“Nos falta una estrategia evangelística intencional de alcance al español”

El pastor Xoán Castro comparte experiencia e ideas sobre la misión de la iglesia en la sociedad. Estará en el próximo Encuentro de la Alianza Evangélica, Idea 2016.

TORRENT · 11 DE FEBRERO DE 2016 · 09:30

,

La iglesia evangélica en España, siendo una minoría, puede tener un papel crucial en los próximos años. “Se está venciendo el pesimismo”, afirma nuestro entrevistado, el pastor Xoán Castro, que se muestra ilusionado ante los retos que se presentan y la respuesta que la iglesia puede dar.

Castro es pastor de la Comunidad Tiempo de Cosecha en Torrent (Valencia), y ha dirigido el Departamento de Misiones (MEM) de la Unión Evangélica Bautista Española.

Junto a otros ponentes estará presente en el próximo encuentro Idea2016, que la Alianza Evangélica Española organiza para los días 19 al 21 de febrero en Sevilla.

 

Pregunta. ¿Es posible transformar la sociedad desde la iglesia, o es algo utópico?

Respuesta. Admito que la segunda opción planteada en la pregunta parece justificarse, a la vista de muchas de las realidades sociales por las que atraviesa el mundo llamado “cristiano” y sus áreas geográficas de influencia. Me refiero a la desigualdad, abusos de diversos tipos, efectos de la corrupción, etc. Aún en países en los que hay un porcentaje muy considerable de cristianos evangélicos, es difícil ver una correlación entre esa realidad religiosa y el nivel de transformación social, ética y moral que cabría esperar.

No obstante, la historia nos muestra innumerables ejemplos de que esa transformación es posible. Como bien sabemos, algunos de los más grandes avances en las estructuras sociales, el respeto a la dignidad humana, la transformación en la educación, avances en la salud y aun el progreso del pensamiento científico, se ha fraguado a partir de la praxis de la Iglesia, basada en la Palabra de Dios.  La realidad, aun en una sociedad privilegiada como es la europea, dista mucho de ser justa y adecuada para la auténtica realización del ser humano. Hay verdaderos gigantes que confrontan a diario a nuestra gente en nuestro país: altísima tasa de paro, considerables niveles de desigualdad, los efectos públicos de la corrupción privada, disfuncionalidad matrimonial y familiar, frustración en todos y, de manera especia en la juventud, como consecuencia de la crisis que padecemos, etc. Frente a estos y otros retos parecidos, la Iglesia del Señor no puede conformarse simplemente con oraciones piadosas y predicaciones superficiales que, en muchos casos, ofrecen respuestas a preguntas que nadie se hace y descuida leer “las señales de los tiempos” desde una clave bíblica. Nuestro esfuerzo debe procurar hacer relevantes, al hombre y mujer de hoy inmersos en un mundo en constante cambio, los principios bíblicos que no mutan. Transformar nuestras comunidades, ciudades, etc…comienza por la transformación de las personas. Ese poder es el que emana del Evangelio al cambiar el destino, a este lado y al otro de la eternidad, de la persona que conoce a Jesucristo como su Señor y Salvador. La consecuencia lógica de ese cambio es su efecto en la sociedad. Además, la iglesia del Señor debe, más allá de dirigirse a las necesidades del individuo, alumbrar y ser una voz profética en los debates que afectan a los sistemas sociales, económicos, políticos y culturales que rigen nuestra comunidad. Ciertamente ese impacto es aún poco relevante en estos momentos en España. Hablo, especialmente, del impacto de la iglesia evangélica. 

 

P. Para muchos el avance del secularismo supone una barrera cada vez mayor para poder compartir el evangelio. ¿En qué sentido crees que, a su vez, pueda haber oportunidades en la sociedad actual?

R. Lo es. La iglesia evangélica (protestante) en España, se mueve en una sociedad profundamente resistente a la Palabra de Dios. La mente moderna y posmoderna está bastante cerrada a las verdades espirituales, de tal forma que la Palabra no penetra fácilmente en esa sensibilidad endurecida por la razón a ultranza y distorsionada por su profundo alejamiento del Creador. La razón y los avances científicos, con todo lo bueno que han traído y traen, han impregnado la cultura actual de una férrea resistencia a la voz de Dios y sus reclamos de Señorío. Dicho esto y ponderando la evidencia del relativismo moral y ausencia de valores que hasta hace poco tiempo, formaban parte de la cosmovisión de nuestra sociedad, sí creo que la actual realidad presenta oportunidades para llenar ese vacío tan palpable que inunda a tantos corazones; innumerables oportunidades! En este sentido, es imprescindible un gran esfuerzo de contextualización en la presentación del Evangelio. Esa contextualización ha de evitar el paternalismo, por un lado, y el caer en sincretismos, por otro.

