Obama anuncia su reforma migratoria

Muchas iglesias evangélicas se han movilizado en los últimos años pidiendo una regularización, de la que se beneficiarán hasta 5 millones de extranjeros.

Redacción PD

Efe, Christianity Today · WASHINGTON · 21 DE NOVIEMBRE DE 2014 · 17:33

Evangélicos orando por la reforma migratoria. / HuffPost,
Evangélicos orando por la reforma migratoria. / HuffPost

Barack Obama ha decidido seguir adelante con la reforma migratoria. En un discurso televisado, ha explicado los motivos por los que entiende que es necesario dar un paso más que sirva para regularizar la labor que millones de personas realiza en Estados Unidos actualmente sin papeles.

En un discurso plagado de referencias a la tradición de Estados Unidos como país receptor de inmigrantes, Obama ha señalado que la protección de los padres inmigrantes de hijos nacidos en Estados Unidos se hará efectiva solo para aquellos que lleven al menos cinco años en el país y haya llegado antes de cumplir los 16 años, independientemente de la edad.

El mandato de Obama no afectará a aquellas personas que hayan cruzado la frontera de forma ilegal en el último año, que serán deportadas de manera prioritaria.

En cuanto al escepticismo o las críticas de voces dentro y fuera de su partido, el presidente ha instado a los congresistas a trabajar unidos para reparar “un sistema migratorio roto” pero, mientras tanto, hará uso de su capacidad legislativa para transformar en ley la propuesta. “Tengo la autoridad como presidente para dar este paso como lo han hecho otros presidentes antes que yo”, ha declarado.

A los que hablan de que su medida es una amnistía, Obama les ha dicho que “la amnistía es lo que tenemos hoy en día” y les ha pedido que no cumplan la amenaza de cierre de la administración que han blandido los republicanos, que pasarán a controlar el Congreso el próximo enero, al conocer la noticia.

 

CONDICIONES

A partir de 2015 podrán solicitar un receso temporal de la deportación y obtener un permiso para trabajar durante tres años aquellos inmigrantes padres de un ciudadano estadounidense o con permiso de residencia que hayan llegado al país antes de enero de 2010 siempre y cuando pasen a formar parte de un registro en el que quedarán recogidos sus datos biométricos, cumplan con la verificación de antecedentes y paguen las tasas correspondientes.

“Millones de inmigrantes siguen viviendo aquí de manera ilegal. Buscarlos, detenerlos y deportarlos no es algo realista. Muchos han estado aquí por mucho tiempo, trabajan duro y muchos de sus hijos son estadounidenses. Son parte de la vida americana”, ha destacado el presidente que ha destacado que la legalización ayudará a sacarlos de las sombras de la economía sumergida.

“No se pueden aprovechar solo de los beneficios de vivir en Estados Unidos”, ha señalado el presidente en la presentación de una medida que supone una ampliación de la Acción Diferida (DACA), un plan de 2012 para evitar la deportación de jóvenes que llegaron al país siendo niños, que ponía como condición haber entrado al país antes del 15 de junio de 2007 y ser menor de 31 años.

El Gobierno advierte que revisará cada caso cuidadosamente y al igual que con cualquier otra solicitud de inmigración, ocultar hechos o faltar a la verdad puede ser motivo para la apertura de una causa penal y la posible expulsión del país. También alerta a quienes vayan a solicitarlo de que estén atentos a posibles estafas de personas que se ofrezcan a ayudarles como intermediarios con los servicios de inmigración.

 

DEPORTACIONES

Por su parte, según ha avanzado la Casa Blanca, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) elaborará una nueva guía de acción para que la política de deportaciones se centre en los criminales, personas con delitos vinculados a la seguridad nacional y aquellos que cruzaron la frontera desde el 1 de enero pasado.

En el especto técnico, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) llevará a cabo un plan para fortalecer la frontera sur y los esfuerzos de las agencias que trabajan en asegurar los límites territoriales.

Además, el Departamento de Justicia realizará una serie de reformas en las cortes de inmigración para desatascar los casos pendientes y trabajará con el DHS para adjudicar más rápidamente los casos de los individuos que cumplen con las nuevas prioridades de expulsión y cierre los casos de individuos que no son considerados prioritarios.

El Departamento de Trabajo aumentará las opciones de protección de las víctimas de delitos y de tráfico de personas que cooperaren en investigaciones del Gobierno.

Durante el Gobierno de Obama, las deportaciones han alcanzado niveles récord de unas 400.000 al año, lo que ha generado muchas críticas entre los activistas defensores de los inmigrantes. Tras la oleada entre marzo y junio, el flujo de menores comenzó a reducirse notablemente a partir de julio, en parte por las medidas adoptadas por los gobiernos del presidente Obama y de sus homólogos centroamericanos.

 

REACCIONES EN EL ÁMBITO EVANGÉLICO

Cinco millones de inmigrantes podrían verse afectados por la reforma migratoria. En su discurso, Obama citó la Biblia, en concreto Éxodo 23. “La Escritura nos dice que no vamos a oprimir al extranjero, porque sabemos que nosotros también lo hemos sido”, dijo Obama. “Mis compatriotas estadounidenses, que son y serán siempre una nación de inmigrantes. Éramos extranjeros”.

Desde la asociación World Relief, entienden que se trata de una reforma “necesaria ante un sistema que no funciona. La inmigración es una característica definitoria de la historia de Estados Unidos y seguirá siendo un tema importante para el futuro de América”.

El pastor Sam Rodríguez, de la Coalición Nacional de Líderes Evangélicos Hispanos (NHCLC), entiende que la idea de Obama “no es el mecanismo de devolución más adecuado”, pero lo describió como una “acción misericordiosa”, ya que “inicia una plan de reconciliación necesario para hacer frente a una crisis humanitaria dentro de nuestras fronteras: millones de hijos de Dios creados a su imagen que viven en las sombras”.

“Durante años, nuestro gobierno, bajo el liderazgo de ambos partidos, fracasó estrepitosamente en lo que respecta a la inmigración”, dijo Rodríguez. “Como una organización comprometida tanto con la compasión cristiana como con el estado de derecho, hacemos un llamado a Congreso y al presidente Obama a trabajar de inmediato en conjunto”.

Russell Moore, presidente de la Comisión de Ética y Libertad Religiosa de los Bautistas del Sur, expresó que la reforma era necesaria pero no está de acuerdo con la decisión de Obama de “actuar de manera unilateral”.

“En más de una ocasión, le pedí al presidente Obama que no convirtiese la reforma migratoria en un tema de enfrentamiento entre partidos”. “Actuar de manera unilateral pone en peligro que el consenso”, dice Moore.

Otro líder evangélico, Noel Castellanos, expresó su deseo de que el Congreso “arregle nuestro sistema de inmigración basándose en los principios bíblicos de amor al prójimo y la dignidad humana”, por lo que aplaudió a Obama por “cumplir su promesa de dar alivio”. “Nuestra nación como un todo, y nuestras comunidades de inmigrantes, en particular, tienen la urgente necesidad de una acción decidida en materia de inmigración que afectará al bienestar de nuestra nación para las generaciones venideras”.

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