Gregorio Marañón, lección de humildad

Cada día estoy más profundamente convencida de que cuanto mas “grande” es una persona, menos tontería tiene encima y es la más sencilla y la más humilde.

12 DE OCTUBRE DE 2014 · 05:05

Gregorio Marañón.,Gregorio Marañón
Gregorio Marañón.

Me impresiona la vida e historia de D. Gregorio Marañón. Nació y murió en Madrid, entre los años 1887 y 1960. Su vida fue impresionante, para escribir su currículum no me llegaría este artículo, pero –sobre todo- me fascina su vida.

D. Gregorio era básicamente médico endocrino, científico, historiador, escritor y pensador. Durante un largo período de tiempo dirigió la cátedra de Endocrinología en el Hospital central de Madrid. Fue académico de cinco de las ocho Reales academias de España y está considerado como uno de los más brillantes intelectuales españoles. Su contribución a la medicina se centró en la Endocrinología, de la que fue uno de sus precursores y me parece muy importante lo que dijo de él D. Ramón Menéndez Pidal: “Su huella fue imborrable”.

Hay algo de Gregorio Marañón que me encanta, fue médico de beneficencia, es decir, atendía a los pobres, en concreto en el Hospital Provincial de Madrid, hoy Hospital General Universitario Gregorio Marañón.

Un asunto que me parece importante a destacar, Gregorio Marañón no sólo fue el precursor de la Endocrinología en España; sino que era, para la época, lo más cercano a un sexólogo que existía en este país en aquellos momentos; diversas figuras de relieve, entre muchas otras, le consultaron sobre problemas personales relacionados con el sexo, aunque no se conoce el paradero de los archivos de Marañón sobre estas consultas.

Como podéis ver, y sé positivamente que muchos de vosotros sabéis todas estas cosas y mucho más, esto es sólo un esbozo de lo que fue y representó la impresionante figura de Gregorio Marañón, para mi querida y entrañable por historias personales, mi padre era un muy querido alumno de un alumno de Marañón, alguien tan importante y que tanto hizo por la Diabetes en España como lo fue el Dr. Luis Felipe Pallardo. Por motivos que no vienen al caso, mi padre conservaba una preciosa carta dirigida a él del puño y letra de Gregorio Marañón y cuando cierro los ojos y recuerdo la clínica de mi padre, veo un retrato a plumilla de D. Gregorio, era muy querido y respetado por mi padre…..

Como suele ocurrir en la vida, la gente más importante es la que menos importancia se da a si misma, no va “cantando” por todos los sitios sus grandes logros y éxitos, suele ser la más sencilla del mundo……es la vida, el tiempo y otras personas las que reconocen todos sus méritos. Hay algo que, por motivos personales me emociona profundamente y que quizá no sea un dato conocido por todo el mundo; cuando Marañón murió, en su esquela podría figurar…..de todo y más. Por expreso pedido de él antes de morir, en su esquela, además de las cosas normales, era una esquela muy grande, pero referido a este impresionante personaje cuyo nombre nos llega hasta el día de hoy, simplemente ponía: GREGORIO MARAÑÓN, MÉDICO.

Esto me impresiona, me emociona, me enternece, me da una lección de humildad y muchísimas otras cosas; pero también me hace pensar en muchas otras que veo día a día en el mundo evangélico, casi prefiero decir mejor en el mundo cristiano… cuanto mas currículum abultado, mejor… En ocasiones es cierto, en otras no es cierto del todo y se ponen los más mínimos detalles que no tienen ni el más mínimo valor. Esto es algo con lo que, sinceramente, no puedo, me cuesta mucho digerirlo y me pregunto que pensará el Señor de todo ello.

Es evidente que los currículums son necesarios, el estar presente en las redes sociales también y muchas cosas, en los tiempos en los que vivimos tienen que ser así, pero… cómo nos gustan “las luces de neón”!!... estoy equivocada??... creo que, por desgracia, no! y cada día estoy más profundamente convencida de que cuanto mas “grande” es una persona, menos tontería tiene encima y es la más sencilla y la más humilde.

Cuando pienso en mi Jesús y todo lo que dejó por amor a mí, simplemente se me encoge el corazón y se me empañan los ojos, Él era el Rey de la Gloria, estaba con el Padre antes de la fundación del mundo, vivía rodeado de ángeles que le servían y bajó a nacer al seno de una virgen igual que un niño normal. Creció siendo “el hijo del carpintero”, se referían a Él como Jesús de Nazaret, vivió humildemente…y era Dios. Cuando tenía que hablar con Nicodemo, un Doctor de la Ley…..sencillamente lo dejaba sin palabras; pero cuando tenía que tratar con la gente sencilla, marineros, pescadores, gente del campo……se colocaba, se bajaba a su nivel para no hacerles de menos y para que le pudieran entender. Y cuando tenía que tratar con prostitutas, pecadores, publicanos….se acercaba lleno de compasión y les sanaba el cuerpo y el alma.

Cada vez que tengo que dar un currículum me pongo a temblar, procuro poner lo correcto, actualizarlo, pero siempre termino diciendo lo mismo, el título más importante que yo pudiera tener es, simplemente… una sierva de Dios… eso es lo más grande para mi y lo que me gustaría que estuviera escrito en mi esquela y en mi lápida, si el Señor no viene antes.

Hay un coro antiguo que dice:

“YO, QUIERO SER COMO TÚ!!. YO, QUIERO SER COMO TÚ!!…. QUIERO SER UN REFLEJO DE TU AMOR. YO, QUIERO SER COMO TÚ!”

Me encanta la lección de humildad que Gregorio Marañón le dio al mundo entero, incluso a las generaciones que venimos después, de modo especial con su muerte. Pero me apasiona muchísimo más, la preciosa vida en esta tierra, de tan solo treinta y tres años de mi Maestro y hago mías las palabras del coro: QUIERO SER UN REFLEJO DE TU AMOR. YO, QUIERO SER COMO TÚ!!! 

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