¿Cómo respondemos?

A la hora de comunicar hay que tener en cuenta la situación del que va a recibir el mensaje. De lo contrario, la comunicación se puede desechar fácilmente, o ignorar por completo.

01 DE ABRIL DE 2015 · 15:27

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En los artículos anteriores hemos hablado de los retos a los que tiene que hacer frente la iglesia evangélica a nivel global. Como ocurre la mayoría de las veces, el ejemplo de Jesús es un buen puerto de partida para nuestra reflexión.

 

Jesús comunicaba la verdad de forma receptiva

Jesús le enseñaba la verdad a cada persona. Su mensaje no era un discurso enlatado que leía a cada muchedumbre que se juntaba a su alrededor. Al contrario: vemos flexibilidad en Jesús, que hablaba una palabra de verdad diferente para cada situación específica. Cuando los escribas mostraron su falta de sinceridad, Jesús les respondió contándoles una parábola que ilustraba sus duros corazones: “entendían que decía contra ellos aquella parábola” (Marcos 12:12).

Jesús le enseñó la verdad a la gente en los sitios en los que vivían. La verdad no cambiaba, pero su aplicación particular dependía del contexto o de la persona con la que estaba hablando Jesús. Para poder comunicar la verdad bíblica de forma relevante, necesitamos entender el contexto al que nos estamos dirigiendo para poder comunicarnos de un modo que llegue en esa situación única.

Le relevancia así entendida empieza con la gente, pero no necesariamente con lo que ellos creen que necesitan. El objetivo principal del ministerio de Jesús era glorificar a su Padre en el cielo. Glorificar significa en parte “reflejar”. Jesús reflejaba el carácter y las preocupaciones de su Padre en todas las situaciones en las que se encontraba. A veces eso significaba coger con ternura a los niños o sanar amablemente a un leproso. En otras palabras: Jesús a veces se hacía cargo de las necesidades que sentían algunas personas concretas. Pero Jesús también tenía un ministerio de confrontación y reprendía con regularidad a los que buscaban el contacto con él, llamándoles “sepulcros blanqueados” (Mat. 23:27) o usando un látigo para sacar a los cambistas del templo (Juan 2:13-22).

Vemos el mismo principio de relevancia puesto en práctica con el apóstol Pablo. La iglesia de Filipos estaba sufriendo conflictos internos y discordia (4:2). Cuando Pablo escribe a los filipenses busca reorientarles como cuerpo eclesiástico. Les proporciona las bases fundacionales sobre las que el pueblo de Dios tiene que trabajar unido. Primero, Pablo le da las gracias a Dios por ellos y les dice cuánto les ama (1:1-11) y centra su atención en el evangelio (1:12-26). A continuación les enseña a trabajar juntos siendo un cuerpo unido (1:27-30), humilde (2:1-11), obediente (2:12-30), centrado en la verdad (3:1-11), orientado al futuro (3:12-4:1) y agradecido (4:2-23).

En otras palabras, Pablo se comunica de manera relevante tratando la situación en la que se encontraban los filipenses. En contraste, como respuesta a los gálatas, Pablo les reprende por haberse alejado del que les llamó (Gál. 1:6). Vemos en las epístolas del apóstol Pablo a las diferentes iglesias una profunda comprensión de cada situación local y una articulación relevante de la verdad.1

A la hora de comunicar hay que tener en cuenta la situación del que va a recibir el mensaje. De lo contrario, la comunicación se puede desechar fácilmente, o ignorar por completo.

Así que, ¿cómo aplicamos este principio a nuestro debate acerca de una visión global del evangelio? ¿Cuál es la situación actual en el evangelicalismo global? ¿A qué retos nos enfrentamos?

