió a los pares que no fuese a buscar a sus hijos a los colegios, para intentar mantener la calma. La Universidad Libre de Bruselas, sin embargo, ha sido evacuada y otras universidades han cerrado. Se han cancelado los partidos de fútbol. El transporte público y el Aeropuerto permanecen cerrados, y el gobierno ha aumentado el nivel de alerta al máximo.

El ministro belga de telecomunicaciones, Alexander De Croo, ha pedido a la gente que utilice SMS y las redes sociales para comunicarse, dejando las líneas telefónicas libres de saturación. Se ha abierto un teléfono de atención a los ciudadanos en Bélgica (1771), aunque estuvo saturada entre las 10 y las 11 de la mañana.

 

¿HAY MEDIDAS DE SEGURIDAD?

Hace siete días la policía federal realizó una redada en Forest, uno de los 19 municipios de Bruselas. El suceso terminó con dos policías heridos y un sospechoso muerto, mientras que otros dos sospechosos consiguieron huir.

El viernes por la noche, el gobierno anunció con orgullo que había encontrado a Salah Abdeslam y otros cuatro sospechosos en Molenbeej-Saint-Jean, tras entrar en el apartamento donde se escondían.

El diario Le Soir se preguntaba: “¿Tendrá esta detención un efecto positivo en la percepción de nuestras fuerzas de seguridad? Sí, por supuesto”. Hoy la respuesta parece menos obvia. El despliegue de fuerzas militares en la ciudad no ha servido para evitar estos ataques.

La pregunta que muchos plantean es qué pueden hacer los soldados belgas en una situación como esta, teniendo en cuenta que trabajan en pareja y que la mayoría de terroristas están resueltos y no se preocupan ni lo más mínimo por su vida.

Otra de las cuestiones que se plantean tiene que ver con la ley y los derechos de los “retornados”, o “combatientes extranjeros”, que están siendo encarcelados automáticamente en cuanto regresan de Siria. El gobierno justifica estos encarcelamientos diciendo que no tiene capacidad para vigilarlos. Según la OCAM (Organización que analiza las amenazas), de los 451 belgas que han dejado Siria, 117 han regresado, 269 siguen combatiendo, 6 estarían en camino hacia allí, y 59 no habrían llegado a su destino.

En lo que va de año, se ha abierto expediente a más de 60 casos relacionados con el terrorismo.

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