La psicología recomienda ejercitar la atención, aceptar el presente y meditar

La meditación como herramienta terapéutica y la atención plena, enfocando con intensidad el momento, es el modo actual de gestionar el malestar emocional y la dispersión. Tiene similitud con el “stop” practicado décadas atrás por los seguidores de Gurdieff, se llama “mindfulness” (o atención plena) y bebe de la meditación oriental.

MADRID · 18 DE ENERO DE 2010 · 23:00

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Los profesionales de la salud mental reconocen que enfocarse en el presente es saludable. Ya lo advierte la Biblia: “cada día trae su propio afán”. Esta línea de tratamiento psicológico con énfasis en la atención plena, que empezó a introducirse en los años setenta pero que se desarrolla plenamente en este siglo, se utiliza en la reducción del estrés, en el trastorno límite de la personalidad, también para convivir con el dolor crónico y para evitar las recaídas en la depresión. Además, se aplica en el liderazgo. Las palabras clave de esta modalidad terapéutica son atención y presente. Se trata de percibir el entorno, quitarse los auriculares cuando uno corre por la acera y ser consciente de la propia respiración, el árbol junto al que se pasa, los otros viandantes. En suma, vencer la ansiedad mediante una percepción intensa, atenta y presente. Y volver a ella cada vez que otro pensamiento se cruza. "La meditación atenta es un método cognitivo, un entrenamiento mental experimental y no una práctica sectaria", aclara Isabel S. Larraburu, psicóloga, colaboradora habitual del Magazine y autora del libro Atención plena (editorial Temas de Hoy). EN EL MUNDO EMPRESARIAL Psicólogos que asesoran en la dirección y gestión empresarial también emplean esta corriente de la atención plena, con resultados que se traducen en el fomento de la autogestión, la capacidad de escucha, de aceptación de críticas, en no tener miedo a cómo uno es, en ser capaz de admitir errores, en saber ver en qué es bueno cada uno de los que le rodean, en saber pedir ayuda... "Los efectos de este liderazgo maduro se suelen notar en el clima de trabajo y la motivación, y eso influye en los resultados", señala el profesor de Dirección de Recursos Humanos de Esade Ceferí Soler. EN LA SALUD En el terreno de los problemas graves de salud, como en trastorno límite de personalidad (TLP), el mindfulness es considerado uno de los tratamientos más eficaces porque da herramientas a personas hipersensibles a toda clase de estímulos y muy impulsivas para darse cuenta de lo que les pasa sin dejarse llevar de ls impresiones sin fundamento real. En efecto, el entrenamiento proporciona a los pacientes conciencia de lo que ocurre y cierta distancia de observación. "Es muy distinto pensar que eres horrible y gorda que darte cuenta de que te viene ese pensamiento y que es sólo eso, un pensamiento", explica la psicóloga Mónica Lavilla, experta en TLP. El aprendizaje de esa atención plena incluye observarse a sí mismo y al entorno tal cual es, sin emitir juicios. Intenta proporcionar herramientas para entender lo que les está sucediendo, aprender a no juzgar ni juzgarse –muy importante, ya que muchos TLP sufren intenciones suicidas-, pensar con calma para decidir qué hacer y domar así una impulsividad que trastoca profundamente sus vidas. También se emplea cada vez más en los enfermos de cáncer. El entrenamiento en la atención ayuda a delimitar el dolor como tal sin que éste lo ocupe todo. Tomar esa distancia sobre lo que a uno le pasa da la posibilidad de decidir qué hacer para modificar el momento, relajarse, dar una vuelta, distraerse. ADAPTACION A LOS CAMBIOS Una de las mayores fuentes de sufrimiento psicológico actual es probablemente la falta de adaptación rápida a los cambios, a pesar de que la realidad es precisamente cambiante, y cada vez a mayor velocidad. "El problema principal suele ser la discrepancia entre lo que se cree que debería ser y lo que es", señala la psicóloga Isabel S. Larraburu. La profesional afirma que el tratamiento de ese sufrimiento pasa por ganar agilidad y flexibilidad frente a esos cambios, mediante la atención intensa. "Se trata de estar en el presente, percibirlo atentamente, notar cada cosa que nos rodea, identificar lo que nos pasa sin pretender reaccionar. Esa atención intensa permite mirar lo que pasa con cierto desdoblamiento, como desde fuera, proporciona buena información y nos hace más ágiles". Los profesionales afirman que así es más fácil no dejarse llevar por ideas de lo que debería ser, sino ser observador y adaptarse a la realidad tal cual es. ¿Dejando de lado principios y valores?.

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