Para resumir el contexto hasta ahora:

  • El evangelicalismo ha tenido un crecimiento sorprendente en los países en vías de desarrollo, pero ha descendido de forma significativa en Europa
  • Europa ha tenido una gran influencia en todo el mundo en los últimos siglos
  • La incredulidad europea ha explotado y se ha diseminado por el mundo, y es el principal adversario del evangelio
  • Los evangélicos tienen un compromiso apasionado por la predicación del evangelio, así como un enfoque de liderazgo empresarial y orientado hacia los resultados
  • Los evangélicos han utilizado inocentemente herramientas culturales como el marketing y la gestión, determinando así sus métodos de comunicación y liderazgo
  • Los evangélicos son débiles a la hora de confrontar la falsedad, cultivar discipulados profundos, desarrollar líderes con una buena base intelectual y cooperar.

 

Basándonos en cómo Jesús comunicaba la verdad de forma receptiva, ¿cómo deberíamos responder a nuestra situación?

Desde esta perspectiva de relevancia, hay muchas áreas de la visión bíblica del mundo que se deben entender, enseñar y vivir a día de hoy:

1. Evangelismo persuasivo (apologética)

2. Modelo bíblico de discipulado

3. Pensamiento bíblico

4. Desarrollo de robles espirituales

 

1) Evangelismo persuasivo (apologética)

La élite instruida occidental es profunda y fundamentalmente antagonista al evangelio. Las visiones del mundo pluralistas y relativistas y las filosofías con un anticristianismo virulento gobiernan los centros culturales más influyentes tanto en Europa como en América, y cada vez más en los países en vías de desarrollo. Esto también ocurría en los primeros siglos de la historia de la iglesia. Había pocos cristianos que estuvieran al mando de legiones romanas, que educaran a la élite romana o que estuvieran al frente de instituciones romanas.2

¿Qué deberían hacer los creyentes fieles en unos entornos tan antagónicos? Deberíamos imitar al apóstol Pablo y a los primeros líderes cristianos.

El evangelicalismo actual tiene una gran necesidad de buenos apologistas o evangelistas persuasivos que, igual que Pablo, puedan explicar por qué el cristianismo es verdad y es razonable. Las palabras “apologista” y “apologética” derivan de la palabra griega apologia, que significa “defender”. Así que cuando Pedro escribe “estad siempre preparados para presentar defensa (…) de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3:15), les está enseñando que los cristianos deben estar dispuestos y ser capaces de comunicar el evangelio persuasivamente a sus vecinos.

Una lectura exhaustiva de Hechos revela la extraordinaria versatilidad de Pablo como comunicador. Hechos 17 cuenta como, “según su costumbre”, Pablo entra en la sinagoga judía y explica “por qué Jesús era el Cristo”. Pablo “da muestras”, “prueba”, “demuestra” y “argumenta” por qué el evangelio cristiano es el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento acerca del Mesías. Empieza en el punto en el que se encontraban los judíos y utilizó la autoridad reconocida que tenían en el Antiguo Testamento para presentarles persuasivamente la veracidad del evangelio. 3

 

Areópago, Atenas. / John S Y Lee

Más adelante, aún en Hechos 17, Pablo explica a los griegos de Atenas quién es en realidad su “Dios desconocido”. Cita a poetas griegos, se refiere a escritores e ideas filosóficas griegas y les explica persuasivamente por qué el evangelio es verdad utilizando sus categorías y sus artefactos culturales. Pablo era un evangelista persuasivo (que es lo significa “apologista”), y se sentía cómodo en cualquier sitio porque se tomaba el tiempo que necesitaba para entender el contexto y para ajustar su mensaje consecuentemente. Era capaz de transmitir significativamente la verdad del evangelio a gente de cualquier trasfondo, y no tenía miedo de enzarzarse en enérgicos debates.

Los primeros seguidores de Jesús no pusieron su confianza en la fe dejando de lado la razón, sino que argumentaron que el cristianismo era verdad. Pablo usaba el lenguaje y los conceptos culturales de su audiencia para comunicar que Jesús era el Cristo (la “Palabra de Verdad”) y por qué el cristianismo era verdad (“cierto y razonable”), y les pedía que confiaran en él.