Un evangelismo integral, contextualizado, encarnado en lo posible, vivido y expuesto por cristianos llenos de fe en un Dios todo poderoso y amoroso, se hace relevante en la España actual. Tampoco nosotros, al igual que Pablo, nos avergonzamos del Evangelio por que es “la dinamita” de Dios para todo aquel que cree. Si nos atrevemos a movernos a la altura que nos marca la Palabra y  a “correr riesgos” por el Señor, veremos el efecto de “esa dinamita”: almas salvadas y sociedades transformadas. Y eso está pasando también aquí en nuestro país. En el último Foro para la evangelización de España ( 2014, organizado por SEPAL y Decisión), o en el encuentro de líderes , más de 100, realizado en Madrid horas antes de la última marcha de “España oramos por ti” (2015) coinciden en señalar que estamos en un cambio de ciclo espiritual en nuestro país y que se está venciendo en nuestras iglesias el pesimismo que ha reinado por bastante tiempo. Todo esto es matizable y no se percibe de esta manera en todos los sectores de la iglesia, pero es una noticia muy gratificante y alentadora. Además, el creciente interés por trabajar unidos y priorizar la plantación de iglesias aprovechando las sinergias generadas, manifestar mentalidad de Reino y lograr así así un avance significativo del Evangelio en España, es una magnífica noticia…y ya casi una realidad.

 

P. Como iglesias en España, ¿tenemos que revisar el concepto de misión?

R. El concepto de misión está en revisión en gran parte de la cristiandad y creo que esa ha de ser una tarea constante. El mandato de Jesús en Mat. 28:18 habla de “hacer discípulos a todas las naciones”. Tal como yo lo entiendo, el propósito del Señor es que las naciones y pueblos sean redimidos y sometidos a la influencia regeneradora de la Palabra de Dios y no que sólo almas sean salvadas. Él vino a buscar lo que se había perdido; vino a salvar personas, pero también está incluido en su propósito el redimir familias, ciudades, gobiernos, culturas y naciones enteras. En Rom 11.36 Pablo nos dice que “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas”. Dios tiene un plan específico para la redención del cosmos. Es de vital importancia que la Iglesia en España encuentre la manera de ampliar su concepción del ministerio para incluir no solamente la salvación “de las almas” y su preocupación por los asuntos espirituales y eternos, sino también atender a las necesidades materiales de la comunidad y dirigirse hacia la transformación de todos los aspectos de la vida humana. Cada vez tenemos más sensibilidad en cuanto a leer la Biblia en clave misional y asumir que Dios nos llama a cada uno de sus hijos a transformar el lugar en donde está y, ahí, enfrentar las obras del maligno. Es un trabajo que implica proclamación y acción.

 

P.¿Cuáles son los retos principales que crees que se presentan para el avance del evangelio?

R. Bueno, aunque es muy evidente, creo que es imprescindible una intimidad auténtica con el Señor. Es evidente pero es un área muy descuidada. Dios no unge metodologías; Dios unge personas. Al entrar en el“lugar secreto”, donde Él ya nos espera, podemos renovarnos diariamente en nuestro amor por Dios y en nuestra dependencia a Su Palabra. Ese es el combustible necesario para salir inflamados de pasión por hacer Su voluntad. Es ahí que recogemos nuestro propio “maná” que sustenta nuestra vida y experimentamos que Su Palabra es “dulce como la miel”. Otro reto es ser conscientes y crecer en lo que denominaríamos la dimensión sobrenatural. Ya he comentado que el complejo contexto social y cultural de nuestro país requiere una concepción abarcadora por nuestra parte; al lado de nuestra preocupación social tan necesaria y legítima, hay que situar esa “mentalidad sobrenatural”. Es esa dimensión la que constituye nuestra mayor fortaleza y la distingue de otros tipos de espiritualidades cristianas. Es lo que nos capacita para ser verdaderamente efectivos en la labor evangelística y transformadora.

Otro reto, como ya comentaba, es el de una adecuada contextualización de nuestro mensaje ante este mix de cosmovisiones que hoy conforman la realidad de España.

 

P. En nuestro pasado más reciente, ¿hay aspectos de nuestro entorno a los que no hemos estado atentos? ¿Hay oportunidades que estamos perdiendo ahora para compartir el evangelio?

R. Es innegable el crecimiento experimentado por la iglesia evangélica en los últimos 25-30 años. Ese crecimiento se manifiesta en número de creyentes y en lugares de culto abiertos. Debemos agradecer a Dios por esta realidad. De todas formas, si en ese tiempo el número de creyentes en general ha crecido un 350%, aproximadamente, el número de españoles (de nacimiento) que han aceptado a Cristo como Señor y Salvador, lo ha hecho en un 75%. Desde mi punto de vista, nos falta una estrategia evangelística intencional de alcance al español. Nuestro llamado y reto es a presentar el Evangelio a todos y, dentro de ese “todos”, en nuestro país hay unos 42 millones de españoles a los que no estamos llegando.

 

Xoán Castro.

Este tiempo de crisis en todo sentido, pero de una forma muy palpable en el aspecto económico, ha hecho “bajar la guardia” de la arrogancia y la soberbia; al menos un poco. Es un tiempo de oportunidad para que nos acerquemos y compartamos a tantos compatriotas, con osadía y confianza, del Jesús que ha cambiado nuestras vidas y puede cambiar la de cualquier persona. Ellos no lo saben, pero necesitan desesperadamente al Señor Jesús.

Otras áreas para alcanzar que creo estratégicas y que, sin duda, descuidamos son las de la educación(colegios evangélicos), la política y la gente de negocios. Son de tremendo potencial a corto, medio y largo plazo para la extensión del Evangelio. En este sentido, es muy interesante las iniciativas de algunas iglesias y el trabajo de reflexión promovido desde la AEE.

 

Idea2016 es un espacio abierto para la reflexión. Las inscripciones siguen abiertas, a las que se puede acceder aquí.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Idea2016 - “Nos falta una estrategia evangelística intencional de alcance al español”