Equinoccio

De Gaspar Jaén i Urban. (Selecciona Isabel Pavón).

16 DE OCTUBRE DE 2014 · 21:25

Flickr: Daniel Bobadilla.,plaza
Flickr: Daniel Bobadilla.

I

El verano al ponerse cae en copos de niebla
arrastrando los charcos que el mar ha dejado en la orilla.
El sol se vuelve un cansado pájaro hecho de luz
que dora ondas en el aire
con un tibio frío de arboleda en silencio.

 

Son las tardes refugios bermejos que al morir
ya no abrasan oscuras paredes
donde se refleje el color de tu mirada.

 

Hieren las noches, con helado rumor de cuchillos,
los restos de sal que aun tienen los hombros.
Y las naves del viento, golpeando el paisaje,
lo siembran con áureas estrellas de otoño.

 

El aire se hace de horizontes transparentes, como vidrio,
y en el crepúsculo, equinoccios antiguos le dan
al cielo un tacto de lana, ropa de frío al mar.

 

II

Y entonces, cuando golpes de las azules bañando,
sumergiendo los besos en mitad de la noche,
sean sombras de cánticos por el puerto tendidas
secándose al sol,

 

volveremos a encontrarnos, como antes, lejos,
detrás de los agrietados cristales de la ciudad,
mirando una lluvia
que nos llenará los cabellos de espuma y rocío;

 

volveremos a cruzar largos paseos
donde los álamos de la tarde nos darán
su color de palomas en llamas,
con el roce de otro otoño.

 

Y enmudeciendo noches de alambre inyectando muerte,
inútilmente, volverá aquel deseo
-silencio y algodón en las rayas de tu cuerpo-
de los azules crepúsculos de invierno.
Otro otoño en la ciudad.

 

Gaspar Jaén i Urban (Litoral)

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