Luz es aquella que disipa las tinieblas

Oímos decir ‘Fulano es un verdadero iluminado’ o ‘Esa chica irradia mucha luz’. ¿Por qué algunas personas se saludan con un ‘¡Luz!’? ¿De qué clase de luz están hablando? 

10 DE MAYO DE 2015 · 06:40

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Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz mundo. “ 1

Comenzamos a hablar de la luz citando el primer acto divino de la Creación: ‘Fiat lux’. 2 Hicimos referencia del ángel de luz que se transformó en el diablo (Luzbel = Lucifer). También describimos la visión que tenían de la luz los cuatro autores que nos legaron el Evangelio de Jesucristo 3.

Vivimos actualmente acosados por un lenguaje esotérico-idolátrico que emplea términos como ‘paz’ y ‘luz’ cual energías astrales o electromagnéticas que producen por sí mismas – o invocándolas - resultados mágicos.

Pareciera que en estos tiempos es de ‘buena onda’ decir esas palabras en ciertos círculos sociales, aunque no se conozca bien por qué y para qué se pronuncian. Salvo excepciones, las personas que creen que en ellas está el poder de hacer el bien buscan que otros lo crean.

Sin embargo, el siempre cambiante mundo de las redes sociales navega hoy en un mar de efectos virales y ‘trending topics’4, eufemismos que disfrazan el más conocido ‘todo vale’.

 

Jesucristo es la luz del mundo

El evangelista Juan, conocedor de las corrientes de pensamiento de la era helenística que le tocó vivir, no tuvo ningún temor en exponer el mensaje evangélico de manera comprensible a sus contemporáneos. Cultor del griego no abusó de las excelencias del idioma y prefirió usar de una sencillez abrumadora para referirse a Jesucristo a quien amó como pocos.

A pesar de su calidad de testigo presencial de la vida y obra Jesucristo y de no ser un lego en filosofía y teología el apóstol Juan se abstuvo de presumir con ironía sobre ello, Fue elegido personalmente por el Señor para escribir acerca de “las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas.” 5

A través suyo podemos saber por qué Jesús, el hijo de la virgen María e Hijo de Dios, dijo con total propiedad ser lo que nadie puede decir de sí mismo, a menos que sea un lunático.

Por ser un testigo fiel y porque el Espíritu guió su pluma, Juan nos presenta como nadie al Señor de señores y Rey de reyes. No debe llamarnos la atención, entonces, que fuese el único de los apóstoles que cite a Jesús presentándose como ‘luz del mundo’. Veamos:

1. Jesucristo ya era ‘en el principio’. Presentado como el Verbo que estaba con Dios y era Dios6 es imposible decir que, por haber nacido de una mujer, Jesús fue solo un hombre. ‘Verbo’ es sinónimo de ‘palabra en acción’. Por esa razón el autor de la carta a los creyentes hebreos amplía la descripción juanina:

El Hijo (…) el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.” 7

2. En Jesucristo ya estaba la vida. Antes de la creación de lo visible e invisible ya estaba la vida. De modo que queda descartada la falsa doctrina de hombres que enseña a Jesucristo como ser creado, así como lo fueron los ángeles antes de la creación de la vida planetaria.

En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.” 8

Juan refuerza el concepto al afirmar con rotunda simplicidad que la luz –por Dios creada- proviene de la vida que estaba ya en el Hijo. ¡Qué maravilloso dato éste, para los que piensan que Dios creó ‘de la nada’!

La luz que creó Dios con su palabra para apartar las tinieblas provino de la vida que ya estaba en el Hijo, antes de enviarle a este mundo.

¡Qué certeza digna del cristiano nacido del Espíritu!

Aparte de Jesucristo nadie puede decir que es ‘la luz’ porque esta proviene de quien declaró:

Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie viene al Padre si no por mí.” 9

3. Dar testimonio de la luz no es ser luz. Juan, el bautizador de judíos arrepentidos, es llamado con propiedad ‘el precursor’ de Jesús. Hubo muchos de sus contemporáneos que cayeron en confusión pues creyeron ver en él al Mesías. Por eso el Apóstol aclara:

No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz.” 10

Un testigo es solo eso, alguien que da testimonio. Ningún testigo se transforma a sí mismo en aquello que testifica.

El Apóstol muestra al pariente de Jesús anunciando que la “luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.” 11

En esto consiste el Plan de Redención divino, en la Nueva Creación: Dios se hizo hombre en Jesucristo para traer luz al mundo envuelto en las densas tinieblas del pecado. En Jesucristo hay un nuevo ‘génesis’.

