Juan Luis Guerra, David y Dios

Fue uno de esos días inolvidables. Estábamos en el Palacio de Congresos de Madrid preparando un concierto en el que Juan Luis Guerra iba a participar, y no sólo eso, sino que además iba a hablar por primera vez en público en cuanto a su fe en el Señor Jesús y el cambio que El había hecho en su vida.

22 DE FEBRERO DE 2007 · 23:00

,
Por la mañana, mientras estábamos preparando todo el sonido y el Palacio estaba vacío, Juan Luis comenzó a cantar una de sus más famosas canciones…
“Y una amapola me lo dijo ayer que te voy a ver, ¡que te voy a ver! y un arco iris me pintó la piel para amanecer contigo”
Yo le comenté que cuando cantaba esa canción siempre venía a mi corazón el deseo de estar con Dios, de verlo cada amanecer, de desear hablarle y que El nos hable. La cantó otra vez, y me dijo “cántala conmigo, Dios sabe que El es lo más importante en nuestra vida” Yo pensaba “¡Menos mal que no hay nadie más aquí para escuchar como puedo “estropear” una canción sublime”!... Pero al mismo tiempo me daba cuenta que Dios sí estaba allí escuchando el anhelo de nuestro corazón de vivir cada día expresándole nuestro amor. Acercarse a Dios, amanecer con El, saber que siempre nos está esperando, es encontrar el secreto de la felicidad. Desear estar en el corazón de Dios es vivir sintiendo su confianza, su cariño, su presencia en todos los momentos. Estar en la presencia de Dios es saberse aceptado incondicionalmente, conocer que siempre nos escucha. Es sentirse seguro, perdonado, libre. Es saber que nuestro corazón herido va a ser sanado. David, el compositor escribió un día: “He acallado mi alma; como niño destetado en el regazo de su madre, reposa en ti mi alma” (*) Como un niño encuentra refugio en el pecho de su madre, nosotros podemos descansar en nuestro Creador. Uno de los nombres de Dios en la Biblia viene de la palabra hebrea “pecho materno”, porque Dios es todo lo que necesitamos, podemos acallar nuestra alma en sus brazos. Esa invitación a acercarnos a Dios es para todos. ¿Sabes? En La Biblia, el mismo Señor Jesús explicó que cuando alguien se vuelve a Dios y decide mirar hacia su Creador para vivir para siempre con El, en el cielo hay fiesta ¡Si!, Has leído bien... ¡¡¡FIESTA!!!. Imagina como Dios puede alegrarse contigo. Imagina como El puede cantar y regocijarse cuando sabe que tienes deseos de volver a El. Imagina como el cielo entero disfruta sabiendo que eres único/a y que has decidido poner tu confianza en Jesús. Esa misma fiesta se repite cada vez que te acercas a tu Creador para pasar tiempo con El. Empieza a compartir la alegría de Dios. Aprende a imaginar la delicia de todo el Universo al sentir la voz del Creador. Recuerda que en cada momento Dios te invita a amanecer con El. ¡A propósito! ¿No le estás escuchando ahora...?
(*) Salmo 131:2

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - Juan Luis Guerra, David y Dios