CityFest, “trascendencia espiritual” en NY

Enrique Montenegro es asiduo colaborador de Luis Palau, que organizó un festival evangelístico en Nueva York, culminado por un gran acto en Central Park con 60.000 asistentes.

Daniel Hofkamp

MADRID · 16 DE JULIO DE 2015 · 17:45

Luis Palau, predicando en Times Square. / CityFest,luis palau city fest
Luis Palau, predicando en Times Square. / CityFest

Decenas de miles de personas participaron en el CityFest, organizado por la asociación Luis Palau en Nueva York, que culminó la pasada semana con tres grandes actos evangelísticos en lugares emblemáticos de Manhattan.

Del 7 al 11 de julio, el mítico Radio City Hall, Times Square y Central Park acogieron diversos actos en los que hubo música, testimonios y la exposición de la “buena noticia” por parte de Luis Palau. Con la iniciativa de las iglesias latinas, Nueva York vivió un festival que reunió a miles de personas, en el mayor acto evangelístico organizado en los últimos 15 años.

 

Buenas noticias en la ciudad, el lema del festival.

 En esta última semana, el pastor de Madrid Enrique Montenegro estuvo participando en el festival. Montenegro, que es habitual colaborador de Palau, es asimismo presidente de la Confraternidad de Ministros de Madrid (COMIMA), y explica en una entrevista con Protestante Digital el impacto que el CityFest tuvo en una ciudad en la que Palau hizo énfasis en el “llamado al arrepentimiento genuino y las buenas noticias: Dios es relevante en esta sociedad y en Cristo se encuentra la verdadera paz y el perdón de nuestros pecados”.

 

Pregunta. ¿Cómo se gestó la preparación del CityFest en Nueva York?

Respuesta. Comenzó hace casi dos años, con la invitación de algunas iglesias latinas de Nueva York para tener un festival para los latinos. El equipo de la Asociación Evangelística Luis Palau empezó a ver la viabilidad de hacerlo en Nueva York. Se trabajó de forma muy efectiva, lograron organizarlo. Pero recibieron una llamada de atención de un pastor coreano, que en una de las reuniones preguntó por qué tenía que ser el festival sólo para el público latino, y no para todos. Y esto hizo recapacitar y pensar en que el festival fuese para todas las naciones, y en este sentido, se organizó para hacerse en inglés. La iniciativa fue latina pero fue un festival para todas las naciones.

 

P. ¿Cuáles son las cifras de asistencia al festival?

R. El festival comenzó a principios de junio. Se hicieron varios actos en todos condados de Nueva York. Así que sumamos miles y miles de personas convertidas. No tenemos todavía la cifra total, pero son multitudes las que asistieron y recibieron al Señor. Finalmente, se culminó con tres actividades en Manhattan, del 7 al 11 de julio. Primero, un acto en el Radio City Hall con una presentación musical (Amanecer, Third Day, Newsboys) y la palabra de Luis Palau. Luego se hizo un acto en Times Square, que además era retransmitido. Las gigantescas pantallas que están en este lugar transmitían en directo tanto la música como la predicación. Algo impresionante. El tercer acto tuvo lugar en el famoso Central Park, congregando a unas 60.000 personas.

 

Miles de personas asistieron al último evento en Central Park.

Creo personalmente que con este festival se hizo un acto de gran trascendencia espiritual, más allá de la gente que haya venido. Hace pocos días la Corte Suprema impuso en todo el país la legalización del matrimonio homosexual. Y apenas dos semanas más tarde, en el mismo corazón de Manhattan, se predica un mensaje con un llamamiento al arrepentimiento, y dando las buenas noticias a la ciudad, de que Dios es relevante en esta sociedad y que en Cristo se encuentra la verdadera paz y el perdón de nuestros pecados.

Fue muy claro el mensaje, y ese lugar emblemático que se ha tomado para la predicación en un momento tan poco habitual para la sociedad norteamericana, y que se obtengan los permisos para hacerlo, fue un verdadero milagro.

Para mí fue como pisar la cabeza de la serpiente en su mismo nido, mostrando que las puertas que abre Dios nadie las puede cerrar.

 

P. ¿Cómo ha sido la respuesta de la ciudad? ¿Ha habido cobertura de los medios locales?

R. En algunos periódicos el festival fue portada; en muchos tuvo una o dos páginas de reportaje, y en las grandes cadenas televisivas, todas estuvieron presentes en el festival, cubriendo el acto y dando imágenes, algunos en directo, otras con conexiones en sus informativos. Al ver lo que estaba sucediendo en la ciudad, las mismas televisiones se interesaron. Y pudieron ver que no sólo se proclamaba el evangelio en Times Square, sino que también en las pantallas, durante dos horas, se retransmitió el evangelio. También destaco que el mismo alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, participó en Central Park, dando un saludo, explicando que la ciudad necesita gente que crea en Dios para que Dios proteja la ciudad.

