Felipe VI promete una Corona ‘íntegra, honesta y transparente’

En un discurso de marcado carácter político, el nuevo Rey de España defendió la utilidad de una Monarquía “renovada para un tiempo nuevo”.

MADRID · 18 DE JUNIO DE 2014 · 22:00

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	El Rey Felipe VI, en su discurso ante las Cortes Generales. / RTVE</p>
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El Rey Felipe VI, en su discurso ante las Cortes Generales. / RTVE

Las primeras palabras de Felipe VI como Rey de España no han decepcionado. Un discurso en el que desafió a los presentes, y a sí mismo, a afrontar los desafíos de la actualidad sin temer la renovación de la política, de la que considera responsables tanto a las instituciones como a los ciudadanos. En un discurso dirigido “al conjunto de los españoles”, Felipe expresó su “emoción por el honor que supone asumir la Corona, consciente de la responsabilidad que comporta y con la mayor esperanza en el futuro de España”. Una España que es “una gran nación forjada por el trabajo compartido de millones de personas” en la que “creo, a la que quiero y a la que admiro; y a cuyo destino me he sentido unido toda mi vida, como Príncipe Heredero y -hoy ya- como Rey de España”. Asimismo el Rey reconoce que la Corona “debe buscar la cercanía con los ciudadanos, saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza; y para ello, velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente”. Palabras que recuerdan la caída de popularidad de la institución monárquica en los últimos tres años, aderezados con varios escándalos que han implicado a la casa Real. Dice Felipe que sólo a través de esa integridad y honestidad la Corona “se hará acreedora de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones. Hoy, más que nunca, los ciudadanos demandan con toda razón que los principios morales y éticos inspiren -y la ejemplaridad presida- nuestra vida pública. Y el Rey, a la cabeza del Estado, tiene que ser no sólo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de los ciudadanos”. Es “una Monarquía renovada para un tiempo nuevo”, ha dicho Felipe. “Afronto mi tarea con energía, con ilusión y con el espíritu abierto y renovador que inspira a los hombres y mujeres de mi generación”. UN REY “CONSTITUCIONAL” Agradeció a su padre su labor durante “un reinado excepcional” en el que se logró la “concordia nacional”, algo de lo que hizo partícipe a “una generación de ciudadanos que abrió camino a la democracia” y “construyó los cimientos de un edificio político que logró superar diferencias que parecían insalvables, conseguir la reconciliación de los españoles, reconocer a España en su pluralidad y recuperar para nuestra Nación su lugar en el mundo”. “Comienza el reinado de un Rey constitucional”, expresó Felipe ante la audiencia. “Un Rey que accede a la primera magistratura del Estado de acuerdo con una Constitución que fue refrendada por los españoles y que es nuestra norma suprema desde hace ya más de 35 años” y a la que el Rey dijo atenerse en su ejercicio. Matizó que será un Rey que respetara “el principio de separación de poderes” y respetara “en todo momento la independencia del Poder Judicial”. “Sabré hacer honor al juramento que acabo de pronunciar”. “Encontrarán en mí a un Jefe del Estado leal y dispuesto a escuchar, a comprender, a advertir y a aconsejar; y también a defender siempre los intereses generales”, ha dicho Felipe, convencido de que “la Monarquía Parlamentaria puede y debe seguir prestando un servicio fundamental a España”. La Corona, desde su independencia, contribuye a “la estabilidad de nuestro sistema político” y el ser cauce “para la cohesión entre los españoles”. ANTE LA CRISIS, APUESTA POR LA INVESTIGACIÓN Felipe VI hizo referencia a la situación de crisis económica que atraviesa el país. Nos “ha golpeado duramente”, por ello, el monarca entiende que las autoridades tienen “el deber moral de trabajar para revertir esta situación y el deber ciudadano de ofrecer protección a las personas y a las familias más vulnerables. Y tenemos también la obligación de transmitir un mensaje de esperanza -especialmente a los más jóvenes- de que la solución de sus problemas y en particular la obtención de un empleo, sea una prioridad para la sociedad y para el Estado”. “Tenemos ante nosotros el gran desafío de impulsar las nuevas tecnologías, la ciencia y la investigación, que son hoy las verdaderas energías creadoras de riqueza; el desafío de promover y fomentar la innovación, la capacidad creativa y la iniciativa emprendedora como actitudes necesarias para el desarrollo y el crecimiento. Todo ello es, a mi juicio, imprescindible para asegurar el progreso y la modernización de España y nos ayudará, sin duda, a ganar la batalla por la creación de empleo, que constituye hoy la principal preocupación de los españoles”. ACCIÓN POLÍTICA PARA LOS CIUDADANOS Ha invitado a los presentes a “mirar hacia adelante, hacia el futuro. Hacia la España renovada que debemos seguir construyendo todos juntos al comenzar este nuevo reinado”. “Es un deber mejorar el valioso legado” del consenso “y acrecentar el patrimonio colectivo de libertades y derechos que tanto nos ha costado conseguir. Porque todo tiempo político tiene sus propios retos; porque toda obra política -como toda obra humana- es siempre una tarea inacabada”. “Aspiramos a revitalizar nuestras instituciones, a reafirmar, en