Conmociones cerebrales

Entre este rebujado de incapacitados para una vida espiritual normal, se encuentran los espabilados.

14 DE FEBRERO DE 2013 · 23:00

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Según la RAE, una de las definiciones de conmoción es movimiento o perturbación violenta del ánimo o del cuerpo. Si la conmoción es cerebral la define como el estado de aturdimiento o pérdida del conocimiento producido por un golpe en la cabeza, por una descarga eléctrica o por los efectos de una violenta explosión. A veces, el estado espiritual de una persona se deteriora de tal forma que no funciona.Esto puede ocurrir por causa de la manipulación que recibe y la lleva a perder su identidad. Lo peor es que no lo sabe, no tiene conciencia de ello. Unos se vuelven incapaces de discernir entre el bien y el mal porque están en tal estatus que el mal no se les hace evidente. Otros alcanzan un estado de embriaguez mística que cuando se les pasa el efecto desaparecen del sitio avergonzados. Otros se someten de tal forma a los que ejercen cargos que terminan anulando por completo la capacidad propia de su ser, sus dones. Otros ensanchan su facultad de comprensión hasta el punto de buscar explicaciones plausibles donde no las hay con tal de no verse defraudado por su entorno. Otros entregan sin condiciones su vida a la autoridad pensando que así no tendrán que ser responsables de ella y dar explicaciones ante Dios. Otros se refugian en las notas musicales logrando así que otras circunstancias les incomoden. Otros sufren alucinaciones que creen divinas y simplemente son consecuencias de su desconcierto, su inmadurez. Otros creen milagros inexistentes porque necesitan sustentar su falso éxtasis. Otros aprenden a predicar ofreciendo todo tipo de ventajas, de falsas promesas. Otros, los que han entregado su libertad a los lideres, sienten la obligación urgente de llevar a los demás al mismo estado donde ellos se encuentran, haciéndoles partícipes de su misma esclavitud. Son los autómatas del grupo. Otros, gravemente, no reconocen la humanidad de Jesús. No les sirve, por lo tanto, no la aceptan. Entre este rebujado de incapacitados para una vida espiritual normal, se encuentran los espabilados, los que conocen y ven estos errores y los usan para beneficio propio. Son los que necesitan esta masa de consentidos. Los que no serían nada sin el servilismo que reciben. De las situaciones mencionadas hay que huir como de la pólvora.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Tus ojos abiertos - Conmociones cerebrales