La historia de 3.600 días de vida de Protestante Digital

El 5 de septiembre de 2003, Protestante Digital hacía su aparición en Internet como revista o 'magazine' de actualidad y opinión evangélica en la red. Hoy, diez años después, ha cambiado su apariencia, su formato, su tamaño y alcance; pero no los principios ni la intención de “ofrecer una imagen correcta y representativa del protestantismo español e internacional, así como su visión de la sociedad y del hecho religioso”, como dice en el apartado 'Quiénes Somos'. El proyecto, sin embargo, tuvo un comienzo 'embrionario' hace más de quince años. Un proyecto de comunicación, Gabipress, vinculado a Ferede y con la participaciòn de la Alianza Evangélica Española y la revista Alternativa 2000 surgió a mediados de los 90. Entonces enviaba las noticias por fax; pero no tardó demasiado en comenzar a difundirse por correo electrónico. Fue la primera agencia de noticias evangélica por este nuevo medio en castellano. El proyecto, liderado por Pedro Tarquis, fue creciendo hasta que en 1997 – un año antes de que existiese Google - Rafael Gómez-Pimpollo, un joven muy inquieto y preparado en el área de la comunicación que conocía el naciente desarrollo del html (páginas web) en internet, se lanzó a volcar los contenidos de Gabipress (que ya se llamaba ICPress) en la red: I+CP (Imagen y Comunicación protestante). Poco a poco el proyecto fue contando con más colaboradores en forma de artículos (los primeros escritores fueron Juan Antonio Monroy Juan Simarro, Manuel de León, Manuel López, Wenceslao Calvo y Yolanda Tamayo). Ambos proyectos desaparecieron en junio de 2003, al no poder consensuarse entre todas las partes integrantes del mismo una fórmula para concretarlo de manera organizada. Pero la gran mayoría de los que formaban parte del equipo comenzaron una nueva etapa, con una visión renovada de trabajo y el deseo de continuar informando y formando a través de Internet. La Alianza Evangélica, presidida en aquel momento por Pablo Martínez Vila, es la entidad que lo avala, y Juan Antonio Monroy el principal valedor personal. PROFESIONALIZACIÓN Así comenzó Protestante Digital su historia, en una etapa que sigue con la dirección de Pedro Tarquis, que éste define como de “profesionalización”, constituyéndose un proyecto con dos vértices: la agencia ACPress y el magazine Protestante Digital. Manuel Martínez se encargaba de la “trastienda” de modo que todos estos servicios fuesen funcionales y atractivos. Entre los primeros colaboradores estaban José De Segovia, Juan Simarro, Manuel de León, Luis Marián, Manuel López, César Vidal, Wenceslao Calvo y Yolanda Tamayo. Otros colaboradores fueron también aportando artículos con asiduidad dando forma al que sería el “Dominical”: entre ellos, Antonio Cruz, Isabel Pavón, Luis Marián, Mario Escobar, Manuel Suárez, Luis Ruiz, y Carles Pujol. Comenzó con 8.000 visitas mensuales. Un importante salto se produce en 2005, cuando el proyecto se sigue expandiendo y dos revistas electrónicas surgen: Suburbios y eMisión. La primera, una web para conectar con la cultura; la segunda, un espacio multimedia que aprovechase las posibilidades que se comenzaban a abrir en la red para colgar audio y vídeo. La empresa Imvisual (Miguel Ángel Sáez e Israel Martorell) ya había tomado el testigo del diseño y el soporte web; y más colaboradores se van sumando al equipo, de forma que en 2006 ya son más de cien las personas que aportan talento, opinión, y mucho trabajo a Protestante Digital. El resultado es que ese año ya se registran más de 12000 suscripciones a los boletines y 80.000 visitas mensuales a Protestante Digital y 40.000 a eMision. CRISIS DE ÉXITO El proyecto sigue creciendo, tanto que en marzo de 2007 se anuncia una primera “crisis de éxito” desde un editorial. Durante tres días, Protestante Digital y sus páginas hermanas están parcialmente bloqueadas; pero no se trata de un ataque hacker, sino de que el volumen de visitas ha crecido hasta el punto de dificultar el