nuestras acciones, la primacía de los intereses generales y a fortalecer nuestra cultura democrática”, ha dicho Felipe VI. “Aspiramos a una España en la que se puedan alcanzar acuerdos entre las fuerzas políticas sobre las materias y en los momentos en que así lo aconseje el interés general. Queremos que los ciudadanos y sus preocupaciones sean el eje de la acción política, pues son ellos quienes con su esfuerzo, trabajo y sacrificio engrandecen nuestro Estado y dan sentido a las instituciones que lo integran”. APUESTA POR LA MODERNIDAD “Afrontar todos estos retos y dar respuestas a los nuevos desafíos que afectan a nuestra convivencia, requiere el concurso de todos: de los poderes públicos, a los que corresponde liderar y definir nuestros grandes objetivos nacionales; pero también de los ciudadanos, de su impulso, su convicción y su participación activa. Es una tarea que demanda un profundo cambio de muchas mentalidades y actitudes y, por supuesto, gran determinación y valentía, visión y responsabilidad”, expresó Felipe. “Nuestra Historia nos enseña que los grandes avances de España se han producido cuando hemos evolucionado y nos hemos adaptado a la realidad de cada tiempo”, matizó el Rey. “El bienestar de nuestros ciudadanos nos exige situar a España en el siglo XXI, en el nuevo mundo que emerge aceleradamente; en el siglo del conocimiento, la cultura y la educación”. UNIDAD DE ESPAÑA Otro de los asuntos abordados en este primer discurso ha sido la unidad de España. El Rey ha invitado a no romper puentes de entendimiento y reafirmó la unidad de la nación. “Deseamos, en fin, una España en la que no se rompan nunca los puentes del entendimiento, que es uno de los principios inspiradores de nuestro espíritu constitucional”, expresó el Rey. “Unidad que no es uniformidad, Señorías”, expresó contundente Felipe VI. “Desde que en 1978 la Constitución reconoció nuestra diversidad como una característica que define nuestra propia identidad, al proclamar su voluntad de proteger a todos los pueblos de España, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones. Una diversidad que nace de nuestra historia, nos engrandece y nos debe fortalecer”. DEFENSA DE LA DIVERSIDAD LINGÜISTICA Como ejemplo de esta diversidad, ha puesto en valor el “concierto de las lenguas” que “debe ser objeto de especial respeto y protección; pues las lenguas constituyen las vías naturales de acceso al conocimiento de los pueblos y son a la vez los puentes para el diálogo de todos los españoles. Así lo han considerado y reclamado escritores tan señeros como Antonio Machado, Espriu, Aresti o Castelao”. En esa España “cabemos todos”, ha afirmado Felipe VI. “Caben todos los sentimientos y sensibilidades, caben las distintas formas de sentirse español. Porque los sentimientos, más aún en los tiempos de la construcción europea, no deben nunca enfrentar, dividir o excluir, sino comprender y respetar, convivir y compartir”. “Y esa convivencia, la debemos revitalizar cada día, con el ejercicio individual y colectivo del respeto mutuo y el aprecio por los logros recíprocos. Debemos hacerlo con el afecto sincero, con la amistad y los vínculos de hermandad y fraternidad que son indispensables para alimentar las ilusiones colectivas”, expresó el Rey. Estamos en “un nuevo siglo (…) que ha nacido bajo el signo del cambio y la transformación y que nos sitúa en una realidad bien distinta de la del siglo XX”, advirtió Felipe VI. REIVINDICAR LA IGUALDAD “El siglo XXI, el siglo también del medio ambiente, deberá ser aquel en el que los valores humanísticos y éticos que necesitamos recuperar y mantener, contribuyan a eliminar las discriminaciones, afiancen el papel de la mujer y promuevan aún más la paz y la cooperación internacional”. UN PROYECTO INTEGRADO EN LA UNIÓN EUROPEA Asimismo, el Rey defendió la permanencia de España en la Unión Europea. “Hoy España es Europa y nuestro deber es ayudar a construir una Europa fuerte, unida y solidaria, que preserve la cohesión social, afirme su posición en el mundo y consolide su liderazgo en los valores democráticos que compartimos”, dijo Felipe VI. Asimismo hizo referencia a las alianzas históricas con los países iberoamericanos. “Nos unen la historia y lazos muy intensos de afecto y hermandad. En las últimas décadas, también nos unen intereses económicos crecientes y visiones cada vez más cercanas sobre lo global. Pero, sobre todo, nos une nuestra lengua y nuestra cultura compartidas. Un activo de un inmenso valor que debemos potenciar con determinación y generosidad”. Igualmente resaltó las alianzas con los países “en el Mediterráneo, Oriente Medio y los países árabes, que nos ofrecen una capacidad de interlocución privilegiada, basada en el respeto y la voluntad de cooperar en tantos ámbitos de interés mutuo e internacional, en una zona de tanta relevancia estratégica, política y económica”. Felipe VI se ha despedido recordando las palabras antes pronunciadas: “una Monarquía renovada para un tiempo nuevo”. “Señorías, tenemos un gran País; Somos una gran Nación, creamos y confiemos en ella. Decía Cervantes en boca de Don Quijote: “no es un hombre más que otro si no hace más que otro”. Yo me siento orgulloso de los españoles y nada me honraría más que, con mi trabajo y esfuerzo de cada día, los españoles pudieran sentirse orgullosos de su nuevo Rey”. Audio del discurso, por RNE:

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