El hijo que heredó un ring y lo cambió por el púlpito

Alejado de las drogas y el alcohol, el hijo del malogrado boxeador argentino Carlos Monzón es ahora pastor de la Unión de la Asamblea de Dios.

CÓRDOBA, ARGENTINA · 05 DE FEBRERO DE 2013 · 23:00

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El pastor Carlos Raúl Monzón, predicando en una conferencia en Mendoza. / Diario Uno

En Argentina todos saben quién fue Carlos Monzón, un deportista de la categoría de Maradona, Fangio o Messi. Uno de los hijos de este astro del boxeo es pastor de la Unión de la Asamblea de Dios (UAD), y predica en distintas ciudades del país. Carlos Raúl Monzón vive en Córdoba capital junto a su esposa y su pequeña hija. La iglesia que pastorea se llama Cielos Abiertos y tiene una filial en Santa Fe. El evangelista heredó de su padre un gran parecido físico y es visto como el vivo testimonio del resurgir de las cenizas después de tocar fondo, atrapado por las drogas y el alcohol cuando el boxeador fue condenado por matar a su última esposa, la ex modelo Alicia Muñiz. En 1992, cuando Carlos Raúl tenía 19 años, un amigo lo invitó a una iglesia evangélica. El encuentro con Dios le cambió la vida, tanto que se convirtió en uno de los referentes de la UAD. UN MUNDO CONSUMISTA En una entrevista concedida a La Nueva Radio el pastor Monzón expresó que “cada día se nota más las necesidades de corazones vacíos que se han alejado de la mano de Dios”. Dijo también que “son fuertes los sacudones de este tiempo, teniendo en cuenta que se ha perdido un valor importante, donde el hombre se alejó de Dios”. Recalcó que “el mundo estético termina consumiendo la mente de los jóvenes, se queman etapas y se produce un vacío total. Estamos viviendo en un mundo consumista”. “Hay chicos desorientados, sin contención familiar y social, donde evidentemente el hombre necesita acercarse a Dios para lograr una vida digna y fortalecida, en lugar de las exigencias actuales, donde obligamos al éxito a nuestros hijos”, dijo. En este sentido, enfatizó que “debemos poner los ojos en lo verdadero”, y respecto a la violencia que se manifiesta en este momento en la sociedad, Carlos Raúl dijo que las drogas, el alcohol y otras enfermedades sociales están presentes en todo momento en las calles. “La calle te enseña lo peor”, expresó. RECORDANDO A SU PADRE Aunque Carlos Monzón nunca quiso que sus hijos se dedicaran al boxeo, el pastor Carlos Raúl no olvida los valores que aprendió de la práctica deportiva de su padre. “Conducta y disciplina, eso es lo que se necesita para ser grande en el boxeo. Estos conceptos son fundamentales a la hora de salir de los caóticos momentos de la vida”, opina. Cuando el recordado boxeador se retiró, tenía el récord de 100 peleas como profesional, con 87 ganadas (59 antes del límite), 9 empates, sólo 3 derrotas y 1 sin decisión. Hoy el pastor rescata del ex campeón “su esfuerzo, su solidaridad, su empeño por querer ser algo en la vida”. Carlos Monzón tuvo que vencer una pobreza extrema para llegar a ser el mejor del mundo en su categoría. “Llegó a su primera pelea por el título del mundo con un millón de glóbulos rojos menos, descalcificado, al borde del peso”, comentó en cierta oportunidad el pastor evangélico. El boxeador descendía de aborígenes mocoví y su familia llevaba una vida marginal. Su padre no sabía leer. Su madre no encontraba la manera de darle de comer a todos sus hijos. Pasaron hambre y perdieron a un hermano por desnutrición. Dormían en camas de paja. “Yo no hubiera tenido el valor suficiente de cambiar esa situación. Mi padre peleó y luchó en el ring y en la vida y nunca bajó los brazos. Lo hizo por él y por sus hijos y aunque cometió errores perdido por el alcohol, lo tengo en los más alto”, afirmó el pastor Monzón en una entrevista. UN CAMPEÓN DE RODILLAS Carlos Monzón (1942-1995), el padre del predicador, alcanzó el título de campeón mundial de la categoría mediano en 1970 y lo mantuvo hasta 1977. Es considerado uno de los mejores deportistas argentinos de la historia. Asimismo La revista The Ring lo colocó en el número 11 de la lista de los mejores boxeadores históricos libra por libra. Se casó en segundas nupcias con una modelo y el matrimonio terminó trágicamente en un incidente que marcaría su vida: El 14 de febrero de 1988 su esposa murió como consecuencia de las heridas recibidas al caer desde el balcón de la casa que ocupaban en la ciudad de Mar del Plata. Monzón fue acusado de de ser el responsable del hecho, juzgado y declarado culpable en un juicio polémico y mediático. Fue condenado a 11 años de prisión por homicidio simple. Cuando se encontraba en la etapa final de su condena, comenzó a gozar de salidas restringidas para trabajar. En una de estas oportunidades murió en un accidente automovilístico el 8 de enero de 1995. En agosto de 2012 el pastor Carlos Raúl Monzón visitó el programa que Alejandro Fantino conduce en el Canal América. En la oportunidad relató una peculiar visita que le hizo al malogrado boxeador en la cárcel. “Nos tomamos las manos para leer la Biblia y de repente cayó de rodillas. Después me dijo que en su vida, Dios había sido el único que lo había tirado al suelo”.

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