Más de 1700 personas llenan su corazón de Esperanza en Barcelona

El pabellón se inundó por un susurro que avisaba la llegada de miles de personas. Los organizadores del evento ultimaban detalles por sus radiotransmisores y el personal de seguridad ya había ocupado su lugar. En algún momento, las luces de colores se encendieron. Los focos amarillos y rosados empezaron a moverse enfocando y desenfocando por doquier, y los instrumentos empezaron a sonar. Sonaban ellos. Sonaba el coro. Sonaba la gente. El Festival de la Esperanza iba a comenzar.

Durante lo que fueron dos intensos días -1 y 2 de mayo- miles de personas se agolparon a las puertas del Palau Sant Jordi de Barcelona para acudir al multitudinario evento “Festival de la Esperanza”. Oficiado por la Asociación Evangelística Billy Graham, la Federación de Iglesias Evangélicas (FEREDE), el Consell Evangèlic de Catalunya, y la Alianza Evangélica Española, el evento ha conseguido reunir a más de 20 mil personas de distintos rincones de Cataluña y lugares de España en ambos días.

Tan bien ha sido acogido el festival que así lo han manifestado algunos de los asistentes en las redes sociales tras haber visto a gran multitud tomando la decisión de seguir a Jesús. “Veía a la gente bajar a la pista tan segura de saber que estaba tomando la decisión correcta y se me erizaba la piel”, “no hay palabras para expresar lo que vivimos. Gloria a Dios”. Incluso uno de los presentadores del festival, José Pablo Sánchez, director del programa televisivo Buenas Noticias TV, de TVE, ha compartido en su cuenta de Facebook “No he podido aguantar las lágrimas al ver la multitud abriendo su corazón a Jesús. No tengo palabras para expresar mi gozo y gratitud a Dios por formar parte de esta obra preciosa”

UN FESTIVAL LLENO DE MÚSICA

El aspecto musical del festival destacó por su calidad. Un coro góspel de más de 500 personas dio inicio al evento ambos días. Con todo lo que implica dirigir un coro de tal cantidad de personas, Jonatan Martín-Arroyo Boragno, coordinador general del coro del festival, nos cuenta que “movilizar a más de 500 personas es difícil. Hay muchas Iglesias de diferentes denominaciones: bautistas, carismáticos, pentecostales, metodistas, y hemos tenido la posibilidad de suprimir todo con una meta, que es hacer un coro unido para un evento de este tipo”.

Muchos fueron los artistas y grupos musicales que pasaron por el escenario, Sal 150, The Afters, Dennis Agajanian, John & Anne Barbour, Sisquetó, Kike Pavón, y el Coro de Filadelfia de Catalunya. Los conciertos del evento estuvieron protagonizados por Marcos Vidal, el viernes, y Michael W. Smith, el sábado.

El público no dudó en participar acompañando a los artistas en sus canciones mediante aplausos y cantos. Algunos de ellos, como fue el caso del Joshua Havens, de The Afters, acudieron a las gradas a cantar junto a los asistentes, encendiendo las linternas de sus teléfonos móviles y creando así una preciosa escena de luces en el pabellón.

INVITACIONES ACEPTADAS

Tras las actuaciones de estos reconocidos artistas y algunos vídeos de testimonios de gente transformada por el amor de Dios, llegaba el mensaje evangelístico predicado por Franklin Graham, presidente y director ejecutivo de la Asociación Evangelística Billy Graham fundada por su padre. Un mensaje corto y conciso que llevó a más de 1700 personas (según datos oficiales) a tomar la decisión de aceptar a Jesús.

Y es que el encuentro, tal y como se menciona en la página oficial del Festival, tenía como objetivo “Movilizar a los creyentes evangélicos para reunir a tanta gente como sea posible para escuchar el mensaje de que Jesucristo es el camino, la verdad y la vida”. Hecha la oración, un numeroso grupo de consejeros se acercaba a las personas y les tomaba datos para realizar un seguimiento de discipulado tras el Festival.

Todo ello, debido a que en los meses previos al evento, muchas Iglesias evangélicas se comprometieron con varias de las iniciativas que englobaba el encuentro: la Operación Andrés, la cual consistía en orar por amigos y vecinos y prepararse para invitarlos a oír el evangelio. La de consejería, que implicaba presentarse voluntario para aconsejar a aquellos que, tal y como acabamos de mencionar, habían tomado la decisión de seguir o renovar su relación con Dios. Y, la más esencial, dedicar un tiempo de oración por el Festival durante todos los viernes anteriores al evento. Con esto, se cumplía la visión de este encuentro que, además de consistir un simple evento evangelístico, pretendía ser “un proceso de oración, entrenamiento y alcance” para la iglesia local.

ACTOS DE RECONOCIMIENTO

De un modo más privado, se realizaron dos actos de reconocimiento en las mañanas del viernes y sábado. El primer día, el comité ejecutivo del evento y un grupo de líderes evangélicos de Barcelona, recibían a varios cargos políticos, tales como el Delegado del Gobierno de la Generalitat en Barcelona, Ignasi García Clavel, el Director General de Asuntos Religiosos de Cataluña, Enric Vendrell i Aubach y la Presidenta del Partido Popular catalán, Alicia Sánchez Camacho.

Como entidades organizadoras del Festival, Benjamí Planes representó al Consell Evangèlic de Catalunya, Mariano Blázquez a la FEREDE, y Jaume Llenas a la Alianza Evangélica Española. La asociación Billy Graham fue representada por Viktor Hamm, como director de todos los “Festival de la Esperanza” que se realizan en el mundo, y Hans Mannegren, como director del festival en Barcelona.

El sábado por la mañana fue diferente. El acto se caracterizó por la gran sorpresa que, tanto el comité ejecutivo del evento, el equipo de trabajo de la oficina y algunos líderes evangélicos de Barcelona, realizaron a Franklin Graham a modo de agradecimiento por su visita a la ciudad condal y la ya posible realización del festival. Así pues, se les ofreció un pastel temático del Festival de la Esperanza que estaba rodeado por decenas de cupcakes y algunas figuras que representaban a los principales organizadores del multitudinario evento.

Por otro lado, algunas delegaciones internacionales hicieron presente su petición de invitar a Franklin a realizar un festival en sus respectivos países, Grecia y Portugal. Los encargados de tal invitación fueron los líderes evangélicos Antonio Calaim, de Atenas (Grecia) y Fotis Romero de Lisboa (Portugal).

El evento ha terminado, pero el evangelio continúa cambiando vidas. Así que ahora es trabajo de la iglesia local ayudar a todas aquellas personas que aceptaron el perdón de Jesús, a seguir construyendo una relación íntima con Dios. A encontrar un nuevo Hogar. Una nueva Familia. Una nueva Esperanza.