acceso. La ampliación de “memoria” supone un salto de fe y un compromiso económico para un medio que, desde el principio, ofrece todos sus servicios de forma gratuita. Un año después, en enero de 2008, se alcanza la mágica cifra de un millón de páginas vistas en un mes. En la misma fecha se anunciaban más incorporaciones al equipo, cosa que era bastante habitual: cada vez más personas querían participar de forma voluntaria en Protestante Digital. Hombres y mujeres, de diferentes denominaciones y de distintas especialidades, pero todos con ganas de aportar. El crecimiento de la web hace que en 2009 ya el equipo de Protestante Digital no tome vacaciones, sino que la actualización continúe también en los períodos estivales. La dirección comienza a detectar la necesidad de contar la actualidad más de cerca, aprovechando la velocidad e inmediatez que ofrece Internet. EL SALTO A DIARIO Hasta entonces, Protestante Digital funcionaba como una revista: la actualidad se repartía a lo largo de la semana entre los redactores, que trabajaban con el plazo del lunes y el jueves para sus entregas, ya que la actualización se producía los martes y viernes. El domingo se lanzaba el Magacín (algo que se ha mantenido hasta ahora) y las noticias de última hora. Ese 2009 se comienza a trabajar en el nuevo Protestante Digital, buscando dar un salto importante, que todos veían como fundamental para continuar creciendo: una web que ofrezca información cada día; que, sin renunciar a la opinión y al análisis, pudiera estar informando cada mañana a sus lectores de lo que sucedía en el mundo desde esta perspectiva propia. El tránsito fue complejo y con más obstáculos de los previstos. A finales de 2009 se anunciaba la nueva imagen de Protestante Digitaly un tránsito inminente al formato diario. Sin embargo, el proyecto se estancó por motivos tecnicos ajenos a Protestante Digital que hizo que se fuese retrasando su puesta en marcha por más de un año. Fue una etapa complicada, que no impidió que la web fuese integrando, poco a poco los contenidos multimedia y abriendo el camino para que se hiciera posible el deseado cambio.En esta etapa fue fundamental el trabajo de Clau Martines, que realizó el diseño informático en un tiempo récord. También fue entonces, en noviembre, cuando se abren los perfiles en Facebook y Twitter. Fue el 31 de enero de 2011 la fecha en la que ya se pudo visitar el nuevo Protestante Digital. En principio, sólo con las noticias diarias. Dos semanas después, con los blogs y el Magacín en funcionamiento. Un mes después, con los comentarios a pie de cada noticia... Y poco a poco, añadiendo todos los elementos que hasta hoy, configuran la realidad diaria de Protestante Digital. ACPress desaparece, al integrarse en foma de boletines de titulares que se envían por suscripción, y eMisión deja de existir al incorporarse el audio y video en la sección de Multimedia. Suburbios pasa a depender de la Alianza de Escritores y Comunicadores Evangélicos (ADECE). En este tiempo también se consolida el equipo de Redacción, que forman en la actualidad Pedro Tarquis, Daniel Hofkamp, Joel Forster, Verónica Rossato y Vanesa Moreno. MIRANDO AL FUTURO Protestante Digital ha seguido creciendo e impulsando nuevos proyectos, como decía el último editorial, “la meta que marcó la identidad de Protestante Digital fue querer hacer llegar a la sociedad la imagen de quienes son los evangélicos, en España y a nivel internacional, alcanzando a la sociedad 'no evangélica' rompiendo tabúes, prejuicios, desinformaciones e imágenes estereotipadas”. Como medio, el futuro se presenta lleno de retos e ilusiones. Internet obliga a una constante actualización y la búsqueda de mejores estrategias para llegar al público y para crecer, lo que también pasa por una viabilidad económica del proyecto, en un reto que hemos lanzado a los lectores que deseen ser parte de esta historia. Sea como sea, el foco y la estrategia la marca ese primer deseo que surgió hace diez años y se mantiene hasta hoy.