Pablo enseña en su carta a los romanos que la primera creación fue sometida al pecado y la segunda creación es liberación de las tinieblas para vida eterna.

4. Jesucristo, como luz, trajo gozo a la tierra. Dando cumplimiento al anuncio a los pastores que guardaban vigilia, mientras ardió la antorcha de Jesús entre sus contemporáneos, estos disfrutaron maravillándose con sus obras y sus dichos 12.

Al declararse ‘la luz del mundo’ Jesús cumplía en sus seguidores la promesa que ningún otro humano pudo hacer a lo largo de la historia, sin caer en herejías propias del ángel de luz caído:

(…) el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” 13

El seguidor y la seguidora de Jesucristo comprueban cada día de sus vidas que creyendo en Cristo como la luz tienen la luz que les hace ‘hijos de luz’.14

5. Quien cree en Jesucristo no permanece en tinieblas. La declaración de Jesús no es egocéntrica. Cuando nosotros hablamos en primera persona del singular ‘yo’ generalmente es para formular una declaración egocéntrica. En cambio, Jesús declaró ser la luz que se irradia para generar fe en los pecadores; su declaración tiene un efecto doble:

a) el primero efecto es centrípeto. ¿Quién se resiste a la luz? Los grandes artistas plásticos han sido cultores de la luz. Gracias a ella descubrimos los colores que hacen a la diversidad de lo que tiene vida. Jesucristo nos atrae a sí mismo como luz porque Él es el único que puso su vida por amor de los pecadores perdidos. La vida de la que viene la luz se hizo tinieblas para que en nosotros se haga luz15.

b) el segundo efecto es centrífugo. Los que reciben luz no la pueden ocultar. La persona que anda en luz es visible para otros. No podemos ocultarnos de los ojos del mundo y sacar nuestra luz de una funda el día domingo para juntarnos con otras luces.

Sobre este punto volveremos en nuestra última entrega, si nuestro Padre lo permite.

6. El Señor será la luz de la ciudad eterna. Este autor acaba de regresar de Estocolmo. Su viaje estuvo relacionado con el estudio del futuro de las ciudades. Quedó impresionado por la cantidad de luces que hay en la capital de Suecia. Desde la aurora boreal que acorta las horas nocturnas, hasta el uso ilimitado de elementos lumínicos tanto en los hogares como en los espacios públicos, la luz reina.

Como imaginarán los lectores, su pensamiento paseó por París ‘la ciudad luz’ y por lo que se paga en muchos países al llegar la factura del servicio eléctrico.

¡Qué contraste con lo que Juan nos anticipa de lo que será la Ciudad Eterna en los cielos, y lo que disfrutaremos los que esperamos en y a Jesucristo!

No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos.” 16

Quien escribe se permite compartir esta oración que hace para finalizar esta nota:

Padre de luz, gracias por sacarnos de las tinieblas a la luz admirable de tu Hijo. Ayúdanos a amar Su luz más que las tinieblas disfrazadas de luces mundanas que encandilan y nos pasan facturas dolorosas. ¡Danos compasión por los que viven en tinieblas y no lo saben!

Oh, Señor, que tu luz sea vista en nosotros tu iglesia para salvación de muchos semejantes. En el Nombre que es sobre todo nombre, el de Jesucristo tu Hijo, amén.

 

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Notas

01. Juan 8:12; 9:5.

02. Génesis 1:3.

03. http://protestantedigital.com/magacin/36071/quien_tiene_a_cristo_esta_en_la_luz

04. Tendencia o tema del momento; palabras o frases más repetidas en un momento concreto. Cualquiera postea algo –sea lo que sea- y los clicados en ‘me gusta’ o ’compartir’ lo transforma en automática verdad del momento

05. Apocalipsis 1:19.

06. Juan 1:1.2.

07. Hebreos 1:2, 3.

08. Juan 1:4.

09. Ibíd. 14:6.

10. Ibíd. 1:8.

11. Ibíd. 1:9.

12. Ibíd. 5:35.Compárese con Mateo 13:54; Marcos 5:20; 6:51; 7:37; Lucas 2:47; 8:25; Juan 7:15.

13. Ibíd. 8:12. Compárese con Juan 12:35: “Entonces Jesús les dijo: Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va.”

14. Ibíd. 12:36.

15. 2ª Corintios 5:21. Mateo 27:45; Marcos 15:33; Lucas 23:44.

16. Apocalipsis 22:5.

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