En el contexto secular, pluralista y escéptico actual, la apologética es vital para que los cristianos construyan una confianza personal en la verdad del evangelio y para que hablen con personas no cristianas para comunicarles el evangelio de forma persuasiva. El Señor está haciendo surgir un movimiento de jóvenes evangelistas confiados y persuasivos.


2) Modelo bíblico de discipulado

Ravi Zacharias viaja por las universidades más importantes del mundo para responder preguntas difíciles acerca del evangelio hechas por escépticos. Así que si Ravi dice que hay una pregunta a la que no puede responder, haríamos bien en escucharle. Zacharias escribió estas perspicaces palabras: “tengo una lucha interna apologética relacionada con esta pregunta: ¿por qué hay tantas personas que hablan de una transformación sobrenatural pero cuyas vidas apenas han sido transformadas?4

 

Ravi Zacharias.

 Yo también he cerrado la Biblia a menudo, confundido. El nivel de compromiso, la sensación de confianza, el aura de integridad que impregnan sus páginas suelen ser algo ajeno a mi experiencia en gran parte del cristianismo moderno. Veo esta realidad espiritual en las descripciones de los apóstoles Pedro y Juan: “Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús” (Hechos 4:13).

Los evangélicos hemos definido el evangelio como “aceptar a Jesús en nuestro corazón” (una frase que no está en el Nuevo Testamento), y hemos dejado que la gente crea que una persona puede ser cristiana sin ser un discípulo. Estoy convencido de que Jesús no nos dio esa opción. Él se enfrentó a los que decían seguirle pero no le obedecían: “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?” (Lucas 6:46). Nuestro Señor nos enseña que cualquiera que quiera seguirle debe pensar en el coste que supone. Nos dice en los términos más simples que debemos dar todo lo que tenemos para recibir esta perla preciosa (Mateo 13:45-46). Jesús enseña claramente que en el Día del Juicio les dirá “Nunca os conocí” a muchos que creían conocerle (Mateo 7:23).

La palabra “cristiano” se utiliza tres veces en el Nuevo Testamento, mientras que el término “discípulo” se utiliza 270 veces para referirse a un seguidor de Jesús. En nuestro afán por enseñar un evangelio simple, en algún momento hemos creado una gracia barata en la que ser discípulo de Jesús es algo opcional.

Como evangélicos, creemos con razón que la gente sólo llega a ser cristiana si ponen su fe en Jesús. Usando lenguaje bíblico, estamos convencidos de que “porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras” (Efesios 2:8-9). Somos justificados únicamente por la fe. ¿Pero dónde encaja el discipulado en todo esto?

Jesús es muy claro y nos enseña que cualquiera que sea Su discípulo será conocido por su amor. Estamos llamados a confiar y a obedecer a Jesús, y a crecer para ser espiritualmente maduros. Jesús enfatizó los dos principales mandamientos: amar a Dios con todo nuestro corazón, nuestra alma y nuestra mente, y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.

Jesús amó y guió a sus discípulos hacia esta madurez espiritual y relacional. Cuando les tocó a ellos, los apóstoles guiaron a los nuevos creyentes hacia ese mismo objetivo. El apóstol Pablo escribió que el propósito de su trabajo pastoral era “presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre” (Col. 1:28). Ese es la base del discipulado, y también es una buena representación del liderazgo bíblico: amar a Dios y amar al prójimo. Así, el discipulado y el liderazgo bíblico no son exclusivos de los pastores, sino que se aplican a todos los cristianos.

 

3) Pensamiento bíblico

¿Por qué ha sufrido la iglesia europea a lo largo de los últimos 200 años? La respuesta rápida es que los cristianos han dejado que las categorías y los principios de la Ilustración (el mundo) se filtren en su forma de pensar. Para que la iglesia se renueve y el evangelio se oiga con fuerza en Europa de nuevo, es crucial que el pueblo de Dios tenga un conocimiento profundo de la palabra de Dios, y que la viva y la enseñe.

