El Gobierno defiende las nuevas normas de Honores Militares en actos religiosos

La ministra de Defensa, Carme Chacón, justificó los cambios de los honores militares en actos religiosos como el Corpus de Toledo con una defensa del nuevo Reglamento de Honores Militares y con el argumento de que las modificaciones que marca este texto legal adaptan el comportamiento de los miembros de las Fuerzas Armadas con los «tiempos de pluralismo».

MADRID · 14 DE JUNIO DE 2010 · 22:00

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Asimismo, aseguró que sólo la bandera, el Rey y el himno de España merecen honores militares y recalcó que el nuevo reglamento ha sido apoyado por los Cuarteles Generales y por la Vicaría General Castrense -que dirige un arzobispo con rango equivalente a un general de División del Ejército-. «Que los honores militares queden reservados a los símbolos que son de todos, la bandera, el himno o el jefe de Estado, es algo que va con los tiempos, tiempos de Constitución, tiempos de derechos, tiempos de libertades, tiempos de pluralismo... Y creo, respetuosa y francamente que si ustedes no entienden eso, quienes no están con los tiempos son simplemente ustedes», aseguró la responsable política de las Fuerzas Armadas en su respuesta al senador del Grupo Popular Agustín Conde. En la sesión de Control al Gobierno en el Senado, Conde acusó a la responsable política de las Fuerzas Armadas de haber creado «un conflicto donde no lo había» con los cambios introducidos en el comportamiento de los militares durante la procesión y le exigió que explicara por qué los cadetes no pudieron rendir honores ni saludar a la Custodia, la bandera nacional y tampoco al himno de España. REGLAMENTO APOYADO POR FAS Y VICARÍA CASTRENSE Además, aseguró que dicho reglamento cuenta con el apoyo del Gobierno y de «los Cuarteles Generales del Ejército de Tierra y de la Armada» y de «la Vicaría General Castrense», antes de subrayar que, desde la entrada en vigor del mencionado texto, los militares sólo deben rendir honores al Rey, a la Familia Real, a las autoridades gubernamentales y a la bandera nacional. Chacón respondió de esta forma a Agustín Conde, quien le reclamó que aclarara por qué los cadetes no pudieron levantar su arma para saludar a la Custodia del Corpus, a la bandera y al himno. Conde le recordó que, según la ley vigente, y pese a que España es un estado aconfesional, se han rendido honores en determinadas celebraciones religiosas. «Le guste a usted o no le guste, la inmensa mayoría de la sociedad española es y se siente católica. No entendemos porqué se impide a las Fuerza Armadas Españolas como la nación misma», le dijo Conde a la titular de Defensa. Chacón no aclaró por qué los cadetes no pudieron levantar su sable para saludar a la Custodia y al Himno Nacional en la última celebración del Corpus Christi en Toledo, pero justificó los cambios en los honores militares porque, a su juicio, los símbolos religiosos no deben recibir honores con armas. Los soldados están obligados a rendir «respeto» a los símbolos religiosos, pero «no honores», afirmó la ministra que precisó, además, que la participación de los militares en los actos religiosos será voluntaria. CONTRA LA IDENTIFICACIÓN CATÓLICA DEL EJÉRCITO El portavoz de Cristianos Socialistas, Jordi López Camps, defiende la retirada de honores militares a los símbolos religiosos dado que la identificación del Ejército con el catolicismo «ni es coherente con la Constitución, ni es coherente con la realidad de la sociedad española». López Camps explicó a Servimedia que, por un lado, puede haber cadetes de otras confesiones a quienes no se puede obligar a asistir a un acto católico. Y que, por otro, «el Ejército tiene que defender a todos los españoles independientemente de su confesión» y, dado que «la sociedad ha cambiado y no todos somos católicos», quienes no lo son «también tienen derecho a identificar a este Ejército como su ejército, como el ejército que les puede defender y garantizar la seguridad nacional». En este sentido, considera que el nuevo Reglamento de Honores Militares «ayuda a que no exista confusión» en la línea con lo que la Constitución prevé en relación a la libertad religiosa, garantiza «la libertad de conciencia de los soldados que quieran asistir y de los que no» e «intenta resolver de un modo pedagógico» una tradición que «poco a poco se debería ir revisando» para que el Ejército, «que no deja de ser un elemento más de la estructura del Estado» respete la libertad de conciencia de los españoles.

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