Excelente culto de Navidad en TVE

El hombre de Nazaret hablaba de forma sencilla y llana, con el lenguaje y ejemplos que la gente podía entender, sabiendo lo que quería decir (sin desviarse un ápice del espíritu, del mensaje de la palabra revelada) pero sin preocuparse demasiado de si la forma era la religiosamente establecida. El último programa evangélico de Buenas Noticias en la televisión española (culto o celebración de Navidad, nos da exactamente igual la etiqueta que se le quiera poner) realizó una innovación con la vista puesta en los jóvenes como "mensajeros": teatro, hip hop, pensamientos breves de jóvenes, la música a tono con el resto. Ha habido todo tipo de comentarios, pero nuestra valoración es que el programa fue un acierto; sin duda mejorable, porque lo es todo lo que hacemos los seres humanos. Pero un acierto. Creemos que fue ágil, que en nada desvirtuó el mensaje que es Jesús y su Evangelio, que se expuso de forma clara, y a la vez de una manera ágil, amena y entendible. Y sobre todo atractiva para quienes ven la televisión. Nada tiene de malo el formato de años anteriores, ni tiene por qué ser este estilo del último programa el que se repita en todos. Pero si felicitamos a quien/es se ha/n atrevido a innovar, a pararse a pensar cómo decir las verdades eternas de una forma actual, que han buscado una manera distinta para llevar de otra forma el mensaje de siempre, nítido pero lleno de vida. Los rabinos no enseñaban como Jesús. No se subían a un bote para hablar, ni usaban parábolas, ni se dejaban tocar y ungir los pies de forma indecorosa por una prostituta para enseñar luego a un correcto fariseo, ni contaban con mujeres entre sus discípulos, ni comían y bebían con publicanos y pecadores. Claro que tampoco resucitaban muertos, ni calmaban tempestades, ni echaban demonios, ni salían vivos de sus tumbas. Por eso debemos de aprender del Maestro revolucionario, seguirle a Él haciendo “tonterías” como andar sobre las aguas o convertirnos en "cuentacuentos" espirituales, incluso a ritmo de hip hop, todo con tal de que nos escuchen y el que tenga oidos (algo más que orejas) entienda lo que es verdaderamente importante. Nos encantaron las participaciones musicales, el hilo entrelazado de la representación teatral (excelentes actores que la hicieron creíble) y los pensamientos (¡nunca predicaciones, porque una de las que habló fue una mujer!). Y especialmente la frescura del rap del Evangelio, que si uno lo escucha sin prejuicios (sea joven o mayor) le pone los pelos de punta y el alma conmovida por su poesía, fuerza y capacidad de trasladar la verdad en palabras de hoy. No somos una religión, somos personas creadas por el Dios Creador para crear cada minuto de nuestra vida. Para expresarnos sin consignas, sin formas rígidas y sin maneras sacramentales que al final son sacrilegios que distorsionan la labor de comunicar con quienes no son “de nuestro mundo eclesial”. Lo reiteramos. Nuestras felicitaciones a los responsables de Buenas Noticias, y a quienes hicieron posible el programa de Navidad de este pasado año 2012, un programa hecho por jóvenes pero para todas las generaciones de mente abierta y sin prejuicios ¡Adelante!