Para empezar, necesitamos entender lo que la Biblia enseña de sí misma. ¿Qué deberíamos creer y sentir como respuesta a la palabra de Dios? La Biblia nos enseña la narración de Dios acerca de la raza humana, así como nuestra historia. Contiene la historia de cómo Dios trajo salvación al mundo a través de la vida, muerte y resurrección de Jesús. El modo en que entendemos y respondemos a las escrituras tiene un efecto profundo en nuestras vidas. La principal diferencia entre un hombre bendecido y un hombre malvado en el Salmo 1 es cómo entienden la palabra de Dios: “en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche”.

¿Cómo podemos hacerlo?

La iglesia. La iglesia local estaba en el centro de ese pensamiento bíblico renacentista. Era la ubicación principal para la enseñanza y la preparación del pueblo de Dios. Como explica John Stott: “Dios quiere que su iglesia crezca hacia la madurez. El pueblo de Dios crece a través de la palabra de Dios. La palabra de Dios llega a la gente principalmente a través de la predicación bíblica (aunque hay más métodos)6. A día de hoy, el mayor peligro es que los sermones de actualidad se han puesto cada vez más de moda en muchas iglesias evangélicas. Cuando una iglesia se alimenta principalmente de sermones de actualidad, la personalidad y las convicciones fundamentales del pastor moldean desproporcionadamente la enseñanza de la iglesia. Por el contrario, la enseñanza exegética permite que las categorías y los contenidos de la Biblia sean los que den forma al pensamiento y a las prácticas de la iglesia.

Lectura personal, estudio y memorización. Para muchos evangélicos, la iglesia se ha convertido en una actividad semanal que implica escuchar un sermón y cantar un par de canciones. Sin menospreciar la importancia del punto anterior, en el que hablábamos de una predicación evangélica rica, la realidad es que los creyentes no pueden vivir una vida cristiana únicamente escuchando sermones. Sin una lectura, un estudio y una meditación de la palabra de Dios regulares, la gente no piensa en las categorías de la escritura. Cada creyente necesita unos hábitos diarios de oración y lectura de la palabra de Dios para que se cumplan los versículos de Romanos 12:1-2: “no os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento”. 7

 

Biblia abierta con bolígrafo. / Ryk Neethling

Prácticamente todos los creyentes estarían de acuerdo con los dos últimos párrafos: se debería enseñar la Biblia en la iglesia local, y los creyentes necesitan leer, estudiar y memorizar la palabra de Dios. Pero afirmar una verdad no es lo mismo que vivirla. Los pastores tienen que completar la ardua tarea de desarrollar los talentos y las habilidades para enseñar de forma fiel y creativa la palabra de Dios, y los cristianos necesitan los hábitos disciplinarios de lectura, estudio y memorización que les permitan “meditar día y noche” en las escrituras.

A muchos creyentes les resultarán poco conocidas las dos estrategias que vienen a continuación.

Tener una visión cristiana del mundo. Amar a Dios con toda tu mente significa que los cristianos pueden ser estudiantes curiosos en búsqueda del conocimiento y la sabiduría en todos los campos y esferas. La biblia proporciona un marco increíblemente rico y fértil para examinar la vida, y sus categorías y conceptos han de estructurar nuestro pensamiento con relación a cualquier tema, disciplina intelectual o campo vocacional. Sin un marco bíblico claro, los creyentes utilizan inocentemente las categorías y prioridades del mundo. Para vivir fielmente, primero necesitamos pensar cristianamente, con el marco de una visión bíblica del mundo.

Teología bíblica como respuesta. También necesitamos una enseñanza bíblica rica que responda a los desafíos, idolatrías y preguntas de hoy en día. Por ejemplo, como ya mencioné en un artículo anterior, una de las grandes herejías modernas es el evangelio de la riqueza y la salud, junto con su hermano gemelo, la teología de la realización, que enseñan que Jesús quiere que seas feliz. Rick Warren escribió el libro Una vida con propósito, que reta a la auto idolatría moderna. La primera frase del libro (“No tiene que ver contigo8) es una bofetada en la cara para los narcisistas modernos. El libro ha vendido decenas de millones de copias porque se centra en dónde vive la gente y proporciona un visión de propósito bíblica. Necesitamos una enseñanza bíblica rica que trate las suposiciones de las visiones del mundo más populares y las idolatrías de nuestra época.