 

P. ¿Cuáles son las claves del mensaje compartido por Luis Palau?

Matt Redman, entre los artistas invitados.

 R. En cada lugar, el fin es el mismo: llamar a las personas a tener un encuentro con Dios. Aunque el lugar determina la forma de dar este mensaje. Por ejemplo, en un lugar cerrado como el Radio City Hall, con las personas sentadas en butacas, es más sencillo dar un mensaje clásico de un evangelista. Pero en Times Square, como hay muchísima gente yendo y viniendo, es una masa de gente continua, aparte de las 10.000 personas que estaban en el lugar, Luis Palau se centró en hacer micro-mensajes, de forma que en pequeñas cápsulas quedase claro que el cristianismo es relevante, la Biblia es relevante y que Cristo es la solución a los problemas, la respuesta, trae la paz a la gente, pero pide de nosotros un arrepentimiento genuino. Así que los elementos cristocéntricos estuvieron en todos los escenarios. Luego, en Central Park, era otro público, se dio un mensaje más clásico, con un repaso de lo que es el evangelio. Siempre dando un mensaje de esperanza, que hay buenas noticias para la ciudad.

Es obvio que en Nueva York todavía hay miedo. Cuando fuimos a Central Park las medidas de seguridad eran inmensas, como no he visto en otros festivales (Buenos Aires, Guatemala, México...) Pero nunca vimos tanto celo por la seguridad, con miles de policías, y aún en Central Park, que es un parque abierto, se controlaba a todos para que tuviesen entradas. Pero se pudo celebrar de forma muy ordenada.

 

P. Muchas personas oran y toman la decisión de seguir a Jesús. ¿Cómo se hace el seguimiento después del festival?

R. Hay personas en medio del público que están atentos a atender a las personas, para que entiendan que la decisión por Cristo que están tomando es una decisión trascendental, de arrepentimiento de sus pecados, para que no sea una dinámica de una simple repetición de una oración, sino que entiendan este hecho. Los consejeros están capacitados además para tomar nota de los datos, para hacer un seguimiento. Hay miles de personas entrenadas para que desde las iglesias locales se haga un seguimiento.

A una iglesia le han llegado 600 solicitudes que le tocará visitar en su área. Otro dato que me entusiasmó es saber que en Times Square, como es un sitio tan turístico, recibieron a Cristo personas de Rusia, de Turquía, de Qatar, de Brasil, de Colombia, de Bolivia, de Barcelona, de Suecia, de Italia... Como era en inglés, la mayoría podían escuchar y dieron sus datos para que les hagan un seguimiento. Así que el mensaje no sólo alcanzó de forma local sino que tocó a muchas personas de todo el mundo.

 

En Times Square.

P. ¿Hay planes de que Luis Palau venga a España próximamente?

R. Tuve el privilegio de ministrar a 300 personas relevantes del mundo empresarial estos días allí en Nueva York. Les desafié con base a lo que sucedió en 2005 cuando Luis Palau vino a Madrid. Entonces, en toda la Comunidad de Madrid había 183 iglesias. Hoy, diez años después, hay más de 650 iglesias registradas, un crecimiento de más de un 300%. El festival fue el detonante que produjo un antes y un después. La iglesia en Madrid empezó a hacerse visible en la calle. El diálogo con los políticos comenzó a surgir, la relación con los gobernantes ha cambiado. Así que en mi mensaje a estas personas, les invitaba a pensar en apoyar que Luis Palau pueda tener otro festival próximamente en Madrid. Estamos a la espera de que nos den el sí y nos lancemos con un preparativo similar al que hubo en Barcelona con Franklin Graham.

 

P. ¿Qué crees que puede hacer la iglesia en el ámbito evangelístico en España?

 

Enrique Montenegro.

 R. Los grandes eventos son una herramienta, pero el trabajo evangelístico lo tiene que hacer la iglesia. Tengamos o no un festival, toda la iglesia debe dar un mensaje de esperanza. España en este momento es el único país de toda Europa que tiene un crecimiento numérico comprobado, tanto de templos como de miembros en las iglesias evangélicas, a diferencia de otros países de Europa en los que muchos templos cierran o se reconvierten en museos o mezquitas. En España el protestantismo está creciendo de una forma impresionante y Dios nos está levantando como una luz para iluminar hacia Europa. Debemos prepararnos para hacer nuestra tarea, con la oportunidad que Dios nos está dando.

Por último dejo este mensaje: el islam está dando un mensaje de terror, aterrorizando a la gente. La sociedad tiene miedo del islam. Nosotros tenemos la buena noticia y podemos levantarnos y decirlo a la gente, que hay buenas noticias: Dios es nuestro protector, puede guardarnos y bendecirnos.

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