Conquistar el corazón de Dios

Guatemala · 29 DE MARZO DE 2024 · 08:02

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Definitivamente, si alguien pudo llamar la atención de Jesús con su actitud fue la mujer cananea que menciona la Biblia en Mateo 15:21. Jesús se sorprendió de las respuestas y de la actitud que esta mujer tuvo hacia él. Puedo decir que esta mujer conquistó el corazón de Jesús a tal punto que Jesús no pudo negarse a operar el milagro que esta mujer esperaba. Es obvio que el Maestro no quería negarse, es una forma de decir que después de haber actuado así esta mujer hubiera podido pedir lo que quisiera y Jesús se lo hubiera concedido.

Estoy seguro que esta historia nos puede dejar muchas lecciones por aprender. Si centramos nuestra atención en la actitud con que esta mujer se presenta ante Jesús y la ponemos en práctica, conquistaremos también el corazón de nuestro Dios.

Comparto aquí el pasaje completo que narra esta historia. Lo encontramos en Mateo 15:21-27, y dice así:

“Saliendo Jesús de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón. Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí Mi hija es gravemente atormentada por un demonio. Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros. El respondiendo, dijo: No soy enviado sino a las ovejas pérdidas de la casa de Israel. Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.”

Veo en esta mujer tres actitudes dignas de ser admiradas y de ser puestas en práctica:

 

1 Actitud de perseverancia

Seguro  habrán escuchado el refrán que dice: “El que persevera alcanza”. Muchas personas desisten y tiran la toalla cuando están muy cerca de su objetivo; no solo en lo espiritual, también hablo de objetivos profesionales, sentimentales, financieros, etc.

Esta mujer es un ejemplo de perseverancia: no la detuvo ni la barrera social y racial que había entre ella y los judíos, tampoco lo que las demás personas podían decir de ella, ni lo fuerte y lo pesado con que Jesús le habló. Ella tenía claro su objetivo y perseveró hasta alcanzarlo.

Los hombres y mujeres usados por Dios a través de la historia han sido personajes perseverantes y no descansaron hasta que recibieron aquello por lo cual perseveraban. Ejemplos hay muchos, pero quiero mencionar únicamente a dos: Jacob y Nehemías. El primero perseveró hasta recibir la bendición de Dios, y el segundo clamo día y noche para que Dios respondiera su petición.

Jacob: “Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices”. (Gn 32:26)

Nehemías: “Esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado”. (Neh 1:6)

No te rindas, no mueras en el intento, estas muy cerca de alcanzar la victoria. Dios ama a los que perseveran.

 

2 Actitud de adoración.

Adoración no es el momento en el que cantamos los coros en la iglesia durante los servicios dominicales. Eso es una mínima parte de lo que en realidad es la adoración. Adoración es un estilo de vida. Una actitud de adoración es la que reflejamos con todos nuestros actos hacia Dios, reconociendo que Él es grande y nosotros pequeños. Podemos adorar a Dios con lo que decimos, con lo que cantamos, con lo que comemos, con lo que le damos en gratitud por sus misericordias. Desde el primer minuto del día hasta el último en la noche debemos adorar a Dios. Veamos lo que dice la Biblia respecto a la adoración.

- “Y puestos de pie en su lugar, leyeron el libro de la ley de Jehová su Dios la cuarta parte del día, y la cuarta parte confesaron sus pecados y adoraron a Jehová su Dios”. (Neh 9:3)

- “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren”. (Jn 4:23)

La Biblia no dice que Dios busca buenos cantantes, o buenos músicos. Dios busca adoradores. Si eres un adorador de verdad, no te costará mucho conquistar el corazón de Dios, porque antes de que tú lo encuentres él te encontrará a ti. El que la mujer se haya postrado ante el Maestro denota una verdadera actitud de adoración y respeto. Con esa actitud no se le hizo difícil conquistar el corazón del Señor Jesús, al igual que Nehemías y el pueblo de Israel: en cuanto empezaron a adorar, Dios comenzó a hacer la obra.

Si tu actitud no es la de un verdadero adorador, Dios te habla en este momento para que la cambies. Conquista el corazón de tu Dios con una actitud de adoración.

 

3 Actitud de humildad

Si hay una cosa que Dios no tolera es la arrogancia, la altivez de espíritu y el orgullo. Con una actitud de orgullo y egocentrismo jamás conquistaremos el corazón de Dios. Muchas veces actuamos como si Dios no nos estuviera haciendo un favor, como si Él tuviera la obligación de acudir en nuestra ayuda.

Dios promete sanarnos, darnos lo que necesitamos y mucho más que eso, pero todo es por su misericordia, nada es por lo bueno que somos o que creamos ser. No puedo imaginarme a la mujer cananea llegando hasta donde el Señor estaba exigiéndole que sanara a su hija, sino todo lo contrario: ella llego con un corazón humilde, reconociendo quién era ella y quién era la persona ante la cual se estaba postrando. Esa es una actitud de humildad, reconocer que nosotros no somos nada y que él es Señor sobre todo. Y cuando hablamos de “todo”, nosotros también estamos incluidos en ese paquete. Si queremos conquistar el corazón de Dios, la humildad nos será una buena aliada. La Biblia dice lo siguiente acerca de la humildad:

- “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”. (2 Cro 7:14)

-“Porque tú salvarás al pueblo afligido, y humillarás los ojos altivos”. (Sal 18:27)

- “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”. (Sal 51:17)

No hay nada que agrade más el corazón de Dios que la humildad de aquellos que intentan buscarlo. La humildad es adoración pura, reconocer quién es Dios y quiénes somos nosotros. Estoy seguro que el reto más grande de aquella mujer era conquistar el corazón de Dios. Después de eso, cualquier cosa podía pasar. Ella sabía por lo que estaba peleando y por eso perseveró, adoró y fue humilde. Puedo ver a Jesús sonreír  después de haber visto la actitud de esta mujer: su corazón se derritió y concedió a esta mujer lo que tanto anhelaba.

¿Te has preguntado por qué no recibes lo que tanto anhelas? ¿Por qué tu vida no cambia? ¿Por qué nada es diferente en ti? Creo que deberías preguntarte antes cuál ha sido tu actitud hacia Dios antes de contestar las primeras preguntas.

Dios no quiere perfección, solo quiere verdadera adoración, perseverancia y humildad. Busca primero el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás os será añadido. Dios está esperando que conquistes su corazón.

 

Samuel M. López Gómez  – Pastor jóvenes, Esp. Telecom. – Guatemala

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - SAMUEL M. LÓPEZ GÓMEZ - Conquistar el corazón de Dios