 

4) Desarrollo de robles espirituales

Como ya he dicho anteriormente, durante el Gran Avivamiento John Wesley centró su atención en la dirección evangélica típica del evangelismo, el crecimiento espiritual y las preocupaciones sociales. Durante ese proceso no desarrolló líderes sólidos (“robles” espirituales) que pudieran resistir las tormentas intelectuales del siglo 19 (la crítica escéptica de la Biblia, la filosofía de la Ilustración y el naturalismo darwiniano). Esos vendavales y tornados arrancaron de raíz la hiedra evangélica, y a Inglaterra no le quedó más que una iglesia devastada.

En resumen, la iglesia evangélica inglesa falló en estas áreas clave:

  • Desarrollar una respuesta apologética adecuada a esos nuevos desafíos intelectuales.
  • Demostrar el amor a Dios enseñando a los creyentes jóvenes con grandes dotes intelectuales a desarrollar su llamado como investigadores, profesores o escritores cristianos fieles.
  • Completar la difícil y pesada tarea de formar líderes sólidos (robles espirituales) para proteger a los legos evangélicos (hiedra espiritual) de la tormenta de incredulidad.

 

Fuerza y resistencia. / Sue Bristo

Una de las mayores necesidades de la iglesia evangélica global en la actualidad son líderes con madurez espiritual y dotes intelectuales: robles espirituales. Esos líderes pueden proporcionar refugio y protección a los creyentes más jóvenes y vulnerables. Todos los grandes líderes de nuestra época fueron en algún momento bellotas en las que otros líderes invirtieron tiempo, energía y amor para ayudarles a crecer y a madurar en sus diferentes llamados.

 

El modelo de la iglesia primitiva

La iglesia primitiva es un modelo histórico maravilloso que nos ayuda a centrarnos en esta comprensión bíblica de la vida. ¿Por qué siguió creciendo la iglesia durante 300 años, incluso aunque a menudo sufrieron asedio y persecución? ¿Cuál es la característica distintiva de la iglesia primitiva? T. R. Glover, antiguo profesor de historia antigua en la universidad de Cambridge y autor del libro El conflicto de las religiones en los albores del Imperio Romano, explicó que los cristianos “vivían más que los paganos, morían en mayores cantidades que ellos, y pensaban más que ellos”.10

 

1) Los primeros cristianos pensaban más que sus coetáneos.

Durante los primeros 300 años de la iglesia primitiva, vemos un compromiso para comunicar persuasivamente la veracidad del evangelio. Cuando los cristianos comunicaban el evangelio que acababan de descubrir a los judíos, tenían que explicarles por qué el Nuevo Testamento cumplía las profecías del Antiguo Testamento y que responder a las preguntas y objeciones judías. Al hablar con los griegos, los seguidores de Jesús tenían que hacer frente a la visión del mundo helenística y explicar la idea de un único Dios en un mundo con miles de dioses. Estos primeros cristianos también tenían que explicarles a las autoridades romanas por qué no rendían culto al emperador.

Los creyentes hablaban de Jesús y su evangelio siempre que podían. Los cristianos iban a los altares y hablaban con la gente que iba a ofrecer sacrificios. Luciano de Samósata, escritor no creyente, contaba que en ocasiones se ponían signos dentro de los altares que decían “Cristianos fuera”11. Los cristianos no tenían miedo de las religiones paganas y retaban a los paganos a maldecirles con sus demonios.

Los primeros cristianos tampoco tenían miedo de pensar. Clemente, uno de los primeros líderes cristianos, escribió que “la belleza, esté donde esté, es nuestra, porque proviene de nuestro Dios”. Glover explica que “los cristianos leían los mejores libros, los asimilaban y vivían la vida intelectual más libre que el mundo les podía ofrecer. No hay lugar en el mundo para un cristiano ignorante. Desde el principio, todos los cristianos tenían que saber y entender, leer los evangelios y ser capaces de dar razones para su fe12.

La iglesia primitiva le explicaba a los no creyentes por qué el cristianismo era verdadero. Como explica Glover, “¿quiénes desarrollaban el pensamiento en ese mundo antiguo? Siempre eran los cristianos”.13

 

2) Los primeros cristianos vivían más que sus coetáneos

T. R. Glover resumió en unas conferencias en la universidad de Oxford el asombroso modo de vida que adoptaron los primeros cristianos.

Eran sorprendentemente honestos, puros, serios y honrados, y tenían unas reservas inexplicables de fuerza moral y felicidad que sobrepasaban ampliamente lo conocido hasta entonces”.14

Los primeros líderes cristianos explicaban que la verdad del cristianismo se veía en cómo los seguidores de Jesús amaban y cuidaban a sus compañeros creyentes y a los no creyentes.

El autor de la “Carta a Diogneto” escribió a un gobernador romano a mediados del siglo II explicándole quiénes eran los cristianos:

Son ciudadanos del cielo. Obedecen las leyes prescritas, y al mismo tiempo superan la ley con sus vidas. Aman a todos los hombres, y todos los hombres les persiguen”.15

El amor de los cristianos por los demás era una realidad distintiva. Una de las acusaciones comunes contra los cristianos en el Imperio Romano era el incesto. Las personas no creyentes sabían del amor que los “hermanos” y “hermanas” se tenían entre sí, y no tenían otro modo de explicar ese cariño y ese amor.

Algunas de las pruebas más concluyentes del amor cristiano y de su cuidado por los demás provienen de los más acérrimos oponentes al evangelio. Juliano, emperador romano pagano del siglo IV, se quejó de que el cristianismo estaba creciendo muy rápido debido a la “cariñosa ayuda que dan a los extranjeros”, y que los cristianos “no solo se preocupan por sus pobres, sino que se preocupan también por los nuestors”.16

 

3) Los primeros cristianos morían en mayores cantidades que sus coetáneos

 

Coliseo en Roma. / Mafalda Pereira

 

Mucha gente no creyente se asombraba del valor de los cristianos al enfrentarse a la muerte. Tertuliano no leyó el evangelio como no creyente hasta que vio el valor de los cristianos que estaban dispuestos a morir. “Todo hombre que lo ve duda y anhela comprender por qué; pregunta y recibe enseñanza, y cuando entiende la verdad inmediatamente se convierte en un seguidor más”.18 Tertuliano lo ilustra memorablemente: “la sangre de los mártires es la semilla de la iglesia”.19 Sin esta realidad espiritual, hasta la doctrina más correcta parece rancia y artificial. Pero con la realidad de vidas cambiadas y una comunicación persuasiva del evangelio, el cristianismo se extendió rápidamente por el Imperio Romano.

¿Qué fue lo que hizo que el ministerio de la iglesia primitiva fuera tan efectivo? Fueron capaces de analizar y criticar filosofías de vida rivales alternativas y explicar por qué el evangelio era “verdad y razonable”. Demostraron con sus vidas el poder y la veracidad del evangelio de Jesucristo. Y por último, estaban dispuestos a morir por su fe.

Un ejemplo de los tres puntos anteriores es Ignacio de Antioquía, que sufrió martirio en Roma a principios del siglo I. Escribió una serie de cartas en las que confrontaba falsas enseñanzas y llamaba a las iglesias a ser fieles. ¿Qué ocurrió como resultado de los cuidadosos argumentos, las vidas fieles y las muertes sacrificatorias de los creyentes? El evangelio se propagó rápidamente porque los judíos, los romanos y los griegos se veían desafiados por la verdad, la entendían y veían cómo los creyentes vivían esa verdad delante de ellos.

Los no creyentes determinan en parte si el evangelio es verdad y si Jesús es quien dijo ser por la realidad de nuestras vidas. ¿Estamos dispuestos a sacrificarnos a otros? ¿Vivimos en una comunidad que demuestra amor por los demás y que sirve a los demás? ¿Pueden otras personas percibir el olor fragante de Cristo en nuestra presencia? Fuera de este contexto y realidad, nuestras palabras ganan credibilidad. La ortopraxia y la ortodoxia son dos caras de la misma moneda, o una moneda falsa.

Así que, ¿cómo emulamos el modelo de la iglesia primitiva de una comprensión bíblica de la vida?

Podemos empezar por recuperar el modelo bíblico de comunicación persuasiva del evangelio. Ese será el tema del artículo de la semana que viene.

 

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La teología evangélica es teología sistemática típicamente bíblica. La teología bíblica examina el texto bíblico e intenta seguir un tema través del Antiguo y del Nuevo Testamento, o examina la teología de un determinado autor bíblico. La teología evangélica sistemática coge el contenido teológico bíblico y lo organiza por temas. Por ejemplo, la justificación: ¿cómo nos enseña la totalidad de las escrituras cómo somos salvos? Lo que sugiero es que el modelo de Jesús de comunicación receptiva de la verdad puede complementar la teología bíblica y sistemática, ya que subraya ciertas áreas de necesidad que necesitan enseñanza bíblica.

 

2 Parte de este material se ha tomado directamente o desarrollado desde material de la Red Europea de Apologética (EAN) de hace más de 10 años.

 

3 John S Y Lee. “Areópago, Atenas”. 26 de junio, 2009. https://www.flickr.com/

 

4 Ravi Zacharias, “Lecciones de la Guerra en una batalla de ideas”. (10 de noviembre, 2000) (Ravi Zacharias International Ministries, 2005). http://rzim.org/just-thinking/lessons-from-war-in-a-battle-of-ideas

 

5 Ravi Zacharias International Ministries. “Ravi Zacharias”. 31 de octubre, 2009.

 

6 Langham Partnership International. “Visión y misión.” http://us.langham.org/who-we-are/vision-mission/

 

7 Ryk Neethling. “Biblia abierta con bolígrafo”. 19 de abril, 2010. .

 

8 Warren, Rick. Una vida con propósito: ¿para qué estoy aquí? (Grand Rapids, Mich: Zondervan, 2002), 17.

 

9 Sue Bristo. “Fuerza y resistencia”. (8 de junio, 2014).

 

10 T. R. Glover, El Jesús de la historia (New York: Association Press, 1917), Project Gutenberg ebook, http://www.gutenberg.org/files/13335/13335-8.txt, 71.

 

11 Glover, El Jesús de la historia, 203 .

 

12 Glover, El Jesús de la historia, 204.

 

13 Glover, El Jesús de la historia, 205.

 

14 T. R. Glover, El conflicto de las religiones en los albores del Imperio Romano. (Washington: Cannon Press, 1974), 142.

 

15 Christian Classics Ethereal Library. “La así llamada Carta a Diogneto”. http://www.ccel.org/ccel/richardson/fathers.x.i.ii.html

 

16 Stephen Neill, Historia de las misiones cristianas, 2ª edición, (New York: NY, Penguin Books, 1990), 37-8.

 

17 Mafalda Pereira. “Coliseo | Roma.” 3 de mayo, 2013. www.flickr.com

 

18 Glover, El conflicto de las religiones, 320. Luciano, no creyente, describió en términos desdeñosos a los cristianos que creían que “eran inmortales y vivirían por la eternidad, lo que explica por qué menosprecian a la muerte y se entregan voluntariamente”. Glover, El conflicto de las religiones, 162.

 

19 Tertuliano. “Apologeticum.” http://www.tertullian.org/works/apologeticum.htm

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